Como ya sabemos, el sexismo es un sistema que afecta negativamente tanto a varones como a mujeres. Y una de las soluciones ante esto es la coeducación, esto es, aquella educación mediante la cual se trata de desarrollar todas las capacidades, tanto de los niños como de las niñas, por igual, eliminándose los estereotipos y las ideas
preconcebidas sobre las características que deben tener las personas según su sexo.
Y dado que el sexismo también perjudica a los varones, obviamente la coeducación también les beneficia a ellos. ¿En qué aspectos? Estos son algunos:
En la niñez:
- A través de ésta, los chicos pueden elegir libremente, desde la más tierna infancia, a qué y con qué jugar sin importar su sexo, con lo cual se desarrollan sus propios gustos y unas capacidades no pre-establecidas, favoreciéndose su educación en vez de su adoctrinamiento, al mismo tiempo que disfrutan de un juego más espontáneo y sin restricciones.
- Se permite a los niños llorar (desaparece la expresión "los niños son fuertes y no lloran, que eso es de nenas"), desarrollar el área emocional y las capacidades de expresión y de socialización, aprenden a resolver sus problemas de un modo dialogado y pacífico, liberan tensiones, etc.
- Se les enseña que ellos podrán ser en un futuro igual de capaces que las chicas para ejercer las labores de crianza, enseñanza y educación, tanto en el ambiente familiar como en el ambiente escolar.
- Se tendrán en cuenta sus características individuales, por lo que ya no tendrán que ser siempre más fuertes que ellas, más trabajadores que ellas, etc, sino simplemente ellos mismos.
- Aprenderán más y mejor en la escuela, además de ver incrementado su rendimiento académico al poder centrarse más en sus estudios, dado que con la coeducación no se orientan a los niños un conjunto de valores basados en la competividad y la agresividad (como ocurre con las series de dibujos de violencia o con los juegos bélicos), sino que se promueve sobre ellos una educación ética.
- Los niños adquieren una mayor variedad de habilidades y conocimientos útiles para la vida diaria (como cocinar), lo que les ayudará a tener una mayor autonomía en el futuro.
- En asignaturas como Educación Física se les pedirá un rendimiento acorde a sus posibilidades individuales, en lugar de exigirles un sobre esfuerzo porque se presupone que todos los chicos tienen mayores cualidades.
- Sus padres y sus madres les darán más afecto a través de un mayor número de besos, caricias y abrazos, y no interpretarán siempre sus llantos como simples enfados o rabietas.
Cuando sean adultos:
Cuando sean adultos:
- Mejorarán su vida sexual, al no tener la presión de "tener que hacerlo bien", pues la actividad y la responsabilidad en las relaciones sexuales recaerá tanto en ellos como en ellas, y no sólo en los varones.
- Serán más autónomos y más competentes en una mayor diversidad de tareas, al haber aprendido una mayor variedad de tareas. No es lo mismo un varón que sólo sabe arreglar el coche, que otro que también sabe cocinar y coser.
- El índice de suicidios se reducirá en ellos. Los varones se suicidan hasta tres veces más que las mujeres; mientras que ellas lo intentan más. Una de las razones por las cuales sucede esto se debe a que los varones acuden en menor proporción a psicólogos/as, se guardan los problemas para sus adentros y tienen menos presiones para no hacerlo (por ejemplo, las mujeres tienen la presión de que si se suicidan son malas madres). Si los varones, gracias a la coeducación, aprenden también a expresar sus sentimientos, sus miedos, sus frustraciones..., a no tener que ser machotes, etc, tendrán menos riesgos de suicidarse.
- Podrán decantarse con total libertad y sin que se les mire mal, si así lo desean, por profesiones como la enfermería, el cuidado de niños/as, la poesía, la Educación Infantil, etc.
- La sociedad dejará de ser sexista, y les brindará un permiso por paternidad propio, igual al de maternidad e intransferible, lo que les permitirá conciliar y ejercer su pleno derecho a estar junto a su familia y disfrutar de sí mismos.
- No tendrán que pasar horas y horas trabajando (aunque para esto es preferible luchar por los derechos de las personas trabajadoras yendo contra el capitalismo), pues el trabajo fuera del hogar y el de dentro de casa lo tendrá repartido junto a su pareja.
- Al implicarse y concienciarse al 100 % en la crianza, podrán acceder a la custodia compartida sin que ello suponga un peligro para sus hijos/as.
- Se verá igual de mal la agresión hacia una mujer que la agresión hacia un varón, por lo que nadie se reirá de ellos cuando una chica les pegue por "ser poco hombres".
- No serán mal vistos si deciden negarse a acostarse con una mujer, porque la idea de que "todos los hombres, si son verdaderos machos, quieren acostarse con todas", desaparecería.
- Nadie les llamará "pedófilos" si anuncian abiertamente que les gusta estar con niños y niñas.
Con estos pocos puntos, observamos que la coeducación no es algo que sólo se ha inventado en favor para las mujeres, sino que también es bueno para los hombres. Así pues, ¿a qué esperamos para coeducar?
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