domingo, 15 de septiembre de 2013

Sobre LOMCE, Formación Profesional y mano de obra barata.

En España, para el curso 2014 - 2015, está previsto que entre en vigor la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación (L.O.M.C.E.), una ley impulsada por el actual Ministro de Educación José Ignacio Wert, del Partido Popular (PP).

He leído el proyecto de ley y tengo planteado, para un futuro, hacer una entrada en la que explicaré de forma general cuáles son los cambios que acontecerán en el Sistema Educativo español con la LOMCE y los fallos que le veo. Pero de momento, hasta que no entre en vigor, me voy a quedar quietecito. Por ahora, solo voy a ceñirme al tema que más me preocupa, que es la Formación Profesional. ¿Por qué? Porque, aunque puedo equivocarme, va a suponer, en mi opinión, tres cosas:

1- El uso de estudiantes como mano de obra barata que quedará sin formación, con el consecuente despido de trabajadores y trabajadoras, así como el incremento del paro juvenil.

2- Una mayor decadencia de la Educación Secundaria Obligatoria y de la Universidad.

3- Un aumento del abandono escolar, tanto masculino como femenino, entre los y las estudiantes de familias pobres.

Con aparentes buenas intenciones, en la primera exposición de motivos del proyecto de ley se dice:

"(...) el nivel educativo de los ciudadanos determina su capacidad de competir con éxito en el ámbito del panorama internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por un futuro mejor".

Con esto solo, bajo mi punto de vista, se nos aclaran dos cosas: la primera, que la clave del sistema educativo, para nuestro Ministro, reside en la competitividad. La segunda, que el fin de la educación no es la sociedad, ni la individualidad, ni la libertad, ni la autonomía, ni el propio alumnado... El fin de la educación es la economía. Es decir, ofrece una ley que enmarca a la educación con un claro fin mercantilista y orientado a las empresas.

Por algo, en el motivo número XIII, nos indica que:

"La principal diferencia del sistema educativo español con los de nuestro entorno radica en el número especialmente bajo de alumnos que transitan por nuestra Formación Profesional. Esta situación incide inevitablemente en la empleabilidad y en la competitividad de nuestra economía, limitando las opciones vitales de muchos jóvenes. Revitalizar la opción del aprendizaje profesional como una opción acorde con la voluntad de un desarrollo personal y también su permeabilidad con el resto del sistema es un objetivo estratégico de esta ley".

El señor Wert puede contarnos todos los cuentos que quiera sobre que su pretensión principal es reducir el abandono escolar, pero la intención principal es que el alumnado se decante por la Formación Profesional. De este modo, los hijos y las hijas de las familias ricas podrán estudiar en la Universidad, mientras que quienes no tengan dinero para pagar las tasas universitarias, tendrán que conformarse con una Formación Profesional y subordinarse a empresarios y empresarias con título universitario.

Y, ¿de qué modo la formación dual nos llevará a padecer los tres problemas descritos anteriormente? Sencillo:

El primer problema, el de que se usará a estudiantes como mano de obra barata que quedará sin formación, con el consecuente despido de trabajadores y trabajadoras, así como el incremento del paro juvenil, podemos encontrarlo en ejemplos de lo que está ocurriendo fuera de España, como por ejemplo, en Alemania, en donde, como podemos ver aquí, a los y las estudiantes no se les enseña nada que tenga que ver con aquello que están estudiando, sino que se les hace trabajar en puestos a parte, teniéndoseles en malas condiciones, pagándoseles poco y engañándoseles, pues hay quienes piensan que si hacen horas extra, se esfuerzan y trabajan duro, les cogerán en la empresa y tendrán un buen empleo. Pero la realidad es que solo se les coge en el sentido argentino de la palabra...

En efecto, al parecer, para que la Formación Profesional dual sea buena y segura, se necesita que el país tenga una política de regulación del mercado y que el Estado controle a las empresas que se suman a este tipo de programas. Si la nación se basa en el libre mercado, la explotación, la esclavitud... al final los trabajadores y las trabajadoras acaban en la calle, para en su lugar seleccionarse a jóvenes estudiantes de F.P. y no se genera empleo porque se echa al alumnado en periodo de prácticas para renovarlo por más estudiantes que trabajan también en malas condiciones, formando parte de un colectivo de mano de obra barata.

Y es que, una empresa, que se basa en su propio beneficio y crecimiento económico... ¿por qué iba a formar a un chico o una chica que mañana podría estar trabajando para la competencia?

