martes, 2 de julio de 2013

Qué es el adultismo y por qué lo veo en todos lados.

Cuando hablo de adultismo o adultocentrismo, no mucha gente sabe a qué me refiero.

Queda claro qué es el racismo, queda claro qué es la homofobia, queda claro qué es el machismo... pues las personas adultas tienen la voz y la conciencia suficientes como para protestar contra la opresión ejercida sobre la gente cuya piel es de color negra, la gente homosexual, las mujeres, etc; lo cual ha dado lugar a que esos problemas, entre otros, sean más visibles.

Sin embargo, los niños y las niñas no tienen conciencia para saber que el trato que reciben a veces es opresivo y desmesurado. Ellos y ellas, en numerosas ocasiones, sufren una dominación y una discriminación por parte de las personas adultas que, desgraciadamente, integran como algo normal y por ello se someten.

Incluso cuando crecen y alcanzan la adolescencia y la juventud, llegan a experimentar cómo se les utiliza como mano de obra barata al implantarse una Formación Profesional dual que mercantiliza la educación, o al contratárseles prácticamente como becarios/as (y por tanto, con un sueldo basura) o con un contrato de aprendizaje tras el cual, al agotarse, se les despide inmediatamente para coger nuevamente a más jóvenes a quienes explotar.

De hecho, cuando un o una adolescente o joven se queja de que, en España, el paro juvenil alcanzó en abril del 2013 el 57, 22 % o de que tienen las peores condiciones laborales (sobre todo las chicas), tal y como explicó Albert Recio, Profesor del Departamtento de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona, en un congreso sobre Juventud y Sociedad (el título está en catalán, pero el texto en castellano), la reacción adulta tiende a ser la de "bueno, de qué te quejas, si vives con tu padre y tu madre" o "no importa tu situación, tú no tienes una familia a la que alimentar". Como si el querer independizarse, cotizar, tener una Seguridad Social propia, un sueldo digno o tener la oportunidad de ser tú quien forma una familia, fuese algo irrelevante, o un lujo y un capricho más que un derecho.

Pero, ¿qué es el adultismo exactamente?

Es, básicamente, un sistema mediante el cual las personas que no han alcanzado la edad adulta (bebés, infantes, niños y niñas, adolescentes y jóvenes) quedan subordinadas a las personas que sí han alcanzado la adultez. El adultismo se expresa mediante la idea de que las personas adultas son superiores a las más jóvenes, llegándose a otorgar, por este motivo, entre otras cuestiones, el derecho de faltarles el respeto, de tratarles como objetos que pueden poseer y controlar a su antojo, y de promover medidas políticas, económicas, educativas... centradas en el bienestar propio, sin tener en cuenta los sentimientos y las opiniones de la gente de menor edad.

En numerosas ocasiones, el adultocentrismo suele asociarse, simple y superficialmente, a los malos tratos. Es decir, que cuando hablo de adultismo, hay quienes comentan: "Pero yo no pego ni grito a mi hijo o hija, ni al resto de criaturas". Y con eso se dan con un canto en los dientes, sin darse cuenta de que este sistema, cuyo origen tiene lugar, como el sexismo, en el patriarcado, abarca un abanico inmenso de acciones y perspectivas que van más allá de la simple violencia física.

Entonces, ¿cuándo también una persona está siendo adultocentrista? ¿En qué situaciones una persona está siendo adultista? ¿Qué ejemplos de adultismo podemos encontrar?

- Adultismo es considerar los desacuerdos de las y los jóvenes frente a los caprichos de las personas adultas que les rodean, automáticamente como actos de rebeldía, mal comportamiento o teatro, mientras que tales actos serían considerados normales si ese o esa joven fuese una persona adulta. Por ejemplo, cuando alguien considera que un niño o una niña es rebelde si se niega a comerse todo el plato de macarrones, pero ve lógico que una persona adulta sí pueda dejarse algo de comida en el plato. Entre las personas adultas, se entiende que alguien no tenga más hambre cuando ha comido una cantidad suficiente de comida. Sin embargo, para las niñas y los niños suele establecerse un límite de ingesta de comida a superar, y si no lo hacen, se dice "que no comen".

- Adultismo es aprobar el castigo físico aplicado a niños y niñas, mientras que sin previo aviso se denunciaría a una persona adulta que osase hacer esto mismo con otra persona también adulta.

