lunes, 5 de mayo de 2014

¿Es posible dar una educación despolitizada?

Dicen algunas lenguas que educación y política son dos cosas que han de ir separadas. Politizar la educación, es, argumentan, sinónimo de adoctrinamiento. 

Pero... ¿es que acaso es posible despolitizar la educación y la enseñanza? O, mejor aún: ¿es que acaso es posible proporcionar una educación apolítica?

Definitivamente, en mi opinión, no.

No se puede dar una educación despolitizada, porque la educación por sí misma entraña política.

Una de las cosas que tenemos que tener presente cuando hablamos de educación, es que cuando educamos siempre (¡siempre!) perseguimos una finalidad. Educamos por y para algo, no porque sí o porque nos aburrimos.

Por ejemplo, los y las anarquistas buscan la libertad, la equidad y la abolición de todo poder y de toda autoridad, como por ejemplo el de el Estado y el de las empresas, y para ello promueven una pedagogía libertaria, a través de la cual los niños y las niñas crezcan autónomamente en una sociedad pensante sin divisiones jerárquicas de ningún tipo, sin autoritarismos y con un espíritu crítico, auto-crítico y de ciudadanía políticamente pro-activa y cooperativista.

Los y las feministas persiguen la igualdad entre varones y mujeres, luchando contra el sistema patriarcal, que se basa en el sexismo en general y el machismo en particular. A fin de lograr esto, promueven el modelo coeducativo, que pretende dar una educación que no haga distinciones entre niños y niñas, de tal modo que las chicas y los chicos tengan las mismas oportunidades en la vida, elijan libremente ser como quieran ser y desarrollen al máximo sus aptitudes personales. 

Los cristianos y las cristianas persiguen el fomento de la fe cristiana, la sumisión a Yavhé Dios, a Jesús Cristo y al clero, y el cumplimiento de la doctrina, con la ayuda, si es posible, de un Estado confesional. Emplean el catecismo como modelo y la Biblia como material didáctico principal.

Entonces, viendo esto, nos damos cuenta de que cuando educamos lo estamos haciendo siempre bajo unos ideales, lo cual conlleva implícito un fin político.

Ante este panorama, hay quienes me pueden comentar: ¿y si promovemos un sistema de enseñanza en el cual los y las docentes no eduquen, sino que tan solo busquen que el alumnado aprenda, sin más?

A priori puede parecer una fácil solución: si en los centros educativos no se educa, no hay política posible, en tanto que la enseñanza es, en teoría, neutral.

Y digo en teoría, porque hay materias y conocimientos que tras de sí también yace una intención, lo cual nos
lleva, de nuevo, a que la enseñanza también llega a convertirse en política.

Es cierto que si enseñamos que dos más dos es igual a cuatro, no estamos educando en absoluto. Educación y enseñanza son dos cosas diferentes. Siempre que educamos, necesitamos enseñar; y cuando enseñamos, no necesariamente estamos educando.

Por ello, para convertir las matemáticas en una materia con la cual se puede educar, necesitamos darles un contexto y emplearlas para otro fin que no sean las matemáticas en sí mismas. Por ejemplo, podemos, elaborar problemas como los empleados en la Alemania nazi:

"Un loco cuesta cada día 4 marcos, un inválido 5,5 marcos, un criminal 3,5 marcos. En muchos casos, un funcionario no cobra más que 4 marcos, un empleado 3,6 marcos, un aprendiz 2 marcos. […] Calculad cuánto cuestan anualmente los 300.000 locos y epilépticos de Alemania. ¿Cuántos préstamos de 1.000 marcos podríamos conceder a matrimonios jóvenes si pudiéramos economizar ese dinero?" (1).

Ahora bien, hay conocimientos que su enseñanza o no enseñanza, constituyen de por sí un campo de batalla político. Un caso lo hallamos en la teoría de la evolución. De por sí, ninguna relación guarda con la política o la educación; pero resulta que hay quienes se oponen a que sea impartida en las escuelas porque son creaccionistas y ven tal teoría una aberración. La enseñanza de la teoría de la evolución puede llevar al alejamiento del alumnado de toda doctrina religiosa, y su no enseñanza puede llevar consigo la meta de evitar que los y las discentes "caigan en la pérdida de la fe".

Como tal vez el ejemplo no sea muy potente, lanzo una bomba: el aborto.

En las Facultades de Medicina... ¿instruimos o no instruimos a las y los estudiantes para que aprendan a practicarlos? En caso afirmativo, nuestra política se basará en la aceptación del derecho de toda mujer a interrumpir voluntariamente la gestación; en caso contrario, nos estaremos oponiendo a tal derecho en tanto que consideraremos que ninguna mujer tiene derecho a le practiquen un aborto. Tomemos la decisión que tomemos, tanto la de impartir cómo practicar un aborto o no impartirlo, conllevará un acto político.

Así pues, la educación en sí misma implica política; la enseñanza, aunque no siempre, en ocasiones no puede ser desligada de ésta.

Esto quiere decir que la educación nunca puede ser apolítica. No existe educación alejada de la política; y por lo tanto, la respuesta a la pregunta formulada en el título de la presente entrada es negativa: no, no se puede dar una educación despolitizada.


