martes, 30 de agosto de 2011

Aprenderse al alumnado.

A lo largo de toda mi vida he escuchado decir muchas veces que el mejor o la mejor docente es aquella persona que mejor domina la materia. Y no estoy de acuerdo.

No voy a negar que para que un/a profesor/a pueda enseñar matemáticas a Elena, éste/a debe poseer conocimientos de matemáticas. Mas esto no es suficiente.

En primer lugar, creo que, también:
Para que podamos enseñar matemáticas a Elena, debemos saber enseñar tal asignatura.

Recuerdo que hace batante tiempo, la hermanita de un amigo mío me pidió que le enseñase a dibujar. Cogimos un lápiz y una hoja de papel... ¡y ahí me quedé! Descubrí que sabía dibujar, pero no sabía cómo enseñar a dibujar.
Pero ahí no queda la cosa. No solamente debemos saber enseñar y poseer una metodología. Creo que también:

Para que podameos enseñar matemáticas a Elena, hemos de conocer a Elena.

La Psicología de la Educación nos ayuda a comprender a los y las infantes, y con ello, la Didáctica nos enseña cómo elaborar una buena metodología, cómo enseñar.

No obstante, aunque existen métodos educativos y de enseñanza más eficientes que otros, no creo en un método global que sirva para todos y cada uno de nuestros educandos. Yo puedo conocer un muy buen método, pero dicho método no funcionar con ciertos/as discentes.

Por este motivo, creo que en primer lugar, como base, hemos de aprendernos a nuestros/as alumnos/as, para conocer de qué pie cojean y cuáles son sus puntos fuertes (para lo cual puede emplearse, por ejemplo, una evaluación inicial a comienzo del curso), qué les motiva más y qué les motiva menos, etc.

En resumen:

Creo firmemente que para que podamos enseñarle bien matemáticas a Elena, es más importante saberse a Elena que saber matemáticas.

sábado, 20 de agosto de 2011

La rosa de los vientos.



La rosa de los vientos es un instrumento que se utilizaba en las cartas de navegación. Marca el rumbo del viento y tiene un uso similar al de la brújula, es decir, se puede emplear para orientarse.

No soy, ni me gustaría ser, el típico profesor dictatorial que lleva a sus alumnos/as rectos/as por un mismo sendero, sino que más bien trato de ser una especie de guía, un amigo que les ayude a orientarse y a sentirse más seguros/as, como lo haría una rosa de los vientos.

Por ello, la letra de la siguiente canción del grupo musical Mago de Oz se la dedico a ellos/as, y a mi hermano y a mi pareja... Mis dulces compañeros/as de viaje.  


LA ROSA DE LOS VIENTOS:

Si siembras una ilusión
y la riegas con tu amor 
y el agua de la constancia,
brotará en ti una flor,
y su aroma y su calor 
te arroparán cuando algo vaya mal. 

Si siembras un ideal 
en la tierra del quizás,
y lo abonas con la envidia,
será imposible arrancar
la maldad de tu alma 
si en ella echó raíz. 

Y que mi luz te acompañe,
pues la vida es un jardín, 
donde lo bueno y lo malo 
se confunden y es humano 
no siempre saber elegir. 

 Y si te sientes perdido,
con tus ojos nos has de ver;
hazlo con los de tu alma 
y encontrarás la calma:
tu rosa de los vientos seré. 

Si siembras una amistad,
con mimo plántala,
y abónala con paciencia.
 Pódala con la verdad 
y transplántala con fe,
pues necesita tiempo y crecer.  

Si te embriagas de pasión 
y no enfrías tu corazón,
tartamudearán tus sentidos y, quizás,
hablará sólo el calor 
y no la razón:
 es sabio contar hasta diez.

Y que mi luz te acompañe,
pues la vida es un jardín, 
donde lo bueno y lo malo 
se confunden y es humano 
no siempre saber elegir. 

 Y si te sientes perdido,
con tus ojos nos has de ver;
hazlo con los de tu alma 
y encontrarás la calma:
tu rosa de los vientos seré.

martes, 16 de agosto de 2011

Intercambio de libros.

La lectura es algo que me apasiona, y es muy, pero que muy importante. Constituye una actividad formativa que también puede resultar educativa; además de fomentar la creatividad, la imaginación, invita a la reflexión, etc.

Me gustaría hacer con ustedes un intercambio de libros. Yo les digo el título de algunos de mis libros favoritos, y ustedes, si quieren, a través de sus comentarios, me cuentan algunos de los libros que más les ha gustado. ¿Qué les parece?

