martes, 27 de noviembre de 2012

Algunos beneficios de la coeducación para los varones.

Como ya sabemos, el sexismo es un sistema que afecta negativamente tanto a varones como a mujeres. Y una de las soluciones ante esto es la coeducación, esto es, aquella educación mediante la cual se trata de  desarrollar todas las capacidades, tanto de los niños como de las niñas, por igual, eliminándose los estereotipos y las ideas preconcebidas sobre las características que deben tener las personas según su sexo.

Y dado que el sexismo también perjudica a los varones, obviamente la coeducación también les beneficia a ellos. ¿En qué aspectos? Estos son algunos:

En la niñez: 

- A través de ésta, los chicos pueden elegir libremente, desde la más tierna infancia, a qué y con qué jugar sin importar su sexo, con lo cual se desarrollan sus propios gustos y unas capacidades no pre-establecidas, favoreciéndose su educación en vez de su adoctrinamiento, al mismo tiempo que disfrutan de un juego más espontáneo y sin restricciones. 

- Se permite a los niños llorar (desaparece la expresión "los niños son fuertes y no lloran, que eso es de nenas"), desarrollar el área emocional y las capacidades de expresión y de socialización, aprenden a resolver sus problemas de un modo dialogado y pacífico, liberan tensiones, etc.

- Se les enseña que ellos podrán ser en un futuro igual de capaces que las chicas para ejercer las labores de crianza, enseñanza y educación, tanto en el ambiente familiar como en el ambiente escolar. 

- Se tendrán en cuenta sus características individuales, por lo que ya no tendrán que ser siempre más fuertes que ellas, más trabajadores que ellas, etc, sino simplemente ellos mismos. 

- Aprenderán más y mejor en la escuela, además de ver incrementado su rendimiento académico al poder centrarse más en sus estudios, dado que con la coeducación no se orientan a los niños un conjunto de valores basados en la competividad y la agresividad (como ocurre con las series de dibujos de violencia o con los juegos bélicos), sino que se promueve sobre ellos una educación ética.

- Los niños adquieren una mayor variedad de habilidades y conocimientos útiles para la vida diaria (como cocinar), lo que les ayudará a tener una mayor autonomía en el futuro.

- En asignaturas como Educación Física se les pedirá un rendimiento acorde a sus posibilidades individuales, en lugar de exigirles un sobre esfuerzo porque se presupone que todos los chicos tienen mayores cualidades.

- Sus padres y sus madres les darán más afecto a través de un mayor número de besos, caricias y abrazos, y no interpretarán siempre sus llantos como simples enfados o rabietas.


Cuando sean adultos:

- Mejorarán su vida sexual, al no tener la presión de "tener que hacerlo bien", pues la actividad y la responsabilidad en las relaciones sexuales recaerá tanto en ellos como en ellas, y no sólo en los varones.

- Serán más autónomos y más competentes en una mayor diversidad de tareas, al haber aprendido una mayor variedad de tareas. No es lo mismo un varón que sólo sabe arreglar el coche, que otro que también sabe cocinar y coser.

- El índice de suicidios se reducirá en ellos. Los varones se suicidan hasta tres veces más que las mujeres; mientras que ellas lo intentan más. Una de las razones por las cuales sucede esto se debe a que los varones acuden en menor proporción a psicólogos/as, se guardan los problemas para sus adentros y tienen menos presiones para no hacerlo (por ejemplo, las mujeres tienen la presión de que si se suicidan son malas madres). Si los varones, gracias a la coeducación, aprenden también a expresar sus sentimientos, sus miedos, sus frustraciones..., a no tener que ser machotes, etc, tendrán menos riesgos de suicidarse.

- Podrán decantarse con total libertad y sin que se les mire mal, si así lo desean, por profesiones como la enfermería, el cuidado de niños/as, la poesía, la Educación Infantil, etc.

- La sociedad dejará de ser sexista, y les brindará un permiso por paternidad propio, igual al de maternidad e intransferible, lo que les permitirá conciliar y ejercer su pleno derecho a estar junto a su familia y disfrutar de sí mismos.