- Adultocentrismo es promover una pedagogía centrada en el profesorado en lugar de en el alumnado, además de colocar al o la docente en una posición jerárquica superior a sus discentes, en vez de como iguales.

- Adultocentrismo es discriminar y dañar de cualquier modo, como históricamente ha venido aconteciendo, a los seres más jóvenes por el mero hecho de ser jóvenes, tratándoseles como objetos que pertenecen a sus padres y madres, en vez de como a personas que se pertenecen a sí mismas.

- Adultismo es estereotipar o poner etiquetas negativas a los niños y las niñas, y a los y las adolescentes y jóvenes por el mero hecho de ser niños/as, adolescentes o jóvenes. Por ejemplo, cuando se dice que los niños y las niñas solo buscan manipular, que los y las adolescentes solo buscan drogarse y emborracharse, o cuando se dice que los y las jóvenes son irresponsables, idiotas y vagos/as.

- Adultismo es considerar los sentimientos y las opiniones de los seres más jóvenes como triviales y algo que han de ignorarse. Por ejemplo, cuando un niño o una niña denuncia un abuso o un maltrato y se dictamina que padece el falso Síndrome de Alienación Parental, obligándosele a convivir con quien le agrede y le hace sufrir para "curar" su "problema".

- Adultocentrismo es no incluir a las personas más jóvenes en la toma de decisiones importantes. Por ejemplo, cuando una familia se divorcia y no se pregunta a un niño o una niña si quiere estar con un progenitor, con el otro o con ambos. 

- Adultocentrismo es negar los derechos de las personas más jóvenes, subordinándose a las decisiones y las necesidades de las personas adultas. Por ejemplo, cuando a una persona joven se le niega el acceso a un puesto laboral porque "es más importante que trabaje un adulto o una adulta".

- Adultocentrismo es asesinar a bebés por el simple hecho de nacer con determinados problemas, como ocurría en Esparta y como está ocurriendo actualmente en hospitales ingleses.

- Adultismo es estar en contra de medidas de discriminación positiva en favor de las personas jóvenes, como las becas para el estudio o los planes para el fomento del empleo juvenil.

- Adultocentrismo es someter a la gente de menor edad a las decisiones arbitrarias de la gente adulta. Por ejemplo, cuando se decide que una niña debe llevar pendiente porque así lo dicta la familia, marcando su oreja como si de un objeto de su propiedad se tratase, al mismo tiempo que se le reprocha que ésta en el futuro, cuando es adolescente, decida hacerse un piercing.

- Adultocentrismo es promover una educación conductista y como un medio en lugar de como un fin en sí misma, persiguiendo con ello la finalidad de adiestrar a los niños y las niñas para los intereses de las personas adultas.

- Adultismo es obligar a una criatura a pedir perdón (o lo que es lo mismo, obligarla a sentirse de un modo y no de otro), o a dar un beso, a no sentir temor en la noche, a no tener vergüenza ante seres desconocidos, o a presentar ciertos modales que son totalmente culturales y para nada naturales, además de variables en función del país.

- Adultismo es decidir su orientación sexual, preguntándosele si ya tiene novio o novia.

- Adultocentrismo es considerar el libre juego infantil como una pérdida de tiempo, llegándose al punto de imponer a los y las infantes, juegos supuestamente más productivos, como los llamados didácticos.

- Adultocentrismo es echarle una bronca a una criatura por explorar su sexualidad.

- Adultocentrismo es opinar que es lícito pagar menos a un o una joven por el mismo trabajo que desempeña otra persona adulta.

- Adultismo es hablar de un niño o una niña a pesar de tenerle al lado, como si no estuviese presente.

- Adultocentrismo es negar el acceso a cierta información que solicitan los chicos y las chicas porque se cree que no presentan la madurez suficiente. Por ejemplo, cuando preguntan que de dónde vienen los niños y las niñas y se les niega la respuesta.

- Adultocentrismo es impedir su autonomía y empoderamiento.

- Adultismo es traicionar la confianza y el espacio personal de los seres más jóvenes. Por ejemplo, cuando se cuentan sus secretos o sus intimidades (como hacen ahora algunas madres en sus blogs, que van contando si su hijo o hija mea claro u oscuro pero muy seguramente se enfadarían si su pareja fuese contando en qué posturas hacen el amor).