Fuente:

(1)- http://roble.pntic.mec.es/smor0024/Tolerancia/nazi_jovenes.pdf

2 comentarios:

un ignorante dijo...

¿Qué entiendes por política? ¿Ideología es política? ¿La Verdad es política? ¿Enseñar la Biblia no es enseñanza? ¿Enseñar no es el complementario de aprender (el autoprendizaje no existiría en tanto es un aprendizaje mediado por la enseñanza de algo que no se muestra, verbigracia un libro)? ¿Enseñanza/Aprendizaje no es proporcional a Docencia/Discencia? ¿Enseñar educación (buena o mala) no es acaso ajustar el comportamiento de aquel que recibe (proactivamenete, pasivamente &c.)la educación al correcto comportamiento social? ¿El correcto comportamiento social, no la educación (todos parecen convencidos de que hay que educar), y sus valores asociados no es lo que realmente constituye el verdadero campo de lucha política? ¿Los valores que tu preconizas como aquellos en los que hay que educar (socializar) a los infantes son acaso claros y distintos, verdaderos, evidentes? ¿Enseñar educación (fines, criterios de valoración, virtudes, valores) implica siempre enseñar instrucción (medios, criterios instrumentales, operacionalidad)? ¿La educación se puede enseñar (regladamente) o es una consecuencia de la propia socialización? ¿Qué significa estar bien educado?

Enrique dijo...

Un ignorante:

1- La política son las decisiones e ideas que se toman en relación a la sociedad. La ideología es, por tanto, política, cuando ésta se traduce en acciones relativas a la ciudadanía.

2- La Verdad no existe. Solo existe lo que cada persona considera verdad.

3- Enseñar la Biblia sí es enseñanza. Ahora bien, pretender ahogar el espíritu crítico y obligar a creer todo cuanto dice la Biblia, es adoctrinamiento.

4- En mi opinión, enseñar no tiene por qué ser complementario a aprender. Ahora bien, una excepción: en la escuela y en la familia, sí. En el sistema educativo no es así, ya que se tiende a pensar que existe un proceso de enseñanza-aprendizaje a través del cual el o la docente enseña, y si el alumnado aprende, bien, y si no, pues es que "es idiota" o "no quiere aprender". Sin embargo, desde mi punto de vista, debe ser mirado al revés, esto es, desde el punto de vista de un proceso de aprendizaje-enseñanza, que vendría a significar que el profesorado debe intentar que el o la discente aprenda, y solo cuando aprende se puede decir que se está enseñando.

Pero no tiene por qué ser complementario. Puedes aprender sin que alguien te enseñe. Por ejemplo, un día puedes coger unos patines y tratar de aprender sin que nadie medie en tu aprendizaje.

5- Efectivamente: el "correcto comportamiento social" es lo que define el campo de lucha. Para mí, solo cuando la educación es libertaria, crítica e igualitaria, puede hablarse de educación. Cuando tratamos de que un niño o una niña no eructe en público, no estamos educando, sino traspasando culturalmente unos modales, una conducta adaptada a la sociedad. Sin embargo, cuando el niño o la niña es capaz de reflexionar sobre las actitudes, los porqué y para qué, y elegir, estamos educando.

Pero el tema de la educación es muy complejo. Hay muchas definiciones de educación, hasta el punto de que hay quienes hablan de educación pre-natal, etc. Si yo tuviese que conversar ahora mismo con algún profesor que he tenido en la Universidad... seguro que me tiraría de las orejas por algunas ideas con las que difiero de lo que me han enseñado sobre la educación, jaja.

6- No entiendo esta pregunta: "¿Los valores que tu preconizas como aquellos en los que hay que educar (socializar) a los infantes son acaso claros y distintos, verdaderos, evidentes?"

7- Sí: para educar es imprescindible enseñar. No toda enseñanza es educativa; pero para educar hay que enseñar. No puedes educar para la paz si no enseñas primero qué es la paz.

8- Habrá educación, aunque no exista un sistema educativo reglado, siempre que haya humanas y humanas con la capacidad y el interés de traspasar valores y conocimientos a las nuevas generaciones, tratándoles como iguales y buscando su libertad.

9- En la sociedad se entiende por persona bien educada aquella que muestra un modelo de conducta admitido por la sociedad. Para mi es una tontería eso. Una buena educación es aquella con la que se han conseguido en el niño o la niña, los objetivos buscados; y será mala, cuando no.

Es decir, si yo quiero que mi hijo o hija sea libre de elegir en el futuro una profesión X, independientemene de su sexo y sin que piense en los patrones de conducta que la sociedad ha pre-establecido para su género, y cuando llega a la juventud se decanta sin miedo, con total libertad y sin guiarse por valoraciones de personas ajenas, entonces podré decir que le he dado una buena educación. Pero si no consigo mi objetivo y, por ejemplo, siendo él varón, tiene miedo de elegir estudiar "Magisterio en Educación Infantil" porque piensa que le van a mirar mal por ser chico y se guía por las conductas pre-establecidas socialmente, entonces diré que no le he educado bien.

Saludos.

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