- No tendrán que pasar horas y horas trabajando (aunque para esto es preferible luchar por los derechos de las personas trabajadoras yendo contra el capitalismo), pues el trabajo fuera del hogar y el de dentro de casa lo tendrá repartido junto a su pareja.

- Al implicarse y concienciarse al 100 % en la crianza, podrán acceder a la custodia compartida sin que ello suponga un peligro para sus hijos/as.

- Se verá igual de mal la agresión hacia una mujer que la agresión hacia un varón, por lo que nadie se reirá de ellos cuando una chica les pegue por "ser poco hombres".

- No serán mal vistos si deciden negarse a acostarse con una mujer, porque la idea de que "todos los hombres, si son verdaderos machos, quieren acostarse con todas", desaparecería.

- Nadie les llamará "pedófilos" si anuncian abiertamente que les gusta estar con niños y niñas. 

Con estos pocos puntos, observamos que la coeducación no es algo que sólo se ha inventado en favor para las mujeres, sino que también es bueno para los hombres. Así pues, ¿a qué esperamos para coeducar?

martes, 20 de noviembre de 2012

El adultocentrismo también discrimina, daña y mata.

El concepto de patriarcado (1), hace referencia, literalmente, al gobierno de la figura paterna.

Se emplea más bien para designar una estructura socio-política en donde el control lo toman y lo ejercen los varones; en donde el sexo masculino se encuentra por encima del sexo femenino.

No obstante, el sistema patriarcal va mucho más allá, pues la figura del padre no es sólo la de un varón, sino que, hablando con más precisión, se trata de un varón adulto.

Esto quiere decir que a raíz del patriarcado, la jerarquía irá más allá de la simplemente sexual, imponiendo al macho sobre la hembra, sino que también impone a la figura adulta sobre la de los seres más jóvenes, dando lugar a un compendio jerárquico que sigue esta dirección:

- Los hombres están sobre las mujeres.

- Las personas adultas se hallan sobre las más jóvenes.

- Los y las jóvenes están por encima de los niños y las niñas.

- Los niños se encuentran por encima de las niñas.

- Los niños y las niñas de mayor se sitúan por encima de los niños y las niñas de menor edad.

Esta organización en la cual las personas adultas tienen un puesto superior a las personas más pequeñas, es consecuencia de lo que se denomina como adultucentrismo.

En palabras de Dina Krauskopf (2):

"El adultocentrismo es la categoría pre-moderna y moderna “que designa en nuestras sociedades una relación asimétrica y tensional de poder entre los adultos (+) y los jóvenes (-)... Esta visión del mundo está montada sobre un universo simbólico y un orden de valores propio de la concepción patriarcal” (Arévalo,1996:46, 44). En este orden, el criterio biológico subordina o excluye a las mujeres por razón de género y a los jóvenes por la edad. Se traduce en las prácticas sociales que sustentan la representación de los adultos como un modelo acabado al que se aspira para el cumplimiento de las tareas sociales y la productividad. Ello orienta la visión de futuro para establecer los programas y políticas, los enfoques de fomento y protección del desarrollo juvenil. La efectividad de esta perspectiva hizo crisis, como producto de los cambios socioeconómicos y políticos de fin de siglo.

El adultismo se traduce directamente en las interacciones entre adultos y jóvenes. Se traduce en la rigidización de las posturas adultas frente a la inefectividad de los instrumentos psicosociales con que cuentan para relacionarse con la gente joven. Los cambios acelerados de este período, dejan a los adultos desprovistos de suficientes referentes en su propia vida, para orientar y enfrentar lo que están viviendo los jóvenes sin tomar en cuenta sus perspectivas". 

De la misma forma que el patriarcado ha llevado a lo largo de la historia a la idea de que una mujer es del varón con quien contrae matrimonio, este sistema ha designado que los niños y las niñas pertenecen a la persona o a las personas adultas que se encuentran a su cargo (bajo mi punto de vista, toda persona pertenece exclusivamente a sí misma).

Y cuando una persona adulta piensa que otra más pequeña le pertenece, no es de extrañar que esta primera acabe dirigiendo la vida de la segunda, sus gustos, sus emociones, su forma de vestir y de pensar, etc; lo cual, además, no se hace desde el punto de vista del ser más pequeño, sino del más grande.

