lunes, 20 de febrero de 2017

El truco perfecto del poder para acabar con el concepto de opresión.

Quienes nos movemos en círculos de movimientos sociales tales como el anti-especismo, el paidocentrismo, el comunismo (libertario o autoritario), el feminismo, el movimiento LGTB... sabemos y tenemos bien claro que la cultura que nos rodea es especista, patriarcal, adultocentrista, capitalista, clasista, homófoba, racista, etc.

Y dado que la cultura tiene estas características, nos topamos con que unas personas están oprimidas mientras que otras se ven privilegiadas, favorecidas, beneficiadas, por el sistema.

Por ejemplo, una criatura que nazca en un país pobre y en una familia que no tiene ni para comer, no tendrá las mismas oportunidades en la vida que otra criatura que nazca en una familia adinerada.

Está claro que no se le golpea a nadie en esta vida por ser heterosexual, mientras que la gente homosexual, bisexual... puede sufrir acoso, agresiones, etc, por el simple hecho de relacionarse con una persona de su mismo sexo.

Asimismo, no es lo mismo nacer de la especie humana que nacer de cualquier otra especie animal, ya que ni un toro nos capotea y pone banderillas, ni una vaca nos quita a nuestra prole para lucrarse económicamente.

Es obvio que hay gente en este planeta que está arriba, en una posición privilegiada y opresora, mientras que hay gente que está abajo, en una posición oprimida.

Vamos, que queda claro que hay categorías (a veces dicotómicas, como varón-mujer; persona nacional-persona extranjera; ser humano-animal; y a veces  politómicas, como por ejemplo clase alta-clase media-clase baja) que colocan a un colectivo arriba y por ende, privilegiado y opresor, y a otro colectivo, abajo, y por consiguiente, oprimido.

Hasta aquí nada nuevo bajo el Sol. ¿Cierto?

El caso es que para poder darnos cuenta de esto, necesitamos hacer algo sumamente importante: analizar qué categorías llevan a un grupo de personas a estar arriba o a estar abajo

Para darnos cuenta de que una persona heterosexual está privilegiada frente a otra homo o bisexual, es necesario que sepamos que hay personas a las que se las considera homosexuales, bisexuales o heterosexuales, y que en función de su orientación sexual van a recibir un trato u otro.

Para poder ver claramente que existe el especismo y que la especie humana tortura y explota a los animales, tenemos que dejar claro que aunque el Homo sapiens es un animal, no se identifica socialmente como tal y en base a esa diferencia recibe un trato superior al resto de especies.

Para poder ver claramente que una mujer sufre violencia de género por el simple hecho de ser mujer, tenemos que tener claro que hay personas en este mundo a las que se les considera mujeres y personas a las que se les considera varones.

Para darnos cuenta de que la cultura es adultocenrtista y que las personas adultas están por encima de las no adultas, tenemos que ser conscientes de que en nuestra culutra existe la categoría "Edad" y que en base a ella se le otorgan unos derechos a unas personas y a otras se les deniegan. 

Y que quede bien pero bien clarito: solo podemos hablar de opresión, de privilegios, de cultura hetero patriarcal, capitalista, especista... si nos damos cuenta de que nos guste o no, existen grupos encasillados en una bolsa con una etiqueta y otros grupos encasillados en otra bolsa con una etiqueta bien diferente.

Si no existen tales grupos, no tenemos nada de qué hablar. Si negamos la existencia de los grupos "Ser humano" y "Animales", no podemos hablar de especismo. Si negamos la existencia de los grupos "Persona blanca" y "Persona de cualquier otro color de piel que quieras insertar aquí", no podemos hablar de racismo. Si decimos que no hay "varones" ni "mujeres", no podemos hablar de patriarcado.

Porque si no existen las categorías que llevan a unas personas a estar favorecidas socialmente y a otras a estar desprivilegiadas, ¿qué sentido tiene hablar de opresión?

Pues bien, esto es lo que está ocurriendo: el poder se las está apañando para cambiar la lengua y que ya no podamos hablar de la existencia de categorías fijas que son inculcadas por la cultura. El poder se las está ingeniando para que ahora seamos lo que queramos ser a conveniencia, de forma que si yo mañana quiero decir que soy mujer, pues sor mujer, porque lo digo yo y punto.

Sí, sí. La cultura se la pasan por el ojo del culo. Ahora, a raíz del movimiento transgénero queer, cualquiera puede ser cualquier cosa solo por decir que así lo siente.

Y esto es el truco perfecto del poder para acabar con el concepto de opresión y con todo movimiento social que pretenda cambiar el sistema, dado que hablar de machismo, de estatismo, de clasismo, de capitalismo, de especismo... no tendrá ningún sentido.

¿Por qué? Muy sencillo:

Supongamos que yo, considerado socialmente como varón y por lo tanto educado como tal, mañana le pego una paliza a una mujer por ser mujer, es decir, que cometo un acto de violencia machista. Pero cuando llegue el juicio, yo digo: "No, no me pongan el agravante por violencia de género, porque yo no soy varón, sino que soy mujer". Y ya está. Digo que "soy mujer" y en un segundo he acabado con la idea de que pertenezco al género opresor y si hace falta convierto a mi víctima en agresora bajo la excusa de que niega mi identidad y me está oprimiendo. Y así,  ¿qué sentido tendría hablar de que pertenezco al género opresor y que he usado mi privilegio para hundir a esa mujer? ¿Qué sentido tendría la necesidad del feminismo si no se me puede señalar como persona perteneciente al género opresor y privilegiado si yo digo formar parte de otro género? Ninguno. 