- Adultocentrismo es faltarles el respeto o desconfiar de ellos y ellas solo por ser niños/as, adolescentes o jóvenes.

- Adultocentrismo es pensar que los niños y las niñas necesitan castigos para aprender, o que solo comprenden las cosas a base de golpes y gritos (el típico "la letra, con sangre entra").

- Adultismo es poner la experiencia adulta como siempre y automáticamente más valiosa que la juvenil, en lugar de simplemente distinta.

- Adultismo es olvidar que en los casos de violencia de género, los hijos y las hijas también sufren las consecuencias.

- Adultocentrismo en pretender volver a la pedagogía del pasado, con un profesorado autoritarista y temido, y con una familia que proporciona una educación totalmente coercitiva y centrada en la comodidad de las personas adultas, como por ejemplo, la promovida por Amy Chua en su libro El himno de batalla de la madre tigre, o por Eduard Estivill en sus libros.

- Adultismo es dar como visto bueno la venta de bebés, tal y como sucede con los vientres de alquiler.

- Adultismo es tratarles como seres inútiles con expresiones como "Si te dejase solo/a, quemarías la casa", "¿Cuándo vas a crecer?", "No lo toques, que tú lo rompes", "Tú no sabes nada de lo que es la vida" o "Tan solo es una etapa, ya se le pasará la tontería".

- Adultismo es hacer documentales o películas de cine en donde los y las jóvenes se muestran como personas siempre groseras, alcohólicas, drogadictas e irresponsables.

- Adultocentrismo es pensar que los hijos y las hijas deben amar siempre a su padre y a su madre por el mero hecho de ser su padre y su madre.

- Adultocentrismo es buscar impedir la interrupción voluntaria del embarazo libre, segura y gratuita, supuestamente para defender al futuro o la futura bebé (cuando el único interés de esto es el de que las personas pobres traigan al mundo más esclavos y esclavas al servicio de la gente rica que sí podrá permitirse el aborto, saltándose la ley a la torera), al mismo que una vez que ha nacido la criatura, el colectivo "pro-vida" (o mejor dicho, pro-aborto, pro-muerte y pro-violación) repentinamente se olvidan de ella y "que la familia se fastidie y se las apañe como pueda", aunque pasen hambre y penurias. Y es que a este sector, hipocresía no le falta.

Como podemos observar, ejemplos de adultismo o adultocentrismo, no faltan. Este sistema se cuela por todos los lados y a veces resulta difícil detectarlo, porque es una de las opresiones a las que más acostumbrados y acostumbradas estamos, en tanto que todo el mundo pasa  por ella durante muchos años de su vida.

Ahora, ante el adultocentrismo, ¿qué movimiento se plantea? Fácil: el paidocentrismo.

El paidocentrismo viene a ser el movimiento que promueve la igualdad de derechos y trato entre todas las personas independientemente de su edad.

Es decir, el paidocentrismo no consiste en dar todos los derechos a los niños y las niñas mientras las personas adultas quedan subordinadas. Las personas paidocentristas somos humanistas y por ende miramos por el bien de toda la gente. No promovemos, para nada, lo contrario, como por ejemplo, que el profesorado deba respetar a sus alumnos y alumnas, mientra que ellos y ellas pueden insultar a sus docentes. En absoluto. Nosotros y nosotras buscamos la igualdad sin importar la edad.

Ahora bien, cuando el interés de una persona adulta y el de un ser más pequeño entra en conflicto, excepto cuando corre en peligro la propia vida en mi caso, nosotros y nosotras miramos antes, como medida de discriminación positiva, por la parte más vulnerable, es decir, la parte de menor edad. Por ejemplo, si un varón adulto es padre y quiere desentenderse de la criatura por completo, no le daremos el visto bueno (por el contrario, siempre podemos encontrar a gente que llega a pensar que es preferible tener a un hijo que una hija porque no se queda en periodo de gestación y así "no hay ningún problema").

Claro, ahora puede venirme alguien, cual masculinista ante la protesta de una mujer feminista, a decirme cosas como "pero nosotras, la gente adulta, somos quienes más fallecemos en accidentes laborales, quienes tenemos que desvelarnos por la noche para atender a los y las infantes, o quienes tenemos la presión de alimentar a una familia".