De este modo nos encontramos con que las pautas que marcan los contextos infanto-juveniles no son diseñadas únicamente desde los hogares a partir de los padres y las madres, sino que además a nivel nacional o cultural a partir de la religión y la política. Pautas que, por supuesto, han discriminado, dañado y asesinado a los seres más pequeños, y que incluso hoy día siguen haciéndolo.

Veamos algunos ejemplos de esto:

1- En Esparta, cuando un niño o una niña nacía, se le podía dar muerte en caso de que tuviese alguna discapacidad o se le considerase débil. Se les impartía una educación muy rígida, y a los siete años dejaban de pertenecer a sus familias para ser parte del Estado, quien formaba a los niños como futuros soldados, y a las niñas, como madres de hijos e hijas fuertes y con buena salud.

2- En la Antigua Roma, la patria potestas daba al pater familias un enorme poder sobre los hijos y las hijas, otorgándole estos derechos: 

Ius exponendi: Derecho a aceptar o no dentro de la familia al bebé recién nacido. Cuando una criatura nacía, la comadrona le dejaba en el suelo. Si el padrevle aceptaba, lo recogía u ordenaba que fuese amamantado; si no, se le abandonaba. Las niñas tenían más riesgo de ser abandonadas que los niños. 

Ius vitae necisque: Derecho sobre la vida y la muerte de los hijos y las hijas. El padre tenía derecho a ordenar su muerte. Podía hacer uso de él para castigar una falta gravísima. 

Ius vendendi: Derecho a vender a los hijos y las hijas como esclavos/as.

Esto cambió al final de la República romana, en donde se abolieron los dos últimos derechos. Durante la étapa del Imperio, a raíz del cristianismo, desaparecieron todos ellos.

3- La Biblia se nos dice que:

"El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige" (Prov. 13:24).

"La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección, la alejará de él" (Prov. 22:15).

"No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá" (Proverbios 23:13-14).

"La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre" (Prov. 29:15).

4- Muchos son los casos, en diversas culturas y a lo largo de la historia, en que los padres y las madres han decidido con quien contraerían matrimonio sus hijos e hijas. También son numerosos los casos en que las familias han decidido qué estudios deberían cursar éstos/as; o, por el contrario, que han optado porque no estudiarían al no encontrarle sentido (una bonita forma de controlar su futuro). Hoy día, los padres y las madres, entre otras muchas cosas, por poner un par de ejemplos, deciden sobre sus hijos e hijas qué religión o no han de seguir, o si las niñas usarán o no pendientes, haciéndoles el agujero nada más nacer, pero luego se molestan si quieren usar un piercing o un tatuaje cuando tienen más edad.

5- En Inglaterra, durante la Revolución Industrial, se explotaba tanto a niños como a niñas, quienes trabajaban desde temprana edad en duros trabajos con muy malas condiciones, ganando menos dinero y falleciendo en muchísimos casos.

Sobre esto, recomiendo leer esta entrada.

A continuación dejo un texto sacado del libro Historia de las mujeres: una historia propia, de Bonnie Anderson (3), en el que se relata la vida de una muchacha en una fábrica:

"En 1832, Elizabeth Bentley, que por entonces tenía 23 años, testificó ante un comité parlamentario inglés sobre su niñez en una fábrica de lino. Había comenzado a la edad de 6 años, trabajando desde las seis de la mañana hasta las siete de la tarde en temporada baja y de cinco de la mañana a nueve de la noche durante los seis meses de mayor actividad en la fábrica. Tenía un descanso de 40 minutos a mediodía, y ese era el único de la jornada. Trabajaba retirando de la máquina las bobinas llenas y reemplazándolas por otras vacías. Si se quedaba atrás, "era golpeada con una correa" y aseguró que siempre le pegaban a la que terminaba en último lugar. A los diez años la trasladaron al taller de cardado, donde el encargado usaba correas y cadenas para pegar a las niñas con el fin de que estuvieran atentas a su trabajo. Le preguntaron ¿se llegaba a pegar a las niñas tanto para dejarles marcas en la piel?, Y ella contestó "Sí, muchas veces se les hacían marcas negras, pero sus padres no se atrevían a ir a al encargado, por miedo a perder su trabajo". El trabajo en el taller de cardado le descoyuntó los huesos de los brazos y se quedó "considerablemente deformada... a consecuencias de este trabajo".