Y solo con esa frase: "Yo soy mujer", porque sí, porque lo digo yo, se acabó el decir que las mujeres no podían votar, porque, TERFS, ¿quién no os dice a vosotras que esas personas a las que llamais "mujeres oprimidas por el sistema patriarcal y que no tenían derecho al voto"... eran mujeres? Porque no les habéis preguntado por su identidad de género. A lo mejor se consideraban varones. Y por lo tanto, nunca ha existido la prohibición del voto femenino.

Es más, ¿quién os dice a vosotros y vosotras, anti-capitalistas, que Amancio Ortega es un burgués, capitalista y explotador? A lo mejor este señor se siente del proletariado y le estáis oprimiendo. ¿Que él tiene el capital y explota gente? ¿Qué tontería es esa? ¿Le habéis preguntado, acaso, por su identidad de clase? Es más, a lo mejor Amancio no es un explotador, sino una explotadora, y no debemos decir que la mayor parte del capital se encuentra en manos masculinas, sino en manos de una burguesa, y que no es cierto que la pobreza esté feminizada (por no contar que a lo mejor el obrero o la obrera que trabaja en un zulo durante 14 horas diarias y por un mísero sueldo se siente una persona adinerada, y por ende, es él o ella quien realmente está oprimiendo al pobre proletario -o la pobre proletaria- de Amancio Ortega).

¿Y por qué llamarme a mí especista si mañana dejo de ser vegetariano, mato a un lechal con mis propias manos y me lo como? Tal vez yo no me siento Homo sapiens. ¿Y si digo que me siento una serpiente, o un león, o un lince? En realidad ese acto de matar al lechal y comérmelo, no sería especista, porque como no me identifico como ser humano, no estoy privilegiado frente al animal, sino que simplemente he seguido mis impulsos como cualquier otro animal carnívoro.

¿Veis? Si desaparecen las categorias que encasillan a las personas, ya no podremos hablar de opresión. Si cualquiera puede ser cualquier cosa solo porque así lo siente, no tendrán ningún sentido los movimientos sociales, porque cualquiera podrá negar pertenecer a los grupos privilegiados a su conveniencia y hacer lo que le plazca con los colectivos oprimidos.

Y sí, ya sé que justamente ésa es nuestra intención: que deje de haber géneros, razas, identidades sexuales... y que puede sonar incoherente hacer uso de tales categorías.

Pero es que una cosa es buscar su destrucción y otra cosa bien distinta, a ver si nos entra en la cabeza, es negar su actual existencia. Una cosa es que deseemos que desaparezca el género y otra cosa es inventarnos un inexistente mundo de yupi a través del cual negamos la realidad.

Nos guste o no, mujer, varón, blanco/a, negro/a... no se nace, sino que se hace; se hace por una cultura que nos viene dada al nacer. No es un sentimiento, sino una construcción social. Y para acabar con esta triste realidad hay que destruir esa construcción. Vamos, que para crear un mundo nuevo primero hay que destruir el ya existente. Construir sobre lo que tenemos no nos llevará a avanzar, sino a mantener la mierda maquillada.

Si tenemos un vertedero y ponemos un parque encima, eso no quitará que ahí debajo, en la raíz, hay un vertedero. El parque será un maquillaje y nos parecerá bonito... hasta que el vertedero pase factura y empiece a degradar el parque. Primero tenemos que limpiar y quitar el vertedero y luego ya pondremos el parque.

Es por eso que se hace imprescindible señalar y denunciar que existe tal vertedero y no decir que a lo mejor el vertedero se siente agua potable que podemos beber, porque nos vamos a tragar la mierda y nos vamos a intoxicar de lo lindo.

Primero destruir y luego crear. Y o vemos esto claramente, o el día menos pensado nos dan un golpe de Estado y el dictador o la dictadora dice sentirse anarquista y las balas que nos lancen van a ser flores.

miércoles, 15 de febrero de 2017

El transfeminismo del neo-machirulo cutre-queer.

Me llamo Enrique, pero me llaman Kike. Nací varón. O al menos eso dicen, porque nací con pene. Bueno, eso dicen, porque en realidad mi pene es una vagina y por culpa de él me preguntan en las entrevistas de trabajo si me voy a quedar embarazada, hecho por el cual no me seleccionan o me despiden al poco tiempo.

Desde mi más tierna infancia, me ha gustado jugar al ajedrez, practicar karate, dibujar... Pero también jugaba a las papás y a las mamás, con muñecas... Y he de ser sincero: adoro la cocina; me fascina cocinar.

Así que, como he hecho toda mi vida y hago cosas de mujeres, claramente no soy varón. Quede claro: soy mujer. Soy mujer porque hago cosas de mujeres (no, no soy sexista, pero es que cocinar es de mujeres, que lo sabe todo el mundo).Y me gustan.

Y aunque tenga pene entre las piernas, si a alguna de vosotras, feminazis (perdón, TERFS, que este insulto me viene mejor para despreciar a las mujeres sin que me puedan llamar machirulo), se os ocurre decir que soy varón y que oprimo a mis compañeras también mujeres, que sepáis que me estáis oprimiendo.

Sí, vosotras, feminazis, TERFS, me oprimís. Me oprimís cada vez que negáis que soy mujer y cada vez que que decís que soy del género opresor.

Porque, que lo sepáis, ser mujer es una construcción social, y puedo decir ser mujer si me da la gana y cuando me dé la gana. 

Y vosotras, TERFS, sois unas auténticas locas del coño. ¿Por qué no me dejáis entrar en los espacios feministas no mixtos? ¡Yo soy mujer, como vosotras! Y no solo sufro opresión por género, sino que además sufro opresión por vuestra culpa.