De este modo, el paro juvenil también aumenta. Sencillamente, porque las propias empresas saben que salen sin formación a causa de sus artimañas; y que en caso de que tengan formación, deberían pagarles un sueldo digno, así que... teniendo a más estudiantes a quienes explotar, ¿para qué coger a quienes han agotado las prácticas?

Quizá la Formación Profesional dual sí pueda servir para que los y las jóvenes tengan alguna oportunidad en aquellas empresas que no se hayan sumado a formar a gente a través de este modelo de enseñanza, pero ya sabéis: los pequeños negocios no pueden acaparar a tantos chicos y tantas chicas.

El segundo problema es, como decía, que la Educación Secundaria Obligatoria y de la Universidad decaerán. Lo que mantiene viva la educación, a mi parecer, es que haya una comunidad dispuesta a formar y educar, además de sentirse orgullosa de hacerlo. Para ello, el sistema educativo debe estar orientado para quienes aprenden y tener un valor en sí mismo. Sin embargo, una educación con carácter mercantilista es una educación pobre, pues el interés no está en que el alumnado aprenda, sino en que paguen. Ergo, no importará si el profesorado está motivado o no, no importará si los alumnos y las alumnas aprueban o suspenden... El interés estará en que vacíen sus bolsillos; cuanto más, mejor. Si no me creéis, solo fijaos en que los centros privados y privados-concertados tratan de mantener una política basada en la expulsión de los chicos y las chicas que no rinden al nivel que quieren y en mantener lo más alejado posible al alumnado extranjero o con diversidad funcional, ya que su único propósito es el de hacer parecer que se tratan de buenos centros, en lugar de serlo.

Asimismo, la ESO y la Universidad porque los y las discentes pobres ni tendrán ayudas para sacar la educación secundaria con provecho, ni recibirán becas dignas con las cuales acceder a las Facultades, de tal modo que solo les quedará la Formación Profesional como recurso. Cuando eso pase, las empresas tendrán mano de obra barata de sobra para elegir; y los chicos y las chicas de familias adineradas no tendrán que esforzarse en la Universidad, pues ya no habrá pobres que les hagan la competencia. Y no me digan que no, que ya venían asegurándose desde hace tiempo de que no tuviesen que esforzarse los pijos y las pijas. Solo tenemos que fijarnos en que hay universidades privadas, como la de Camilo José Cela, que ofertan carreras a las que se puede acceder sin superar la Prueba de Acceso a la Universidad, ya que no requieren de nota de corte.

Y luego los ricos y las ricas hablan del "espíritu de esfuerzo". ¿Qué van a saber ellos y ellas, que no tienen que estudiar y trabajar al mismo tiempo, que pueden pagarse tropecientos post-grados (másteres) y obtener un enchufe en la empresa de su papá o mamá habiendo sacado un 5 como nota máxima en toda su vida académica?

Por último, la tasa de abandono escolar aumentará, tanto para chicos como para chicas, por varios motivos: primero, porque la menor inversión en educación hará que quienes tengan menos recursos para pagar academias, etc, no tengan ni siquiera apoyos en los centros públicos; segundo, porque se está incentivando la escuela segregada por sexos, y los estudios nos demuestran que este tipo de escuelas son desfavorables tanto para los chicos en general, como para las chicas de familias pobres en particular; tercero, porque nadie sin recursos va a querer ir por la rama de Bachillerato, sino por la de F.P., al saber que no van a poder pagar las tasas Universitarias y la obtención de una beca es ahora muy complicada; y por último, porque como expliqué en la entrada anterior, echar al alumnado con dificultades para aprobar tan solo genera un maquillaje de mejora del sistema educativo, pero no lo mejora realmente.

Y si alguien quiere venir diciéndome que lo del aumento de las tasas solo es para quienes suspenden, le digo de antemano que es mentira. Mi primera matrícula en la Universidad me costó a lo mucho 650 €. Ahora, una persona que entre en el Grado en Pedagogía, no solo recibe una formación menor, sino que además, cogiéndose todas las asignaturas del primer curso, sin haber suspendido nada, tiene que pagar alrededor de 1.600 €.

Así pues, queda claro que la Formación Profesional dual, sabiendo que España es un país en el que gobierna la derecha y no hay más que gentuza que controla el poder... ¡va a ser una auténtica basura y un desastre para los y las discentes! 

1 comentario:

Sex Shop dijo...

Muy buenoooooo!!!!!!!!

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