6- En las escuelas, los métodos empleados siempre han sido restrictivos, se han usado castigos físicos, no se han tenido en cuenta ni las opiniones ni los sentimientos de los niños y las niñas, se les ha adoctrinado,etc. De hecho existe un dicho popular que cuenta que "la letra con sangre entra".

7- Actualmente, se generan sobre los y las jóvenes muchos prejuicios que resultan denigrantes y discriminatorios. Ideas como que son irresponsables (lo cual puede dificultar que sean elegidos en ciertos puestos de trabajo), que sólo piensan en beber, fumar y drogarse, se les considera menos capaces para ciertos puestos laborales (por ejemplo, una persona adulta puede tener sólo dos años de experiencia laboral como mecánico porque recientemente empezó a trabajar como tal, mientras que una persona joven puede llevar dentro seis años, y se tiende a dar por hecho que la persona adulta es la que más sabe), se dice que no quieren estudiar ni trabajar (en España, cuyo paro juvenil ya alcanza el 52 %, se utiliza un término llamado "ni-ni", que significa "ni trabajan, ni estudian". No obstante, bajo mi punto de vista, el significado de esto debería ser más bien el de "ni nos dejan trabajar, ni nos dejan estudiar").

8- Existen hoy día numerosas ideas sobre la necesidad de golpear a los niños y las niñas para que aprendan, de dejarles llorando "porque si no se malcrían", sobre que es perjudicial que duerman junto a su padre y su madre, etc.

No es desconocido el libro Duérmete, niño, de Eduard Estivill y Sylvia de Béjar (4), un libro que conforma un auténtico manual de adoctrinamiento, que por mucho que diga realmente no trata los trastornos del sueño, y que somete a los niños y las niñas a los deseos de sus padres y madres, haciéndoles insensibles a sus necesidades básicas.

Algunas de las frase de este señor en el mancionado libro son:

"Lo más probable es que en ese momento esté llorando a moco tendido... Ni caso. Seguid hablando como si nada".

"Lo lógico es que llore, grite, vomite, patalee, diga “sed”, “hambre”, “pupa”, “no te quiero”... lo que sea con tal de conseguir que os dobleguéis, pero ni os inmutéis ... Y si os cuesta mucho, pensad que lo estáis haciendo por su salud y la de toda la familia".

"Porque es Juanito quien se ha de adaptar a vosotros y no vosotros a él".

Esta serie de ideas ha llegado, incluso, ha causar muertes infantiles no sólo a lo largo de la historia, sino que también hoy día. Hace un año, En Estados Unidos, un pastor evangelista, Michael Pearl, escribió un libro: Cómo educar a tu hijo, en el que indica que la Biblia aconseja el uso de la fusta para pegar a los hijos y las hijas. También aconseja con qué pegar, y menciona objetos como una tubería de plástico. Hubo familias que siguieron sus consejos al extremo y acabaron provocando la muerte a sus niños y niñas (5).

9- Ni qué decir de la cantidad de hijos e hijas que han nacido a lo largo de la historia solamente para servir al padre y la madre. Es decir, los niños y las niñas en numerosas ocasiones han venido al mundo con el fin de servir de objetos. Muchas familias han tenido a sus niños y niñas para poder pasar la herencia a alguien, para demostrar los buenos genes que se tiene, para tener una mano de obra adicional en el campo, etc. Incluso hoy día, muchas mujeres, que justamente dicen ser las más paidocentristas, emplean a sus hijos e hijas como objetos al usarlos como un medio para autorrealizarse. Una auténtica objetivización de los y las bebés, que vienen al mundo tan sólo por el agrado de sus padres y/o madres. ¡Para que luego digan que sólo el no tener bebés es lo egoísta!