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No, no me he vuelto loco. Tranquilidad. Sé que esto que acabo de soltar es una auténtica estupidez. Jugar a las muñecas no vuelve niña a un niño; ni llevar falda no vuelve mujer a un varón; ni se puede ser mujer con solo decir "soy mujer"; y, por supuesto, no puede haber un varón oprimido por las feministas, solo porque ese varón dice ser mujer así porque sí.

Pero desgraciadamente, hay una corriente "transgénero" por la cual, en lugar de luchar contra el género (tarea que el feminismo siempre ha llevado a cabo), se busca reforzar la idea de género, inventando tropecientos mil géneros nuevos, y que además basta con decir "soy esto o lo otro" para serlo.

Para esta corriente, si digo "soy mujer", ya soy mujer. Y lo que es peor: encasillan a las personas en géneros en función de los roles que siguen.

Por ejemplo, mientras que el feminismo dice que jugar al fútbol no es de niños ni de niñas, y que las muñecas tampoco son ni de niñas ni de niños, esta gente dice que el fútbol es de chicos y que las muñecas son de chicas; y, por ende, que si eres chica y juegas al fútbol, es que en realidad eres chico; y que si eres chico y juegas a las muñecas, harías bien en considerarte mujer.

De hecho, hay hombres (sí, hombres) que llegan a espacios feministas no mixtos, dicen que son mujeres (porque sí) y que si no les dejan entrar y dicen que ellos son el género opresor, ¡entonces ellas son quienes están ejerciendo opresión por género!

Desde luego, los machirulos ya no saben qué hacer para mantener sus privilegios. Tras el masculinismo, que no les ha servido para parar el feminismo pues se ha demostrado con creces que tan solo son machistas resabiados y desesperados porque ven perder sus privilegios, se unen al transgenerismo, que busca criticar y destruir el feminismo radical (pues ataca al género desde su raíz, tratando de hacerlo desaparecer); y además dicen defender a transexuales mientras les insultan, agreden y expulsan (a quienes hemos padecido disforia y sabemos qué es ser "trans", si estamos contra la ideología transgénero, nos llaman "true scum" -auténtica basura-).

Como inventarse privilegios de las mujeres que no existen no les ha servido, han decidido que si dicen que no son varones, así acaban con las acusaciones de pertenecer al género opresor.

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Tan solo espero que no lleguen a ningún lado. Y creo que así será, pues no dicen más que bobadas. Que yo diga que soy un pájaro, ni me convierte en pájaro ni me hace sufridor de especismo si me golpean.

Así que dejad esas chorradas de "me siento una persona no-binaria, demichica", etc. Esos géneros no existen.

Guste o no, solo existen dos sexos.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los y las docentes no tenemos la verdad absoluta.

La Pedagogía es una Ciencia Social. Eso quiere decir dos cosas:

En primer lugar, que la Pedagogía no es una ciencia exacta y, por ende, no funciona como la gravedad. Si yo sostengo un objeto en el aire aquí en España y lo suelto, caerá al suelo, pues será atraído por la fuerza de la gravedad terrestre; y esto mismo ocurrirá si repito la acción en China, en Noruega, en Afganistán o en Chile. Sin embargo, un mismo planteamiento pedagógico no tiene por qué funcionar igual en un país que en otro, ya que cada nación, o pueblo, o comunidad, tiene su cultura. 

En segundo término, hemos de dejar claro que quienes nos dedicamos a la educación y la enseñanza, trabajamos con personas. Y las personas son todas distintas, con sus vidas, sus experiencias, sus ideas...; ergo, una metodología docente puede llegarle de distinta forma a Fulanito, a Pepita, a Menganito y a Anita.

Entonces, no podemos pretender que, como muchos y muchas docentes parece ser que desean con ansia, se nos dé la razón a todas horas, ni que nuestra palabra sea ley; toda autoridad.

Nos podemos equivocar, reconozcámoslo. Parece que a ciertos maestros y a ciertas maestras les molesta, les hiere en su orgullo o algo por el estilo, el tener que admitir esto. Pero es así: nos podemos equivocar y hacer, por supuesto, las cosas mal.

Que hayamos estudiado, 3, 4, 5, 6 años... no nos da un poder mágico otorgado por divinidades ancestrales y que nos lleva a estar en posesión de la verdad absoluta.

Puede ocurrir, perfectamente, que cuando un padre o una madre habla con nosotros/as, esté en lo cierto y resulte que nos hayamos equivocado; puede ser que no vayamos por buen camino en nuestra forma de llevar a cabo nuestro proceso de aprendizaje-enseñanza con su hija o hijo, y que la culpa no esté en que esa criatura, "que no quiere dar un palo al agua o es más tonta que Abundio", sino que estamos haciendo las cosas mal. Perfectamente, puede darse el caso de que ese padre o esa madre no es una persona tarada, rancia, tiquismiquis, retrógrada, pesada... que quiere venir a darnos la lata con sus quejas, sino que el problema reside en nosotras y nosotros, que tenemos la cabeza cuadrada, nos hemos instalado en la Pedagogía del Confort, y no queremos dar nuestro brazo a torcer, lo cual nos lleva a un bucle sin salida que perpetúa nuestra mala praxis.

Abramos los ojos y calmémonos. Nosotros y nosotras, como docentes, no debemos andar con egolatría y creer que somos la crème de la crème. Debemos tener humildad y darnos cuenta de que el único ente importante en este proceso educativo es nuestro alumnado. Nosotras y nosotros tan solo somos una pieza más de su aprendizaje. Pero nada más que eso. No creo que haya que revalorizar la profesión docente ni que se nos vea como salvadores/as del Universo.

En nuestros discentes ha de estar la atención y la clave del proceso educativo. Nuestra función radica, simplemente, en poner a su disposición las condiciones necesarias para que puedan sortear con éxito los obstáculos.

