sábado, 12 de febrero de 2011

Fracaso escolar.

Existen una serie de distintivos que caracterizan a los niños y las niñas que tienen fracaso en la escuela, y son los siguientes:

1- Características de los/as alumnos/as:

-No tienen ansias por aprender.
-Formulan pocas cuestiones (o ninguna).
-No trabajan duro y no piensan que el esfuerzo sí importa.
-Tienen malas destrezas sociales y emocionales.
-Evalúan mal o no evalúan sus propias destrezas.

2- Características asociadas a la familia:

-Sus padres y madres no son modelos para aprender.
-No promueven el aprendizaje en el hogar.
-No fijan y mantienen límites.
-Las rutinas familiares no apoyan el hacerlo bien en la escuela.

3- Características asociadas a las escuelas:

-Tienen bajas expectativas sobre el estudiante.
-No apoyan el desarrollo de los/as profesores/as.
-No se comunican frecuentemente con las familias.

A partir de esto he estado pensando qué causas pueden ocasionar que los niños y las niñas, y su ambiente, posean dichas características, y por ende que existan malos resultados académicos, y opino lo que expongo a continuación. Iré punto por punto (y tengan en cuenta que todo cuanto expongo a continuación no son casos generalizables a todas las familias y todos los contextos educativos; simplemente me limito a dar una visión global de una serie de malos acontecimientos. Desde luego no estoy por la labor de afirmar que toda persona cometa los siguientes fallos, o algunos de ellos):

1- Características de los/as alumnos/as:

1.1- No tienen ansias por aprender:

Todos los niños y todas la niñas desean aprender. Cuando finaliza la etapa en la cual la alimentación y los cuidados por parte del padre y/o la madre son lo más importante para la supervivencia de un/a niño/a, viene la etapa exploratoria. Los y las infantes comienzan a explorar el mundo y aprender muchísimas cosas. Estos aprendizajes son los que asegurarán la supervivencia y la convivencia de los niños y las niñas.

Entonces, ¿qué es lo que hace que dejen de tener esas ganas tan grandes de aprender? Bajo mi punto de vista, el problema proviene del modelo educativo que muchas familias y muchas escuelas llevan a cabo, y que consiste en inhibir la curiosidad.

Fíjense que en la escuela se enseña (y las familias también lo hacen) que lo verdaderamente importante es sacar buenas notas, y no el aprendizaje en sí mismo. Es verdad que en buena medida, si un/a alumno/a obtiene buenas calificaciones significa que está aprendiendo bien. Pero no siempre eso es así. En muchas ocasiones los educandos estudian de memoria para el día del examen, para aprobar sin más, y si después no recuerdan lo que estudiaron, no importa. Lo importante es que han aprobado el examen. No importa la exploración en sí misma, no importa el trayecto, no importan el cómo, el cuando, el qué, ni, sobretodo a mi juicio, ni el por qué, ni el para qué. Solamente importa el premio final. Y no debería ser así; deberíamos enseñar a los hijos y las hijas que es importante aprobar, pero que más importante aún es qué y cuánto aprenden. Es decir, en lugar de adquirir motivación por un refuerzo extrínseco (el aprobado), hay que fomentar mantener la motivación intrínseca (el placer de aprender).

1.2- Formulan pocas cuestiones (o ninguna):

Fíjense en los/as pequeños/as, aunque pueda resultar agotador, ¿no es maravilloso ese espíritu que tienen por conocer el porqué de las cosas? A mí sí me lo parece. Pero, ¿por qué dejan de interesarse por la causa de las cosas; por los porqués?

Pienso que se debe a que en muchas ocasiones reciben estímulos que les inhiben a ello, como por ejemplo:

En casa, muchos padres y muchas madres nunca dan explicaciones. Todo es así porque lo dicen ellos. Y más le vale al pobre niño o la pobre niña no preguntar, pues si lo hace no tardará en llevarse un buen castigo (que generalmente, por desgracia, suele ser un bofetón).