Con esto observamos que a lo largo de la historia, llegando hasta la actualidad, las personas de menor edad siempre han estado subordinadas a las de menor edad, padeciendo discriminaciones y daños que han llegado a causarles en ocasiones la muerte, y que por ende, el mundo de la educación aún tiene mucho camino por delante en la construcción de una sociedad que incluya una perspectiva que no deje de lado a los seres de menor edad; un mundo en donde el profesorado tenga en cuenta también sus ideas y sentimientos; en donde los padres, las madres y la sociedad les respeten; un mundo en donde las personas adultas no les pidan respeto por ser adultas, sino por ser personas; un mundo en donde puedan jugar y divertirse en la calle gratuitamente; un mundo que, en definitiva, se agache un poco y se ponga a su altura.


Fuentes:

(1)- Fontenla, M (2008). Mujeres en Red. El Periódico Feminista.

http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1396

(2)- Krauskopf, Dina. Participación social y desarrollo en la adolescencia. 

http://extranet.injuv.gob.cl/cedoc/Coleccion%20Coor%20Intersectorial%202000-2005/Documentos/Documento_%20Participacion_Social_D.%20krausKopf_2000.pdf

(3)- Anderson, Bonnie (1991). Historia de las mujeres: una historia propia, volumen 2. Barcelona: Crítica.

(4)- Estivill, E; y De Béjar, S (2003). Duérmete, niño. Barcelona: De bolsillo.

(5)-http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/acierto/internacional/noticias/3518356/11/11/Un-manual-de-educacion-recomienda-pegar-a-los-hijos.html

viernes, 16 de noviembre de 2012

¡Por cuatro esquinitas de nada! Vídeo sobre la inclusión.

A continuación les dejo un vídeo que relata una historia muy bonita que sirve de material didáctico para concienciar acerca del tema de la inclusión. Espero que les guste:




Rechazar la inclusión es enfriar la escuela y la sociedad; porque la mejor educación no es sólo aquella que se dirige de mente a mente, sino la que también va de alma a alma, de corazón a corazón.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Qué es la Educación Sexual y qué podemos enseñar.

Hace unos días me encontré con un chico que iba conmigo a ajedrez y que está cursando 3º de la ESO. Me paré a hablar con él y al rato me fijo que en la mano llevaba unos preservativos.

Me contó que habían acudido a su clase unas chicas a darles una charla sobre Educación Sexual. Le pregunté sobre qué le habían hablado, y me respondió justo lo que me imaginaba que les habrían explicado, pues cuando yo estaba en su mismo curso también vinieron dos chicas a hablarnos exactamente de lo mismo: qué clase de métodos anticonceptivos existen, cómo se utiliza un preservativo y cuáles son las Enfermedades de Transmisión Sexual.

Nada más.

Esas chicas pueden acudir una, dos o incluso tres ocasiones al aula a explicar lo ya mencionado y ahí se acaba todo.

¡Y a eso lo llaman Educación Sexual!

Pues yo no estoy de acuerdo. A eso se le llama prevención. Es algo que se halla dentro de la Educación Sexual, pero la simple prevención no puede considerarse como tal.

La Educación Sexual consiste en la educación que se da para acerca de la sexualidad humana, el aparato reproductor masculino y femenino, la orientación sexual, las relaciones sexuales, la reproducción, los valores y otros aspectos de la sexualidad humana.

Es importante que diferenciemos la prevención de la Educación sexual no sólo porque lo primero no genera valores ni un profundo conocimiento de nuestro cuerpo, sino porque además, si toda la Educación Sexual la centramos en métodos anticonceptivos, el objetivo de lsa sexualidad, que es el disfrute, se convierte en su opuesto.

Es decir, si con la Educación Sexual se busca que las personas disfruten de sí mismas, viviéndose, conociéndose bien, y haciendo disfrutar a otras personas, con una educación sólo con miras a la prevención, que esto no es más que centrarnos simplemente en el miedo a lo que pueda suceder, entonces nos privamos del total disfrute de nuestros cuerpos.

La Pedagoga y Terapeuta Sexual y de Pareja, Mónica Quesada Juan, dice que:

"La Educación Sexual se puede definir como un proceso cuyo objetivo básico es posibilitar que cada persona viva su sexualidad de forma positiva, sana, feliz y rsponsable. Cuando hablamos de educación de niños, niñas y jóvenes, hablamos también de la educación de la sexualidad, pues ésta es un aspecto más de la educación global de la persona.