Y todo lo demás, sobre la autoridad, la importancia, la omnipotencia y la omnisciencia del profesorado... no son más que meras pamplinas.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

La prostitución: un oficio como cualquiera.

Hoy os dejo un corto francés (subtitulado al castellano) que compartieron las compañeras de Plataforma Anti Patriarcado, en el que se muestra a una estudiante que será encauzada a una Formación Profesional de "Trabajo" Sexual...


Prostitución es violación.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

La tecnología no es la solución en educación.

Hay quienes se empeñan de forma recalcitrante con la idea de que para mejorar el Sistema Educativo, la solución está en informatizar los centros educativos. "Hay que llenar las aulas de pizarras digitales, proyectores, ordenadores, etc", dicen.

Y se equivocan. La tecnología no es ninguna solución a los problemas de rendimiento académico y al abandono escolar.

Por supuesto, las TICs (Tecnologías de la Información y de la Comunicación), son importantes y ayudan. Son importantes porque hoy día todo está informatizado, y el hecho de incluir ordenadores, pizarras digitales, tabletas, etc, en las aulas, contribuirá a adaptar a los alumnos y las alumnas a la sociedad actual. No podemos tener un alumnado desfasado, claro está. Asimismo, la tecnología ayuda porque nos permite avanzar de un modo más rápido que con los medios tradicionales. Por ejemplo, no es lo mismo coger apuntes escribiendo con el teclado que hacerlo a mano.

Pero esto no cambia nada.

El problema principal no radica en si hay que poner o no más aparatos tecnológicos en un aula. Podríamos estar ahora mismo en la época en la que se inventó la escritura y estar debatiendo sobre si hay que usar o no papiros en clase, y veríamos igualmente que el problema no está en las herramientas a utilizar.

Porque la raíz de la cuestión es esta otra: la metodología didáctica.

¿De qué sirve tener en clase lápices, cuadernos y libros, si el o la docente usa una metodología ancestral, basada en la relación asimétrica de poder, la memorización y la repetición? De nada. Pues lo mismo ocurre con los ordenadores, las tablets, los i-pads, las pantallas digitales, etc. No sirve de nada llenar un centro educativo entero de aparatos electrónicos y luego andar practicando una pedagogía del confort, una pedagogía conservadora, costumbrista, adaptada al profesorado en vez de al alumnado, con los chicos y las chicas en fila, teniendo que escuchar en actitud pasiva todo cuanto dice su docente, etc.

Resultado de imagen de aula con ordenadores

Ya expliqué en otra entrada, que hay que revolucionar la Pedagogía, y eso no quiere decir que hay que imponer en las aulas una revolución tecnológica, sino una revolución en la filosofía educativa, en la didáctica, en la deontología docente.

Hay que promover un cambio; pero no de imagen, sino de raíz. Ya lo dijo Albert Einstein:

"Si buscas resultados distintos, no sigas haciendo lo mismo".

martes, 26 de julio de 2016

400.000

A pesar de mi inactividad que he tenido durante un largo debido al completo giro que ha dado mi vida en tan solo poco más de medio año, este blog ha permanecido con un ritmo constante de visitas. Y ahora que lo he retomado, el crecimiento de las mismas ha sido brutal. Esto ha dado lugar que, sin problemas, haya alcanzado ya... ¡las 400.000 visitas! Y esto es un no parar; un suma y sigue en el que Mejoremos la educación. Mejoremos nuestro futuro, sigue en pie de guerra contra un modelo educativo y cultural que orienta nuestra sociedad al constante desastre.

Espero que el ritmo de este espacio vaya, si no a mejor, al menos por el camino que sigue, a fin de contribuir a una educación mejor, a un futuro mejor.

¡Muchas gracias a todos y todas quienes estáis ahí siguiéndome, a quienes os pasáis de vez en cuando a comentar, a quienes me recomendáis en otros espacios, a quienes compartís mis entradas... e incluso a quienes solo vienen a soltar mierda! ¡Muchas gracias, porque sin vosotras y vosotros, esto no sería posible!

lunes, 16 de mayo de 2016

Los niños y las niñas tienen derecho a no dar ni besos ni abrazos.

Copio y pego un artículo que leí hace ya bastante tiempo pero que hoy he vuelto a ver compartido por Facebook y con el que estoy totalmente de acuerdo:

"Todo el que tenga niños sabe que en la mayoría de los casos lo más normal es que se muestre verdaderamente renuente a dar muestras de afectos tales como besos o abrazos tanto a familiares como a conocidos y lo cierto es que obligarlos a hacerlo de todos modos es la peor de las opciones en cualquiera de los casos. Lo cierto es que obligar a los niños a demostrar afecto que no les nace de manera natural en realidad no los vuelve más sociables sino más vulnerables al abuso sexual y al desarrollo de conductas sexuales de complacencia, aunque los adultos desconozcan estas graves consecuencias.

Lo máximo que se le puede solicitar a un niño es que trate a los otros con respeto, pero nunca que haga demostraciones solamente por contentar a dicha persona o al adulto que se lo indica, ellos deben tener siempre el control de las elecciones en lo referente a su cuerpo y a la forma en la que interactúan con los otros, ya que mientras más rápido asimilen que tienen el total derecho de decidir qué hacer y con quienes, mejor será su desarrollo personal y más positiva su visión sobre si mismos, aprendiendo a respetarse y a cuidarse siempre, sin importar lo que digan los otros, algo que aunque parezca simple en una situación cotidiana de “dale un beso a la tía o se pondrá triste”, en realidad tiene un significado realmente importante en cuanto a no dejar paso a la manipulación, a la obligación o al condicionamiento.

