jueves, 15 de septiembre de 2011

Todos/as somos egoístas.

Sinceramente, opino que todas las personas del mundo somos, sin excepción alguna, egoístas, y que, por lo tanto, todo lo que hagamos, siempre, siempre, será para nuestro propio beneficio. Ahora bien, conviene que dicte los dos tipos de egoísmo que distingo:

-Egoísmo negativo: Es aquel a lo que denominamos como egoísmo, y consiste en, según el diccinario, un excesivo amor o aprecio que tiene una persona por sí misma, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés, sin preocuparse de las demás personas.

-Egoísmo positivo: Considero que surge el egoísmo positivo cuando buscamos realizar un bien a otra persona. Esto es lo que se le denomina altruismo. Pero, ¿por qué lo denomino egoísmo positivo en vez de altruismo? Por la siguiente razón:

Por que todo bien que hacemos a otra persona, en mayor o menor medida, consciente o inconscientemente, de un modo u otro, y aunque parezca mentira, nos supone algún beneficio.

Por muy mal que lo pasemos haciendo algún bien a otra persona (aunque tal acción nos lleve a la muerte), realmente tal situación era lo que más nos convenía o lo que más deseábamos, porque de no haber actuado así, posteriormente nos sentiríamos mal con nosotros/as mismos/as, nos arrepentiríamos y no nos lo podríamos perdonar. Realmente cuando somos altruistas, es porque nos sentimos mejor con nosotros/as; porque de un modo u otro, aunque sólo sea de una manera moral, interna, psíquica, inconsciente, espiritual (como se desee llamar), llevar a cabo esa acción nos reconforta.

Opino que debemos ser conscientes, por lo menos, de que no podemos reprochar siempre y desmedidamente a las demás personas ser egoístas. ¿Por qué? Porque cuando alguien te dice "eres un/a egoísta", realmente te lo está diciendo por puro egoísmo. Esa persona no quiere que seamos egogístas con ella, porque lo que desea lo quiere para sí misma. Cuando alguien te llama egoísta, lo que quiere decir es "No pienses en ti. Piensa en mí".

¡Ojo! Con esto no alego que el mundo deba ser negativamente egoísta. Pienso, sin duda alguna, que lo mejor es aprender a ayudarnos y a compartir; es decir, a ser positivamente egoístas. Pero no olvidar, en primer lugar, que cuando enseñamos el, a mi entender, mal llamado altruismo, lo hacemos por egoísmo, y en segundo término, que jamás llegaremos a ser verdaderamente altruistas (¿Cómo podemos llegar a amar al cien por cien a otra persona si en primer lugar no nos apreciamos a nosotros/as?).

Creo, sinceramente, que la clave está en la fórmula que dejó Jesús de Nazaret:

Amar al prójimo como a ti mismo.

Para mí la clave está en esta expresión, gracias al como. Si amas a alguien como a ti mismo/a, significa que no te amas por encima de toda persona, pero al mismo tiempo tampoco te amas por debajo. No te pones ni en una posición de superioridad ni en una posición de inferioridad. Si amamos a alguien como a nosotros/as mismo/as, será un amor en condiciones de igualdad. Con lo cual, somos egoístas porque nos amamos, pero al mismo tiempo somos altruistas porque también amamos a las demás personas. En resumen, acabamos siendo egoístas de un modo positivo... Hacemos el bien a las demás personas, al mismo tiempo que también nos lo hacemos a nosotros/as.

5 comentarios:

laindefensiónaprendida dijo...

Pues me gusta lo que escribes.
Estoy totalmente de acuerdo. Yo tardé muchísimo tiempo en descubrir que esa frase central, la de amar al prójimo como a uno mismo implica primero amarse. Creo que a mucha gente le cuesta esto un gran trabajo, y estoy verdaderamente convencida de que el problema comienza, por algún motivo y, POR SUPUESTO, ya en la niñez.

Enrique dijo...

Inde:

Estoy de acuerdo en que muchos problemas comienzan en la niñez. Pero creo que hay que ampliarlo y decir también que:

1- Un problema que aparece en la niñez no tiene por qué persistir para siempre. Si se trata de una manera adecuada, muchas personas adultas pueden perfectamente llegar a ser felices a pesar de haber tenido una mala infancia.

2- No toda feliz infancia convierte a las personas adultas en seres felices, ya que también existen numerosos problemas que pueden darse en la vida adulta. Ahora bien, creo que una persona con una infancia feliz y bien educada, podrá solucionar o pasar los problemas más fácilmente.

Besos y gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Se supone que si jo hago algo por los demas estoy siendo "egoista positivo"? Entonces en la practica es correcto decir que si ayudas a alguien estas siendo igualmente egois? Es decir, se puede por tanto hacer que la sociedad deje de ser egoistan tanto positivamente como negativamente?

Enrique dijo...

Hola anónimo/a.

En nuestro lenguaje, encontramos dos términos: egoísmo (que es lo malo) y el altruismo (que es lo bueno). Pero yo denomino al altruismo como egoísmo positivo. ¿Por qué? Porque de algún modo, lo que hacemos por las demás personas, lo hacemos también por nosotros/as. Por ejemplo, porque nos sentimos bien ayudando.

Ahora bien, claro está, en nuestra sociedas se nos inculca un concepto negativo del egoísmo. Y por eso viene tu segunda pregunta: ¿se puede no ser ni egoísta positivo ni negativo? Bueno, la verdad es que yo lo dudo mucho. No obstante, no creo que sea algo preocupante. Ser egoísta positivo, significa ayudar, hacer las cosas bien... ser lo que conocemos como "altruista". El problema está en el ser egoísta negativo, porque haces daño a las demás personas. Si eres egoísta positivo, y de algún modo, aunque sea personalmente, sacas algún tipo de beneficio... ¿qué hay de malo en ello? Yo creo que nada.

Por tanto, y es a lo que quiero llegar con esta entrada, lo importante, para mí, es hacer que no haya gente egoísta negativa, pero sí gente egoístamente positiva, lo cual, como ya he dicho, no tiene nada de malo. Consiste en que todas las personas nos respetemos, amemos y tratemos por igual, sin estar nadie por encima ni debajo de nadie.

Saludos.

Tina dijo...

Totalmente de acuerdo. La primera vez que me planteé este asunto conscientemente (con 14 años, creo) lo denominé egoísmo directo (el que recae directa o materialmente sobre el propio individuo) y egoísmo indirecto (cuando obtienes un beneficio por proporcionar un bien a otrx). Por si te interesa, este planteamiento recibe el nombre de egoísmo metaético en Filosofía (bueno, en la rama de la Metaética más concretamente).

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...