Hablar de Educación Sexual es fundamentalmente hablar del Hecho Sexual Humano, es hablar de mujeres y hombres que son seres sexuados, que se viven como sexuados y que se expresan y relacionan como tales. Por ello, el principal objetivo de la Educación Sexual es favorecer que la persona se conozca, se acepte y valore su placer, no sólo la prevención de embarazos no deseados o la transmisión de las enfermedades. Si una persona se valora a sí misma, no se expondrá a riesgos innecesarios".

Junto a esto, se hace necesario argüir que entre todos los seres humanos, en tanto que somos una especie educable, no presentamos un comportamiento sexual generalizable y común, surgido de un instinto, sino que, por el contrario, más bien presentamos diferentes comportamientos y posturas ante la sexualidad, en función de diversos factores que la misma autora antes mencionada divide en tres aspectos:

- Aspecto biológico: Hace referencia a la sexuación. Se inicia con la formación del aparato reproductor, en función de si somos machos o hembras.

- Aspecto psicológico: Es la fora en que tenemos de vernos, sentirnos, valorarnos y vivirnos como seres sexuados.

- Aspecto social: Hace referencia a la erótica, a la forma en que expresamos lo que somos y lo que vivimos. En este aspecto entran en juego la cultura, las creencias, los valores, nuestra forma de ver la sexualidad y las relaciones de pareja...

El conjunto de estos tres aspectos definirá nuestra sexualidad, y por este motivo es importante que a través de la Educación Sexual, los niños y las niñas aprendan las siguientes cosas:

- Con relación al ámbito biológico: Conocer las partes del cuerpo humano, tanto del macho como de la hembra; cómo funcionan los aparatos sexuales (hormonas, espermiogénesis y oogénesis, ovulación, menstruación, orgasmo, ejercicios de retención, ejercicios de endurecimiento de los músculos, potenciación del placer, gestación, parto...).

- Con respecto al ámbito psicológico: Orientación sexual, identidad de sexo y género, reproducción de la  dominación-sumisión en el sexo a trvés de la cultura...

- En cuanto al ámbito social: El sexo en las diferentes culturas y a lo largo de la historia, mitos y creencias, tipos de relaciones de pareja, amor romántico y poliamor, etc.

Algunas de las ideas arraigadas en nuestra cultura y que para mí serían importante tocar en las clases de Educación Sexual, son:

- Coitocentrismo: Es la idea de que toda relación sexual ha de finalizar con el coito. De hecho, a veces se emplea la palaba "preliminares" para hacer referencia a que las caricias, los besos y demás toqueteos sólo sirven para llegar hasta la penetración. Es más, se llega al punto de que hay gente que opina que si un hombre no penetra a una mujer, entonces no ha tenido sexo; e incluso hay quienes opinan que una mujer no fue violada si no la penetraron.

- Falocentrismo: Consiste centrar la sexualidad masculina solamente en el pene. Mas hay que recordar que, por el contrario a lo que se dice, los varones tienen nervios todo el resto del cuerpo, es decir, que el placer no sólo puede dárseles en el falo, sino que también en el cuerpo, la espalda, el cuello, la cintura...

- Orgasmocentrismo: Se trata de la idea de que sólo se puede disfrutar llegando siempre al orgasmo. Sin embargo, la búsqueda del orgasmo evita centrarse en el placer en sí mismo, lo que dificulta tanto el disfrute como la llegada del mismo. Es mucho mejor, desde luego, dejarse llevar.

- Hombre dominante versus mujer sumisa: Aún hoy día muchos chicos y chicas piensan que los hombres deben dar el primer paso; que ellos han de pedir salir, o que una mujer no puede tomar la iniciativa en una relación sexual. Esta dominación-sumisión nos lleva a la relación de actividad versus pasividad. Y es que mucha gente estipula que el macho es el sexo activo, quien se mueve y debe moverse durante las relaciones. Esto lo comparan con dos cosas: 1- Con los espermatozoides y los óvulos, arguyéndose que sólo los espermatozoides son activos, lo cual es falso, pues se sabe que los óvulos generan sustancias químicas que sirven para atraerlos, así que ambos gametos son activos; y 2- con el término "penetraciçon". Se habla de que el hombre penetra a la mujer, pero no sobre que la mujer absorve al hombre. Yo prefiero hablar sobre que ambas partes se unen.