Especialistas en el tema como la cofundadora y directora ejecutiva de Kidpower Teenpower Fullpower InternationalIrene van der Zande que maneja esta agrupación sin fines de lucro que se especializa en brindar información sobre prevención de la violencia y seguridad personal, indica:

“Cuando forzamos a los niños a someterse al afecto no deseado para evitar ofender a un familiar o lastimar los sentimientos de un amigo, les enseñamos que sus cuerpos en realidad no les pertenecen porque tienen que dejar a un lado sus propios sentimientos sobre lo que se siente bien para ellos”…“Esto lleva a que los niños sean abusados sexualmente, a que las adolescentes se sometan a comportamientos sexuales para ‘que yo le guste’ y a que los niños soporten el bullying porque todos están ‘divirtiéndose’”.

La gran mayoría de los padres no consiguen observar la magnitud del problema, obligar a un niño a tocar a la gente de forma inofensiva cuando ellos no lo sienten de forma natural los deja vulnerables a cualquier otra situación de riesgo con pederastas, teniendo en cuenta que en un alto porcentaje de casos de pedófilos, el abusivo es un conocido del niño, es sumamente probable que los adultos hayan obligado al niño a demostrarle “afecto” a ese individuo con anterioridad, por lo que el mensaje es realmente confuso para el pequeño, que se verá obligado a soportar los abusos ya que siente que eso es lo que sus padres quieren que haga.

Ursula Wagner, especialista de salud mental explica por su parte:
"Envía un mensaje de que hay ciertas situaciones en las que lo que hacen con sus cuerpos no depende de ellos". "Si son obligados a mostrar afecto aunque no quieran, más adelante los hace vulnerables al abuso sexual".
Si no nos parece bien que una persona tenga que ceder ante su pareja para "no frustrar su deseo y sus sentimientos", tampoco debería parecernos bien que una criatura deba ceder para "no dañar" a la tía, al primo, a tal conocida o al abuelo.

No es no; incluso cuando se trata de niñas y niños.

martes, 14 de julio de 2015

La educación del miedo.

Nuestra educación se basa en el miedo.

- Miedo a suspender. 

- Miedo a un negativo.

- Miedo a quedarte sin recreo si no traes los deberes hechos a clase. 

- Miedo a la bofetada que te puede caer si llegas a casa con alguna asignatura suspensa.

- Miedo a elegir la opción que tu familia no aprueba en tu plan de estudios. 

- Miedo a no pasar la Selectividad, o la reválida. 

- Miedo a suspender una asignatura en la Universidad y no poder pagar las tasas el curso siguiente.

- Miedo a que te miren mal si eres niño y quieres jugar con muñecas o si eres niña y quieres jugar a la pelota.

- Miedo a equivocarte si tu maestro o maestra te pregunta. 

- Miedo a preguntar una duda en clase porque puedes quedar como ignorante. 

- Miedo a que te pongan un parte. 

- Miedo a que te expulsen del centro. 

- Miedo a llegar un poco tarde a casa y tu padre y/o madre te castigue. 

- Miedo a no obtener el título académico. 

- Miedo a que tus notas no sean lo suficientemente buenas como para poder entrar en la carrera de tus sueños. 

- Miedo a que te vean como una persona vaga por haber preferido no estudiar a sí estudiar. 

- Miedo a que la Formación Profesional o la carrera universitaria que estudias no te permita encontrar un empleo. 

- Miedo a que los estudios que cursas sean socialmente considerados como insuficientes y te veas en la obligación de seguir estudiando y no tener dinero para seguirte formando. 

- Miedo a la bronca de tu docente. 

- Miedo al examen. 

- Miedo a que tu tutor o tutora te diga que quiere hablar con tus padres y/o madres, por si acaso la conversación es acerca de algo malo. 

- Miedo a equivocarte en el examen y que eches a perder todo un curso de esfuerzo en un solo día. 

- Miedo a no estar en posesión de los llamados "contenidos mínimos".

- Miedo a que te vean como un fracaso.

Miedo, miedo y más miedo. 

¿No es hora ya de ir cambiando esto?

lunes, 20 de abril de 2015

¡300.000 visitas!

Ayer, este blog llegó a las... ¡300.000 visitas! Y estoy bastante contento. Un blog que empezó con entre 5 y 10 visitas diarias... hoy día, a unos meses de cumplir los 5 años (lo abrí en Noviembre del 2010) pasa de las 300. 

Así que quiero daros las gracias a quienes estáis en el otro lado, siguiendo mi blog, comentando... o simplemente leyéndolo desde el silencio. 

Las 300.000 visitas no son mías, son vuestras; pues si no pasaseis por aquí, este espacio no tendría sentido.

Como dijo Desmond Tutu: "Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor".

Así que espero seguir contando con vosotras y vosotros, y así seguir avanzando en la lucha por acabar con la injusticia; en la lucha por una sociedad libre y equitativa.

Mantengámonos firmes en la lucha contra el patriarcado, la autoridad, el clasismo, la xenofobia, la homofobia, el racismo, el especismo, el adultismo...Y que el miedo cambie de bando.



martes, 14 de abril de 2015

Yo no soy trapacero/a.

Se está promoviendo una campaña, con la que estoy totalmente de acuerdo, que persigue que en el diccionario de la RAE se elimine como una de las definiciones del concepto "Gitano/a", la siguiente:

- Trapacero/a. Que estafa u obra con engaño.

Y es que, como el ser de piel negra, homosexual, mujer, procedente del extranjero, etc, el ser de la etnia gitana no convierte a una persona en ladrona, embustera, trapacera ni delincuente.