En el colegio, lo que ocurre es que, como en el punto anterior, se refuerza la obtención de un premio, y no el interés por saber. ¿Cómo? Por ejemplo, se les enseña que si preguntan significa que no saben, y por no saber obtienen un punto negativo, o el conjunto de la clase se ríe del niño o  la niña que ha preguntado.

1.3- No trabajan duro y no piensan que el esfuerzo sí importa:

Hay familias que imbuyen a sus hijos/as en la holgazanería, o les educan para infravalorar las cosas. Pienso que suelen ser familias que apenas pasan tiempo junto a ellos/as, y optan por ser excesivamente permisivos y por educarles caprichosamente (recuerdo que no es lo mismo educar caprichosamente que educar con caprichos, como ya comenté en la entrada Crítica a Amy Chua y su educación coercitiva, cuyo link es: http://educacion-enrique.blogspot.com/2011/01/critica-amy-chua-y-su-educacion.html), ya que sienten lástima o se sentirían mal, dado que piensan que bastante mal tiene la pobre criatura al verse casi privada de la presencia de su padre y su madre como para además prohibirle otras cosas. Asimismo, opino que también suelen ser familias que han vivido una infancia dura, demasiado autoritarista, y por miedo a repetir la misma experiencia con sus hijos/as, se paralizan y acaban teniéndoles con 30 años en la casa y sin saber hacerse la cama.

En conclusión: unos/as se pasan y otros/as no llegan.

Como ya dije en la entrada Crítica a Amy Chua y su educación coercitiva, hay que distinguir entre libertad y libertinaje, y entre autoridad y autoritarismo.

En cuanto a lo de infravalorar las cosas, opino que tal vez se deba a gente que ha realizado muchos esfuerzos sin obtener buenos resultados y acaban pensando "me esforcé y no lo logré. Conclusión: no lo intentes, que no merece la pena".

1.4- Tienen malas destrezas sociales y emocionales:

Como ya he comentado, la escuela, aunque por un lado favorece nuestra socialización mediante la posibilidad de conocer a más personas, por otro, y creo que de un modo más eficaz, ejerce una presión contra el compañerismo y la cooperación, para imponer en nosotros la tendencia hacia la competitividad y el esfuerzo de superación a las demás personas, y no a uno/a mismo/a.

En cuanto a lo emocional, puede verse afectado a través de una crianza y una educación restrictivas en la familia y en la escuela, y a un trato inhumano por parte de padres, madres, profesores/as y compañeros/as.

No voy a extenderme más en este punto, pues es algo que conocerá mucho mejor alguien que se dedique a la psicología; o en todo caso, lo conoceré más a fondo cuando finalice este curso o el año que viene. Pero por ahora, sinceramente no conozco mucho sobre esto, y no voy a mentir a nadie. Solamente hablaré de lo que sé a ciencia cierta o de lo que puedo opinar.

1.5- Evalúan mal o no evalúan sus propias destrezas:

A lo largo de la historia, a raíz del poderío obtenido en el ámbito educativo por parte de la Iglesia Católica, la educación ha sido dada hacia un fin externo a los niños y las niñas (por ejemplo, la reproducción social, a fin del mantenimiento estático de las castas sociales; o en la Revolución Industrial, el hecho de que los niños y las niñas provenientes de familias de bajo estatus social debían aprender a ser sumisos/as a un futuro jefe, y a manejar bien la maquinaria de fábrica). Y esto en gran medida se mantiene. Aunque ya son numerosas las fuentes paidocentristas (centradas en los/as niños/as. A mí me gusta decir que más bien opto por una corriente que sea humanocentrista, donde no importen la edad, el sexo, la raza, la cultura, la nacionalidad...), lo cierto es que aún continúan vigentes el interés económico y otros intereses externos a la centralización por la persona en sí misma. De este modo, no se enseña a los alumnos y las alumnas a preguntarse dónde han fallado, o en qué están aventajados/as, o cuáles son sus defectos, y cómo mejorarlo todo. Por contra, lo que prima es el interés por el resultado y no en el proceso. De tal forma que no se enseña a evaluar las destrezas, sino a preocuparse por el producto.