Quien diga esto, lo que no ve son dos cosas:

1- Que está siendo víctima de un sistema que él o ella está creando. Las leyes, la educación, la posibilidad de acceder al mercado laboral, etcétera, no es algo que construyen los niños y las niñas, sino la gente adulta. 

2- Los y las bebés no deciden nacer, sino que son sus padres y madres quienes deciden darles la vida. Es obvio que tengan que hacer frente de forma responsable a las consecuencias de sus propios actos; pero no es lógico que un niño o una niña tenga que agradecer que le hayan traído al mundo.

Así pues, no puede negarse la dominación adulta, por muchas desgracias que éstas puedan pasar, cuando sus problemas no son creados por la gente más joven, sino por sus propias decisiones.

Finalmente, cuando hablo de paidocentrismo, no me refiero a que haya que dejar a los niños y las niñas que hagan todo lo que quieran, como por ejemplo tomar a broma que un niño le levante la falda a una niña. No me refiero tampoco a que el trato sea tan igual al de una persona adulta hasta el punto de obligarles a realizar derivadas en matemáticas o a comprender qué es la densidad a los dos años. Cuando hablo de paidocentrismo, me refiero a la eliminación de estereotipos por razón de edad, y a la equidad de derechos y de trato para la gente joven con respecto a la gente más adulta, nada más.

No me cabe ninguna duda de que a los seres más pequeños les falta la experiencia necesaria para desenvolverse autónomamente por el mundo; así que no estoy insinuando con esto que haya que tratarles como seres adultos en miniatura.

7 comentarios:

Tina dijo...

Muy bueno, lo difundo. Y gracias por enlazar! xD

Sobre esto "Incluso cuando crecen y alcanzan la adolescencia y la juventud, llegan a experimentar cómo se les utiliza como mano de obra barata" ya no sólo mano de obra barata, sino "gratis". Según el empleo que tengan los padres, muchxs niñxs son obligados a "ayudar en casa" trabajando para ellos sin sueldo alguno, y pobre del que se queje de esto, pues se les recrimina que les dan de comer, siempre les han cuidado, viven en su casa y le pagan sus estudios, como si todo esto fuera un favor que los padres le hacen a los hijos. De pequeña y aún ahora conozco a unos cuantos niños/adolescentes cuyos padres les obliga(ba)n a trabajar en su tienda, huerto, fábrica, cuidando a otros niños más jóvenes, etc. Y no son necesariamente gente pobre, sino de clase media.

Enrique dijo...

Tina, gracias a ti por difundir (disculpa que no te lo dijese antes; tuve que irme corriendo y hasta hoy no he vuelto a tocar un PC).

Saludos.

Anónimo dijo...

"- Adultismo es estereotipar o poner etiquetas negativas a los niños y las niñas, y a los y las adolescentes y jóvenes por el mero hecho de ser niños/as, adolescentes o jóvenes. Por ejemplo, cuando se dice que los niños y las niñas solo buscan manipular, que los y las adolescentes solo buscan drogarse y emborracharse, o cuando se dice que los y las jóvenes son irresponsables, idiotas y vagos/as."

¿Es también adultismo (de género) cuando las mujeres tachan de "inmaduros" a los hombres, y por el mero hecho de ser hombres, o ese caso no lo incluyes por aquello de que buscas halagar a tu clientela femenina?

Enrique dijo...

Relee, por favor:

"Adultismo es estereotipar o poner etiquetas negativas a los niños y las niñas, y a los y las adolescentes y jóvenes por el mero hecho de ser niños/as, adolescentes o jóvenes".

Es decir, las personas adultas, sean varones o mujeres, no padecen adultismo.

O lo que es lo mismo: no, no hay adultismo contra ti si te dicen que eres un inmaduro.

Myriam dijo...

Muy bueno y necesario.
Lo difundo (aunque suprimiré alguna cosilla si no te importa), gracias.

Salud

Enrique dijo...

Una pregunta, si no hay inconveniente:

¿Qué es lo que vas a suprimir y por qué? Quiero decir, no sé si lo haces porque no estás de acuerdo, y quizá pueda aprender algo de tu punto de vista.

Saludos.

PATRICIA dijo...

Me ha encantado el artículo. Me ha sido muy útil. Gracias

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