Basta ya de prejuicios y de discriminaciones, por la razón que sea. He conocido a gitanos y gitanas que eran gente bien decente; y a payos y payas bien harpías, cínicas, poco de fiar y bastante escoria.

Yo estoy con el pueblo gitano. Y por eso publico esta entrada apoyando y dando visibilidad a la campaña. Porque ser gitano o gitana... no te hace una persona trapacera.


viernes, 27 de marzo de 2015

¿De quién es la Educación?

La Educación no es del Estado. No es de un Gobierno. No es cosa de docentes. No es algo que lleven a cabo solo padres y madres. No se da en un punto en concreto. No debe ser usurpada por entidades privadas para intereses financieros. No ha de pertenecer solo a los y las menores de edad, pues no debe guardarse simplemente para las personas en un pequeño instante de su vida. No debe tener fronteras. No pertenece solo a varones, o a heterosexuales, o a gente de piel blanca. La Educación no debe estar atada a un centro educativo, provisto de rejas y vallas. No se adquiere tragando libros. No debe acapararla una entidad religiosa. No fue creada para gente capaz de alcanzar la "excelencia"; menos aún cuando ningún ser humano del mundo es "excelente". No es de bilingües. No es de las empresas, quienes pueden utilizarla a su antojo cual herramienta. 

La Educación es de quien vive en Francia, Colombia, Afganistán, Egipto, Nigeria... Es de gente alta, mediana, baja. Es de personas de piel negra, blanca, morena. Es de quien camina y de quien va en silla de ruedas. Es de personas con ceguera, sordomudez, autismo, parálisis cerebral, leucemia, espina bífida... y de gente malamente llamada "normal", pues nadie en este mundo es "normal". Es de quien se le dan bien las matemáticas y de quien se le dan mal. Es de quien quiere dedicarse a la Medicina, a la Física, a la Ingeniería, a la Pedagogía... y de quien quiere dedicarse a la mecánica, la fontanería, la alfarería, la peluquería, a la música... Es de quien quiere ser profesional del deporte y de quien no. Es de quien le gusta leer y de quien no. Es de quien le aburren las Ciencias Naturales y de quien le fascinan. Es de quien quiere estudiar y de quien no quiere hacerlo en ese momento.

Porque la educación es de vosotros y vosotras; es de nosotros y nosotras; es de ellas y ellos; es de él; es de ella; es tuya; es mía.

La Educación... nos pertenece a todo el mundo. Es de la sociedad.


Que no nos engañen:  
nadie tiene derecho a  
robarnos la educación.

lunes, 23 de febrero de 2015

Alma pedagógica. Crear sentimiento.

Tal y como dejo claro en la página que tengo en este blog bajo el título de ¿Por qué este blog?, la cultura de nuestra sociedad es clasista, opresiva, sexista, machista, androcentrista, adultista / adultocentrista, confesional, racista; homófoba... y por ello mucha gente buscamos cambiar esto a mejor, para que todas las personas sean tratadas por igual, con respeto, y podamos vivir en libertad.

Y si hay algo que me preocupa de entre la gente que somos anarquistas, feministas, anti-racistas, anti-capitalistas, anti-especistas, etc, es que muchas veces me topo con quienes tienen una falta considerable de alma pedagógica.

Ya sé que muchas y muchos tienen que estar hasta las mismísimas narices de repetir lo mismo una y otra vez para que al final su discurso no lleve a nadie porque su interlocutor o interlocutora, no es que exponga argumentos en contra y mantenga otra postura diferente, es que simplemente no escucha, te trata como un ser inferior y echa por tierra todo lo que le muestras por muy bien argumentado o demostrado científicamente que esté.

Pero, como comenté en la entrada anterior, hay que cambiar la educación al completo si de verdad queremos ver resultados. 

Vamos a ver. Imaginemos que yo soy vuestro profesor de una asignatura (pongámosle, por ejemplo, Matemáticas) y que no entendéis algo (las derivadas). Entonces me preguntáis las dudas que tenéis y me pedís que lo explique de nuevo. ¿Os imagináis que yo os respondiese: es que yo no soy educador y a mí me tienes que venir ya formado/a? Como para mandarme a la mierda, ¿cierto?

Pues eso pasa entre muchas personas que luchamos por cambiar la sociedad. Hay quienes han perdido ya la paciencia y cuando alguien les asalta con preguntaa, le responden: "Es que yo no soy educador/a"; o "A mí me vienes formado/a y luego hablamos"; o "Es que yo estoy en lucha, no de cháchara". 

Y así andamos: que no se llega a la gente.

Está claro que hay quienes solo quieren molestar; que en verdad no les importa un pimiento lo que les vayas a responder. Pero, ojo, esto es la red, y por aquí no solo hay machistas, clasistas... leyendo. Por aquí hay mucha más gente que nos lee desde las sombras. Gente que va y viene; gente que nos sigue... Gente, al fin y al cabo, a quien podemos llegar y ayudar a abrir los ojos contra las distintas opresiones. 

Y claro, si dejamos que el resto nos asalte con sus preguntas, dudas, discursos... y nuestra respuesta es la de "yo no formo ni informo; márchate y ven cuando hayas aprendido", pues... ¿qué esperáis que vayamos a conseguir? Pues nada. Incluso esa actitud, pienso, llevará a que quien tenga dudas sobre qué pensar, se decante en favor de la postura que no queremos que adquiera.

Hay que tener más paciencia y más alma pedagógica. Que sí, que es una lucha, no lo dudo. Pero llevar las riendas de la educación también es, desgraciadamente, un estilo de lucha. Por ello la Iglesia, el Estado, quienes se han movido en su contra... siempre han pretendido acaparar el Sistema Educativo.