2- Características asociadas a la familia:

2.2- Sus padres y madres no son modelos para aprender:

En mi opinión, todo ser humano que desee realizar una buena educación, ha de ser alguien que predique con el ejemplo. De nada sirve hablar mucho y hacer poco. ¡Y a cuanta gente he escuchado decir en el parque: "Hijo/a, no debes fumar"; y esto lo comentaban con un cigarro en la mano. ¡Cuántas familias enseñarán a sus hijos/as que no deben pegar, y lo hacen propinándoles un bofetón! ¡Cuántos casos de hipocresía pedagógica deben de darse a diario!

2.3- No promueven el aprendizaje en el hogar:

Hoy día son numerosas las familias que no pueden permanecer junto a sus hijos/as el tiempo suficiente como para conocerles a fondo y enseñarles muchas cosas. Y otras tantas no poseen un nivel socioeconómico lo suficientemente bueno como para disponer de libros en su casa o proporcionarles otros medios, como una academia. Y otras tantas familias directamente no verán importantes los logros académicos.

A los primeros y a los segundos no les juzgo, y les comprendo. El problema más bien no está en esas familias, sino en la mala estructuración social.

Ahora bien, de aquellas familias que piensen que el aprendizaje y la educación no son importantes, nada bueno puedo pensar.

2.3-No fijan y mantienen límites:

Existen familias que, por determinadas causas, abogan por no poner límites, ni estar pendientes de las conductas que mantienen sus hijos/as. Ya ha sido explicado en el punto 1.3.

2.4-Las rutinas familiares no apoyan el hacerlo bien en la escuela:

Cada día hallamos más familias que tienen "hijos/as-coche": se aparcan en la escuela, permanecen en el comedor, y a la salida acaban siempre con el abuelo o la abuela, o en decenas de actividades extraescolares. 

Está muy bien que vayan al colegio, que hagan actividades extraescolares, o que de vez en cuando pasen tiempo con su abuelo y su abuela. Pero, ¿que la escena se repita todos los días de su vida, incluso cuando están en vacaciones? No lo comprendo...

Así pues, son familias que atribuyen a la esucela el valor de "parking", y no de centro formativo y educativo, donde los niños y las niñas deben respetarse, ayudarse, colaborar activamente, aprender, comportarse adecuadamente, etc; y son familias que no acuden a hablar con el maestro o la maestra cuando éste/a les pide quedar para hablar sobre unas determinadas conductas del hijo o la hija, o sobre las calificaciones.

Si las propias familias no se interesan y preocupan porque su prole progrese adecuadamente en su vida académica, y respete a los y las docentes y a los/as compareros/as, bajo mi propio criterio, no es de extrañar que lo mismo suceda en los hijos y las hijas.

3- Características asociadas a las escuelas:

3.1- Tienen bajas expectativas sobre el estudiante.

La falta de expectativas sobre los estudiantes, pienso, debe de ser muchísimo mayor en los Institutos, pues los y las docentes que dan clases en estos centros en numerosas ocasiones no son personas entusiasmadas con la docencia y su trabajo, sino personas que, no encontrando trabajo dentro de la profesión estudiada, pasan las oposiciones y se introducen en un mundo que les es totalmente despreciable y desmotivador. Y, desde luego, eso no puede seguir siendo así...

3.2- No apoyan el desarrollo de los/as profesores/as:

Si a que en nuestro país la docencia no está bien valorada ni recompensada, le sumamos que hay una ley educativa distinta cada vez que cambia el partido político de turno, dando a entender que la solución solamente está en la política y no en la formación docente; le sumamos también que los profesores y las profesoras no tienen una plena posibilidad de ejercer una verdadera libertad de cátedra, pues tienen ciertas normas impuestas sobre qué deben enseñar y cómo; y le sumamos que en las aulas muchas veces se excede el número de alumnos/as que debe haber por clase, manteniéndose un clima no muy agradable; desde luego podemos afirmar que no existe un buen apoyo al desarrollo de los y las docentes.

3.3- No se comunican frecuentemente con las familias:

Actualmente se da el caso de que algunos/as profesores/as tienen miedo a comunicarse con las familias porque cada vez hay menos respeto a la figura docente; y no sólo eso, sino que además existen muchas familias a las que el asunto no les es importante. Entonces, ¿cómo va a haber comunicación?