Aquí va mi lista:

-Ángeles y demonios, de Dan Brown.

-Cartas para Claudia, de Jorge Bucay.

-Un mundo feliz, de Aldus Huxley.

-Sexo y temperamento en tres sociedades primitivas, de Margaret Mead.

-La trilogía Memorias de Idhún, de Laura Gallego.

-El Alquimista, de Paulo Coelho.

-Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena.

-Rimas y Leyendas, de Gustavo Adolfo Bécquer.

-Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie.

-El principito, de Antoine de Saint-Exupéry.

-Pedagogía del oprimido, de Paulo Freire.

lunes, 8 de agosto de 2011

La igualdad plena entre hombres y mujeres aún no se ha alcanzado.

Hace unos cuantos días, en medio de una conversación en otro blog, me di cuenta de que cuando estaba en el Instituto, a excepción de una profesora de Filosofía que rara vez hablaba sobre la igualdad entre hombres y mujeres, ningún profesor y ninguna profesora nos habló acerca del tema del feminismo.

Como consecuencia, hasta que no conocí a mi pareja y hasta que no entré en Pedagogía, donde sí estudiamos el feminismo en asignaturas de Sociología y de Historia de la Educación (de haber entrado en otra carrera universitaria, estaría totalmente vacío en estos temas de no ser gracias a algún que otro blog, entre los que caben mencionar el de Basta de Sexismo y  el de Sexismo e Misoginia), crecí creyendo que hombres y mujeres hemos alcanzado la igualdad al cien por cien, y que el feminismo no era más que un movimiento absurdo y atrasado, que perseguía la superioridad de las mujeres sobre los varones.

Tampoco me enseñaron nada sobre lo que han tenido que sufrir las mujeres para llegar hasta el punto en el que se encuentran actualmente (obviamente, me refiero a los países occidentales. Ni qué decir que en lugares como Afganistan, entre otros muchos, la mujer está muchísimo más oprimida). Tampoco me enseñaron que algunos logros femeninos se debieron únicamente al interés de algunas cuantas personas (por ejemplo, en España la mujer consiguió el voto durante la II República no porque se pensase que debía haber igualdad entre ambos sexos, sino porque así ganarían los partidos políticos derechistas al dejarse influir éstas por la Iglesia Católica y por sus maridos. La izquierda, por su parte, por este motivo, se negaba a ceder el voto a la mujer. Una prueba más de que no existe realmente la izquierda ni la derecha, sino unos intereses movidos por el dinero y el poder). Y mucho menos, a excepción de esta profesora que he mencionado, se me enseñó que el feminismo es el movimiento que persigue la igualdad entre mujeres y hombres, y que aquel movimiento que persiga la superioridad de las mujeres sobre los varones es el hembrismo.

Por este motivo, considero que sería apropiado que en las clases de cualquier asignatura, se mostrase de vez en cuando a mujeres matemáticas, físicas, químicas, filósofas, etc; a mujeres que han obtenido un Premio Nobel; a mujeres que hayan inventado cosas; cómo ha sido el progreso de la mujer a lo largo de la historia, etc.

Por ejemplo, siempre pueden mencionarse a Diotima de Mantinea (quien enseñó a Sócrates), a Hipatia de Alejandría (quien se dedicó a las matemáticas, la astronomía, la filosofía), a Hiparquía de Tracia (de la Escuela Cínica), a Olimpia de Gouges (quien creó la Declaración de los Derechos de la Mujer durante la Revolución Francesa), a Mary Wollstonecraft, también conocida como Mary Shelley (escritora de Frankenstein o El moderno Prometeo, entre otras cosas), a Simone de Beauvoir (novelista y filósofa escritora de El segundo sexo), a María Montessori (educadora, psicóloga, médica y filósofa, creadora del método Montessori, un revolucionario método por aquel entonces, basado en el respeto de los niños y las niñas, y de su desarrollo); y a muchísimas mujeres más.

He mencionado a éstas mujeres por una razón: no me enseñaron a ninguna de ellas durante la Educación Secundaria. 

¿Alguien puede explicarme por qué? ¿Por qué gente que ha influido tanto en la historia y en aquello a lo que se dedicó, no se me enseñó en el Instituto? 