Y si no vamos a hacer nada por evitar que sea el hetero-patriarcado capitalista, esclavista y consumista quien hace uso de la educación, a través de los medios de información, los centros de enseñanza, la publicidad, etc, siendo nosotras y nosotros quienes eduquemos, entonces tened la seguridad de que seguiremos perdiendo.

Porque eso es lo que estamos haciendo: perder. Desde el día primero que alguien se levantó contra el sistema, ya estábamos perdiendo. Hemos cambiado cosas, pero el sistema sigue ahí; y mientras siga ahí el sistema, seguiremos perdiendo. Y lo que no podemos hacer es dejar ganar o quedarnos sin ganas de vencer.

Sé que puede llegar a resultar desesperante.

Comprendo que a veces resulte frustrante toparse con una mujer machista y tener que soltarle: "¡Pero es que eres una mujer, no puedo creer que pienses así, tragándote el cuento machista. No entiendes nada!". Triste, pero cierto: es que en realidad no entiende nada. Ha sido educada de un modo y no conoce otra realidad. Puedes tener razón, el discurso más bonito o incluso salir a la calle con la bandera morada más grande de todas y volverte a casa sin haber conseguido nada, con el enemigo riéndose de ti; solo por eso: porque las mujeres machistas y los varones que podrían llegar a soltar sus privilegios pero no lo hacen.. no te entienden.

Puedes gritarle al oído a un obrero o una obrera que va a trabajar un día de huelga general que es un trabajador, una trabajadora, que qué hace que no lucha por sus derechos y se deja pisotear por la patronal. Pero es que muchas veces hacer una huelga, llevar a cabo la lucha, no tiene nada que ver con las ganas de luchar o el discurso que se tenga, sino con la unión, la fuerza y el hacerse entender. Si ese obrero o esa obrera tiene miedo porque le pueden despedir, da igual cuánto de negra y roja sea tu bandera, o que le digas que "la Tierra será el paraíso, patria de la humanidad", en tanto que a ese hombre o esa mujer no le quedará más remedio que ir al trabajo en ese día de huelga.

Tenemos que llegar a la gente. Y eso solo se hace con alma pedagógica; aunando los sentimientos de las personas y que éstas quieran escucharnos y seguirnos. Tenemos que hacernos entender y para ello a veces es necesario desprendernos de ciertas palabras y modificar nuestro lenguaje para que nos comprendan.

Porque hacer política, producir cambio, en la mayoría de las veces lo importante no es tener la razón, aunque la tengamos, sino que lo importante es hacernos comprender y generar sentimiento. 

Podemos analizar hasta el más mínimo micro-machismo, mostrar cómo el materialismo consume nuestras vidas y nos vuelve infelices, cómo dos personas de países diferentes son seres humanos que han de estar sujetos a los mismos derechos, o cuán bonito es nuestro discurso y cuánto de grande es nuestra bandera, que nos volveremos a casa con la cabeza gacha, con la frustración de siempre, la bandera pisoteada, nuestras palabras enterradas y el enemigo o la enemiga riéndose de nuestro ridículo. Y todo porque la gente comprende el discurso de nuestra enemiga y nuestro enemigo, y les prefieren, se identifican con su parecer. Todo porque nuestra lucha parece un bocerío de cabras locas; una lucha de radicales sin escrúpulos.

Es así cuando la gente, en lugar de seguir nuestro sendero, nos tiene miedo. Miedo porque piensan que las y los feministas no somos más que gente que no ha hecho el amor en su vida y que vemos las cosas como las vemos porque necesitamos un buen polvo. Miedo porque opinan que las y los anarquistas somos "pone-bombas" y que queremos que reine el desorden. Miedo porque creen que el respeto a los y las inmigrantes traerá más paro y hambre.

Y entonces, cuando quieren aproximarse y tratar de comprender nuestro discurso, les respondemos con un "vete a la mierda que yo no educo, sino lucho; vete a leer y luego vuelve", reforzando su miedo y su repulsa hacia nuestros colectivos.

Alma pedagógica; crear sentimiento: eso es lo que hace falta. Y sin esto, en serio, no llegaremos a nada.

jueves, 19 de febrero de 2015

Menos "educación para..." y más cambiar la educación.

Veo y escucho mucho eso de "hay que fomentar la Educación para la Igualdad";  "asignatura de Educación para Inserción a la Vida Adulta"; "es bueno que exista la materia de Educación para la Ciudadanía"; "¿qué tal si promovemos la Educación para la Paz"; etc.

Sí, se habla mucho de educación para algo... Pero, lamentablemente, la educación en sí no tiende a perseguir ese algo... y así andamos.

¿Qué importa que un tutor o una tutora de un Instituto cualquiera imparta clase de una asignatura optativa sobre Educación para la Igualdad de Género porque así lo exige el centro si luego él o ella se pasa la vida en el resto de materias soltando frases machistas?

¿Cómo va a funcionar la Educación para la Paz si el propio Sistema Educativo está organizado de tal modo que fomente la competitividad, la desunión del alumnado, el enfrentamiento?

En serio; me parece absurdo.

Vale, sí, es mejor que nada. Al menos en esas clases se puede hacer reflexionar, tratar de mostrar un punto de vista diferente a fin de intentar calar en alguien y que, contra toda la basura que el sistema hetero-patriarcal, esclavista y capitalista nos inculca, se pueda contribuir al cambio social.

Pero, ¿por qué no mejor cambiamos el Sistema Educativo de modo que sea feminista, anti-capitalista, cooperativo, participativo, horizontal, sin jerarquías, plural, diverso, inclusivo, anti-fascista, innovador...?

Seguro que así, sí que conseguimos algo... y no caeríamos en la estupidez de pensar que "como he enseñado un poco de esto pero el niño o la niña ha salido como el sistema quiere, es que la cultura y la educación no sirve de nada y está todo en sus genes".