4- ¿Algunas soluciones?:

1- Un mejor sistema económico y social que favorezca la posibilidad de compaginar el trabajo y el cuidado de los hijos y las hijas.
2- Incidir a las familias por un mayor interés en la educación de los niños y las niñas, y una mayor posibilidad de que las mismas se vean implicadas en la comunidad escolar.
3- Adoptar la idea de que la opinión de los educandos sí cuentan, y una mayor preocupación por una educación dirigida a la mejora intelectual, física, social y moral de las personas, y no exclusivamente a unos fines externos.
4- Estimular el interés por la exploración de niños y niñas.
5- Mejorar la calidad de la formación docente, y promover que la enseñanza y la educación la desempeñen personas cualificadas y motivadas. Por tanto, que las familias dejen de contratar al vecino o la vecina, que estudia 4º de la ESO en el Instituto de enfrente, para dar clases particulares a su hijo/a o cuidarlo, y en su lugar se acoja a gente preparada, y que en los centros educativos se contraten a personal bien formado e interesado.
6- Promover el aprendizaje de un pensamiento crítico, auto-crítico y activo, basado en una comunicación rica y responsiva.
7- Aprender a distinguir entre autoridad y autoritarismo, y entre libertad y libertinaje.
8- Poner límites que obligue a los educandos a esforzarse; es decir, eliminar las promociones inadecuadas y la política de mínimos (mediante la cual los conocimientos mínimos indispensables se convierten en conocimientos máximos).
9- Promover el apoyo educativo y económico a las familias desfavorecidas.
10- Promover una enseñanza individualizada, que compense las necesidades educativas de los alumnos y las alumnas, y el interés por el progreso adecuado de todo el alumnado.
11- En resumen, promulgar prácticas educativas que conlleven a que los niños y las niñas puedan y quieran rendir bien.

3 comentarios:

madredemellizos dijo...

En algunos puntos totamente de acuerdo con tus valoraciones, pero otros... En cuanto a las características familiares, puedo decir que en muchsisimas ocasiones no están relacionadas con el fracaso escolar, en mi caso, nunca estudié, y en mi casa sí que habian excelentes modelos a seguir, mi padre predicaba con el ejemplo, siempre le ví leyendo libros, e involucrádose en nuestra educación. Tuve una educación respetuosa y disciplinada, con límites y normas benevolentes, un ambiente ideal...pero mira, surgió el fracaso escolar.
Creo que va más relacionado con el carácter del niño, si es paciente o nervioso, las admistades, si le gusta trastear, si es tranquilo, o más musical,..tambíen son importantes los recursos con los que cuenta la familia, importantes, pero no totalmente necesarios. También con la capacidad de aprendizaje que tiene cada niño y sus inquietudes, sus instintos, pero tambien reconozco, como tú, que un libertinaje y despreocupación familiar no es buen campo para sembar. Muy buena entrada, Enrique, tengo algunas "dudillas" en cuanto a escolarización gemerar que ya te contaré, para conocer tu opinión.

Enrique dijo...

Lo que ocurre, Madredemellizos, es que estas características no determinan el fracaso escolar, sino que condicionan. Asimismo, no es preciso que surjan todas. Pueden ir todos los puntos bien, pero un día coges una depresión por un asunto externo... y se fastidia el año.

Saludos.

MABEL dijo...

TODA LA TEORÍA QUE LEI ME PARECE CORRECTA Y ACEPTABLE ESPECIALMENTE DONDE HABLA DE LOS DOCENTES ,QUE NO SE INVOLUCRAN ,ALGUNOS MODELOS DE PADRES ,POR CIERTO QUE HAY EXCEPCIONES COMO EL COMENTARIO DE MADRE DE MELLIZOS YO HE TRABAJADO CON ALUMNOS CON ESAS CARACTERISTICAS Y ES-POSIBLE SACARLOS ADELANTE COMPARTO SUS TEORÍAS Y PRACTICAS DOCENTES PARA MI ES UN GENIO.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...