- Heterocentrismo: Las clases de Educación Sexual están orientadas hacia relaciones entre un hombre y una mujer (de ahí también tanto énfases exclusivo por la prevención), pero nunca de relaciones homosexuales y bisexuales, además de relaciones heterosexuales con comportamientos homosexuales.

- Monogamia y poligamia: Siempre se hablan de relaciones sexuales y de pareja entre dos personas. Pero, ¿por qué no dar cabida al poliamor, a las relaciones abiertas, a los tríos, etcétera?

- La Santa y Madre frente a la prostituta: A las mujeres se les da una educación que tiende a esta dicotomía: por un lado, debe estar siempre disponible al servicio y gusto del hombre como si de una prsotituta se tratase, y por otro lado, ha de ser cual Santa Madre bendita, que sólo se acuesta con su pareja y le da hijos/as.

¿Por qué no mejor una Educación Sexual que enseñe a chicos y chicas que cada cual vale por y para sí mismo/a, que no deben de doblegarse ante la voluntad de nadie y que han de ser respetados/as sin importar si se acuestan con un hombre, con tres, con cinco mujeres o con sólo una?

Por último, tal como he mencionado al inicio de la entrada, la Educación Sexual debe servir para potenciar el placer sexual humano.

Así pues, para finalizar esta entrada, expongo a continuación algunas de las pautas que pueden enseñarse a chicos y chicas para alcanzar este objetivo:

- Auto-exploración y exploración mutua: O dicho de otro modo, la masturbación. A través de la misma puede conectarse con el propio cuerpo y el de la pareja, conociendo en qué partes se siente más y cómo es mejor estimular(nos). Sé de muchos chicos que, a causa de la cultura falocentrista y orgasmocentrista, basan su masturbación en un simple frotamiento del pene hasta eyacular, con lo que se pierden muchas cosas (en ocasiones también el propio orgasmo, pues la eyaculación y el orgasmo no van siempre unidos. Yo, desde que comencé a leer tantra, a conocer mi cuerpo y a ir con calma, he aprendido de verdad lo que es un orgasmo).

- Sano egoísmo: Tenemos que deshacernos de la idea de que las relaciones sexuales las mantenemos solamente para hacer disfrutar a la persona con quien nos acostamos. El sexo, cuando no se trata de la propia masturbación, es cosa de dos o más personas, entre las cuales nos encontramos nosotros/as. Hay que ser un poco egoístas en el buen sentido de la palabra y dejarse dar placer, y no sólo pensar en el resto. No se puede se puede disfrutar si nos pasamos todo el tiempo pensando si lo estamos haciendo bien o no.

- La sexualidad con respeto: Bajo mi punto de vista, uno de los problemas a los que se enfrenta la educación actual radica en que estamos dirigiéndonos hacia una sociedad moderna, avanzada y progresista, pero manteniendo valores conservadores y retrógrados. Por ejemplo, no podemos pretender hablar de métodos anticonceptivos o la compañía de doulos y doulas que relajen a las mujeres durante la gestación y el parto, si sieguimos viviendo en una sociedad tradicionalista y cada vez más capitalista, pues sólo podrán acceder a estas cosas la gente con los recursos económicos suficientes. Ante una sociedad progresista, se requiere una economía progresista, es decir, con carácter público y gratuito.

Pues bien, con respecto a la transmisión de valores a los chicos y las chicas sobre sexualidad, nada se está hacinedo. Es decir, queremos sexo libre y respetado, pero no educamos; queremos que no se vean a las mujeres como simples objetos sexuales, pero permitimos que se las maltrate y use deliberadamente en películas pornográficas que sólo enseñan a meter puños en el culo de una mujer; queremos prevención pero los métodos anticonceptivos no están al alcance de todo el mundo.

