lunes, 24 de octubre de 2011

Ser un individuo dentro de un grupo.

Hoy, una profesora nos ha hecho unas preguntas al grupo de clase:

¿Qué es más importante, el individuo o la sociedad? ¿Cómo deberíamos educar: para formar personas o para construir una sociedad?  ¿La educación debe servir al propio individuo o debe ser un instrumento para formar un modelo de sociedad?

La clase nos hemos dividido en tres posiciones diferentes:

1- Quienes apoyaban que la educación debe servir para una sociedad, en tanto que la sociedad forma al individuo.

2- Quienes apoyaban el individualismo a ultranza, porque somos los individuos quienes formamos la sociedad y porque sólo así puede formarse personas libres.

3- Y la postura en la que me encuentro yo: Quienes opinamos que hay que formar individuos sociales, individuos dentro de la sociedad.

Quienes estaban a favor de la primera postura, indicaban que, ya que la sociedad construye al individuo y el individuo será, por ende, conforme está construida la sociedad, hay que centrarse en el conjunto, moldear ese conjunto, y por tanto estar la educación orientada a formar una sociedad mejor.

Quienes estaban a favor de la segunda postura, argüían que una educación orientada a modelar la sociedad, en vez de estar dirigida a cada persona por su parte, es una educación esclavizadora, porque entonces la educación se emplea como un medio para lograr algo y no como un fin en sí mismo.

Yo, por mi parte, pienso esto segundo, que la educación debe estar orientada a formar ciudadano/as libres y a ayudarles a mejorarse para intentar alcanzar la plenitud física, psicológica, moral, artística, etc. No obstante, también tenemos que tener en cuenta que vivimos dentro de una sociedad, y por tanto, también hay que educar en valores que lleven a esos individuos a cooperar, a ayudarse los unos a los otros, a vivir y convivir en sociedad.

Por consiguiente, pienso que hay que enseñar, como indica el título de la entrada, a ser un individuo dentro de un grupo.

Si tenemos en cuenta el individualismo a ultranza, corremos el riesgo de formar una sociedad cuyos individuos no tengan cohesión, sin sentido de grupo, que miran sólo por sí mismos y sin fuerza ante cualquier grupo que surja 

Un ejemplo de esto es lo que le están ocurriendo a los/as feministas: antes tenían unión, pero ahora no se ponen de acuerdo ni siquiera en qué es el feminismo, y acaban peleándose entre sí.

Otro ejemplo puede encontrarse en el racismo: en vez de verse a todas las personas como seres humanos que forman parte del mundo y que deben respetarse, se desprecia a aquellas que no pertenecen a la misma nación o raza.

Si tenemos en cuenta a la sociedad solamente, olvidando a las personas en particular, corremos el riesgo de tener un grupo al cuál se le puede adoctrinar fácilmente, que puede ser dirigido de igual forma guía un/a pastor/a a sus corderos.

El ejemplo puede encontrarse en la educación sexista: Se forman dos grupos aislados (varones y mujeres), y a cada grupo, en donde no se tienen en cuenta las características individuales, se le educa conforme a unos patrones (pre)establecidos, y todos/as responden por igual. 

Otro ejemplo puede ser la educación conductista proporcionada en la II Revolución Industrial, en donde a la clase trabajadora, que se quedaba estancada en un nivel formativo en la escuela, se la educaba para trabajar mecánicamente en las fábricas, creando una producción en cadena (fordismo).

Por este motivo, en tanto que apoyo la educación como un derecho y un fin en sí mismo para cada persona, y en tanto que centrándonos en cada punto por separado (individuo contra sociedad), podemos caer en los problemas que he ejemplificado, opto por enseñar a cada persona a ser un sujeto libre y autónomo que sepa convivir en sociedad.

Con esto, pienso, tendríamos las siguientes ventajas:

- Llegarían a formarse grupos diferentes que se respeten los unos a los otros, y en donde cada individuo pueda criticar a los otros grupos, al propio grupo y a sí mismo.

- Evitaríamos el adoctrinamiento de masas, al poseer cada individuo también una ideología propia.

- Tendríamos en cuenta los procesos cognitivos propios de cada persona en particular a la hora de enseñar o educar, pero a su vez no olvidaríamos que la enseñanza y la educación surgen dentro de un ambiente grupal (para que pueda haber educación, se precisa a alguien que eduque y a una persona que esté siendo educada).

- Seríamos capaces de diferenciar entre hombres y mujeres, pero al mismo tiempo veríamos personas.

- Podríamos fomentar la globalización y la interculturalidad, sin que eso supusiese la inhibición de la identidad propia y la cultura de cada pueblo.

- No habría racismo, al ver a las personas de diferentes pueblos o etnias como seres diferentes e iguales al mismo tiempo.

- Nos ayudaríamos los/as unos/as a los/as otros/as, sin dejar de ayudarnos a nosotros/as mismos/as. Y por tanto, buscaríamos nuestro propio bien, sin olvidar el bien a los/as demás.

- La diversidad y la igualdad irían unidas de la mano.

Y es que, al fin y al cabo, la sociedad construye al individuo, sí, pero también, al mismo tiempo, para poder transformar la sociedad, primero tenemos que transformarnos a nosotros/as mismos/as.

No hay individuo sin sociedad, ni sociedad sin individuos.
Es la pescadilla que se muerde la cola...

7 comentarios:

Arlette dijo...

No podría decirlo mejor, y además, en esto... tú eres el experto!
Gracias por recordarnos cómo debería ser la educación... lástima que aún quede mucho por hacer. Seguiremos trabajando para que siemrpe haya esa visión integral y a la vez respetuosa con la individualidad de cada uno.

mamisepa dijo...

Me ha encantado. La verdad,cuando he leído la pregunta, he pensado que la respuesta sería un "híbrido" entre individuo y sociedad,y veo que muchos así lo habéis pensado. Ni se puede ser excesivamente individualista ni se puede pensar sólo en la sociedad y que esta pase como una apisonadora por encima de las personas. Un saludo.

laindefensiónaprendida dijo...

A mí también me ha encantado. Suena mágico. Te deseo valiosos colaboradores que te apoyen en la tarea. De verdad de la buena.

laindefensiónaprendida dijo...

El hombre no es bueno Enrique, no lo es.

Gemma dijo...

Estoy de acuerdo. Como en tantas otras cosas, la clave está en no irse a los extremos.
Me ha recordado la frase que el maestro de mi hijo escribió en la pizarra en la reunión de inicio de curso:

“El reto en las aulas es crear un bosque en el que convivan y crezcan especies varias que contribuyan y den lo mejor de cada una”.

Enrique dijo...

Inde:

No entiendo qué pretendes decirme con lo de "el hombre no es bueno".

Primero, no lo he dicho. Y segundo, yo tampoco lo opino. Pero tampoco pienso que sea malo el ser humano. Para mí, por naturaleza, el ser humano no es bueno ni malo. Haré una entrada al respecto.

Euphorbia:

Está chulísima la frase que escribió ese maestro. La anotaré. :o)

Saludos.

laindefensiónaprendida dijo...

Enrique, yo no he dicho que lo hayas dicho tú, lo digo yo.
Y, con tu propuesta estoy completamente de acuerdo.

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