Quizá otros/as alumnos/as de otros centros tuvieron la suerte de llegar a conocer a estas mujeres. Pero a mí no me enseñaron a ninguna de ellas. Ni a Diotima de Mantinea cuando estudiaba Filosofía, ni a Olimpia de Gouges cuando estudié la Revolución Francesa, ni a Mary Shelley al estudiar Lengua y Literatura (llegué a conocer a escritoras españolas, como a Emilia Pardo Bazán, entre muchas otras, pero no a ninguna que fuese de otra nación).

¡Y luego dicen que a las mujeres ya tienen lograda la igualdad; que qué más quieren conseguir!

En fin... No, no se le da importancia a las mujeres en las materias escolares, ni tampoco se ha alcanzado una igualdad plena entre hombres y mujeres. Voy a dar paso a exponer algunos ejemplos a continuación, de cómo aún hay mucho que recorrer, de cómo hombres y mujeres todavía sufrimos el sexismo y no se nos trata por igual:

Aún queda por lograr la igualdad entre sexos...

-Cuando se le pregunta a una mujer si pretende tener hijos/as a la hora de presentarse en una entrevista laboral.

-Cuando se mira mal a un varón por cuidar a su hijo/a.

-Cuando se insulta a las mujeres como "machorras" cuando dicen que no piensan vestir nunca con minifalda y tacones, y al mismo tiempo se les dice otras barbaridades si lucen la ropa que la sociedad espera que lleven puesta.

-Cuando un varón es tierno, dulce y cariñoso, muestra sus sentimientos y llora, y ciertas personas le tachan de "afeminado" o "poco macho".

-Cuando se les mira a las mujeres con mala cara cuando dicen no querer tener hijos/as, o también cuando dicen sí quererlos (porque el problema ya no está en que se mire solamente mal a quienes no quieren tener hijos/as. Actualmente haga lo que haga una mujer se la trata mal. Es decir, la cuestión ahora está en que no sea libre de elegir qué hacer con su cuerpo y su vida).

-Cuando en el lenguaje se toma como neutro el masculino.

-Cuando se hacen diferencias entre "juguetes para niños" y "juguetes para niñas".

-Cuando se enfada un/a maestro/a con un niño si le ve jugando con una muñeca.

-Cuando le dicen a una niña que no puede jugar bien al fútbol no porque no tenga cualidades, sino porque es chica.

-Cuando se aborta a una niña por el mero hecho de ser niña.

-Cuando se piensa que todo hombre es bruto, machista, estúpido y maltratador por naturaleza.

-Cuando se agrede a una mujer solamente por ser mujer.

-Cuando se dice que los varones exclusivamente piensan con su falo.

-Cuando no se da valor a las labores del hogar realizadas por muchas mujeres, llegando al punto de decir que las mujeres no hacen nada, que son todas unas vagas y unas aprovechadas de sus parejas.

-Cuando se burlan de un varón que decide quedarse a trabajar en su hogar.

-Cuando en un examen de inglés se le hace escribir a niños y niñas "My mother is cooking a delicious cake" (mi madre está cocinando un pastel delicioso) y también "My father will repair the car tomorrow" (mi padre reparará el coche mañana).

-Cuando se ocultan a las mujeres en las materias escolares.

-Cuando se da por hecho falsamente que un hombre nunca puede ser maltratado por una mujer.

-Cuando se le niega a la mujer a tener un embarazo y un parto digno.

-Cuando se burlan de un chico por estudiar pedagogía o cualquier magisterio, y comentar que quiere cuidar bebés o niños/as.

En definitiva... 

-Cuando se considera que un hombre es, piensa y actúa de un modo determinado por ser hombre, cuando se considera que una mujer es, piensa y actúa de una forma determinada por ser mujer...

-Cuando se adjudican roles a hombres y mujeres diferentes y fijos, agrupando a una mujer el el grupo "mujeres" y a un hombre en la categoría "hombres", en vez de permitirles a cada mujer y a cada hombre ser una persona diferente, única e irrepetible al resto de personas que hay en el mundo.

Y ante esto, ¿qué es lo mejor que podemos hacer? Para mí no cabe duda: educar. Educar de una manera no sexista. Cosa que puede parecer fácil... pero, por desgracia, no lo es.

Pero mientras haya gente dispuesta a seguir adelante; mientras aún permanezcan viva la llama de la esperanza y la razón bien puesta en su sitio... un mundo más justo y equitativo será posible.

¿Un sueño? Tal vez. Pero creo... confío... quiero pensar... sé... que mis sueños son sueños que algún día dejarán de serlo.
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