Por este motivo es importante dar una Educación pública, gratuita, laica, no sexista y emancipadora que genere valores de igualdad entre sexos, de respeto mutuo y de subjetividad y no de objetividad de las personas.


- Relaciones sexuales por deseo propio: Hay adolescentes que se somenten a relaciones sexuales por presiones, por miedo a ser tildados de resentidos/as y retrógrados/as; y otros/as que no lo hacen por miedo a que se les califique de un modo totalmente opuesto. Hemos de enseñar a los chicos y las chicas que el sexo es algo propio, que nuestro placer es nuestro y no algo perteneciente a otras personas, y que si no queremos acostarnos, no queremos y punto. Un no es un no; y nada justifica, ni siquiera el vestir de forma provocativa, que nos obliguen a mantener relaciones.


Nota:

La presente entrada es un resumen de un trabajo sobre Educación Sexual y prevención que un compañero de mi clase y yo realizamos. Así pues, quiero dar las gracias a Miguel por su trabajo y colaboración, porque esta entrada es en parte también de él.

Asimismo, quiero dar también las gracias a Mónica Quesada Juan por ayudarnos a Miguel y a mí en la elaboración de dicho trabajo. Sus aportaciones me dieron una perspectiva totalmente diferente con respecto a la sexualidad en la educación. Y esta entrada, por supuesto, en parte también es de ella. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Y el padre, qué?


Hace unos días escuché a una familia decir lo siguiente:

"Prefiero que sea un niño antes que una niña, porque, puff, luego te sale pendona, se queda preñada y a ver qué haces. Mejor un chico, que así no hay problemas".

¿Cómo que no hay problemas con un chico? ¿Y el padre, qué? ¿Es que acaso los niños y las niñas vienen a las mujeres por espíritu divino, y no porque a uno de sus óvulos se le une un espermatozoide, para lo cual se requiere un varón?

Me parece increíble que ya se determine la irresponsabilidad paterna incluso desde antes de conocer el sexo del bebé.  

¿No sabemos ni siquiera dar una correcta educación sexual ni tan siquiera en los hogares? Digo, porque educación sexual no es simple prevención, sino que también, como explicaré en la siguiente entrada, consiste en dar una serie de valores éticos ante la sexualidad y el cuerpo de las personas. Y en tanto que la paternidad y la maternidad van ligadas al sexo, enseñar a los niños que tienen que evitar sus obligaciones paternales y de prevención, me parece un signo de una pésima educación sexual. 

Si yo tengo un hijo y sé que va a ser padre de muy joven (1), me importará igual que si hubiese sido chica. Puede que no lleve dentro la criatura, pero eso no significa que no sea responsable de sus acciones.

Pero claro, como siendo hombre existe la posibilidad de que tu hijo se desentienda fácilmente del niño o la niña, pues nada, "por si acaso, mejor que sea chico".

Y asi ocurre que, después de que la familia con estos pensamientos, y la sociedad con sus estereotipos, alienten a los chicos a irresponsabilizarse en la paternidad, surgen adolescentes y jóvenes que cargan todo el peso de la prevención las mujeres, además de hacer nefastas viñetas como ésta que dejo en este link.

No sólo la pareja no utiliza protección, sino que él dice usarla con el empleo de un nombre falso... Y a quien hizo esta viñeta y a muchos que comentaron en ella les parece no sólo bonito, sino que además gracioso. Así va el mundo...

Nota:

(1)- Digo muy joven porque me parece que es un poco prejuicioso mirar mal a los padres y las madres jóvenes. Siempre puede darse el caso de que una persona sea joven pero autosuficiente y decida tener un o una bebé por gusto. Yo tuve una compañera de clase (bien madura y responsable) que fue madre a los 20 años porque a esa edad ya se había independizado, tenía dinero más que suficiente para mantener a una criatura (además de que en aquel momento estaba en su último año en la Dplomatura en Magisterio Infantil) y así lo decidió junto a su pareja. Sé que hoy día es difícil poder criar un/a niño/a a edades jóvenes, pero recuerdo que no hace mucho tiempo aquí en España había familas cuyo padre y cuya madre rondaban los 23 años, y no estaba mal visto, a diferencia de ahora, que parece que sólo se han de tener con 40.
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