Porque no. Con un poquito de formación no se transforma el mundo; y no, con un poco de coeducación, de pedagogía libertaria, etc, no vamos a ningún lado.

Estaría bien dejarnos de tanta "Educación para..." y más bien transformásemos la educación. 

Entonces sí que empezaríamos a ver resultados mucho más rápido.

sábado, 17 de enero de 2015

Criticar el machismo... para justificar el machismo. La estrategia del neo-machismo.

Los grupos MRAs y masculinistas (es decir, neo-machistas) tienden en ocasiones, y éste es el punto que les ayuda a camuflar su misoginia, a criticar el machismo. Pero, por supuesto, su intención no es en absoluto la de acabar con el sistema patriarcal que oprime al género femenino. Su crítica al machismo sirve para vestirse con piel de cordero y así poder promover y llevar a cabo ideas machistas.

Y esto es lo que vamos a ver con esta entrada, a fin de que se muestre claramente cómo estos grupos autodefinidos como igualitaristas, emplean la estrategia de criticar el machismo a fin de poder promomover, de un modo camuflado y con un discurso diferente, el machismo de toda la vida.


Truco 1: El arte de la violación. Digo... seducción

Muchas veces los neo-machistas, a la hora de enseñar y practicar "técnicas de seducción", dicen lo siguiente:

"Si quieres ligar con una mujer, sepárala de sus amigas. Recuerda que la sociedad es machista y las mujeres que ligan con hombres son vistas como rameras; como zorras. Es necesario que consigas mantenerla lejos de sus amigas, para que no se sienta inhibida ante la posibilidad de quedar como una guarra delante de tus compañeras y así sea ella misma y tú puedas ganártela".

La idea es clara: criticar la idea popular de que una mujer que liga es una prostituta, a fin de promover otra: que las mujeres son todas tontas de remate, que no saben lo que quieren, que no tienen personalidad propia, y que solo los varones saben lo que las mujeres quieren (especialmente los varones neo-machistas). Y como los varones saben lo que quieren las mujeres, entonces lo que diga una mujer en un determinado momento no cuenta, no vale. Al fin y al cabo "no es más que una loca histérica y cohibida que requiere de un macho que use tácticas para hacerla descubrir lo que ella desea".

Es por ello que machirulos como Jeremías Pérez, alias Álvaro Reyes, en sus cursos de violación seducción dice cosas como:


Y después de soltarte todo esto, después de promover la violación y adjudicar que las mujeres son todas imbéciles, como han criticado algo de machismo, te sueltan lo de "Eeeeh, que yo no soy machista".


Truco 2: El "progre" aprovechado.

Dicen que no hay diferencia alguna entre un machista de derechas y uno de izquierdas. Son machistas y punto. Y es cierto. Muchos "progres" son "progres" hasta que les tocan sus privilegios. Háblale de opresión de clase y saltará cual perro rabioso a criticar a la burguesía, a defender los derechos del proletariado y las clases bajas, a comentarte todo cuanto pueda sobre derechos humanos, etc. Pero, ¡ay!, háblale sobre el machismo, el sexismo, la sociedad patriarcal... y puff, sus ansias de alcanzar una sociedad justa e igual, desaparecerán.

Porque tocar los privilegios de quienes le oprimen, está bien. Pero cuando se trata de tocarle sus propios privilegios... eso, al "progre" machirulo, ya no le gusta tanto.

Y es por ello que cuando llegan a reconocer que hay machismo, lo critican y dicen (dicen) luchar contra él, no tardan en utilizar reivindicaciones de izquierdas para aprovecharse de las mujeres. Veamos algunos ejemplos:

Ejemplo 1: Apoyar el divorcio, pero salir beneficiado:

Éste es el caso de aquellos que opinan que el matrimonio no es para toda la vida y están a favor del divorcio... pero que cuando llega el divorcio, si han optado por la división de roles y han disfrutado de chacha, psicóloga, maestra, pedagoga, enfermera, etc, gratis, no reconocen el trabajo desempeñado por su ex durante el matrimonio y se quejan de tener que pagar una compensación.

Ejemplo 2: "Un hombre debe ayudar en casa. Pero eso: ayudar (lo justito); nada de colaborar con lo que le corresponde": 

Éste es el caso de esos que critican el machismo y se creen papás súper revolucionarios e igualitaristas solo por cambiar un par de pañales, barrer dos días a la semana y jugar con la criatura, cuando a quien le tocaba ir a hablar con el tutor o la tutora, llevar al niño o la niña al ambulatorio cuando enfermaba... en resumen, la doble jornada laboral (dentro y fuera de casa), era, siempre, a la madre. ¡Y ojo con que sea una mujer la que relega en su marido las tareas domésticas y se pasa mucho tiempo fuera de casa trabajando, que se arma la de Dios es Cristo!

Ejemplo 3: El capitalimo no está mal siempre y cuando el beneficiado sea un varón:

También encontramos quienes buscan un buen empleo y trabajan duro para ascender laboralmente en la empresa sin decir ni pío, pero que cuando ven hacer lo mismo a una mujer (solo en este caso), se acuerdan de repente de la injusticia socio-económica y exclaman, horrorizados, que está muy mal ser una pequeño-burguesa porque con ello se le hace el juego al capitalismo.

Ejemplo 4: El aborto masculino. (¿?). El abandono infantil:

Otro clásico es la frase famosa de "Si yo estoy de acuerdo con el aborto, por supuesto. Quiero que las mujeres sean libres de decidir sobre su propio cuerpo. Pero si ellas tienen aborto, yo también quiero poder tener aborto masculino".

O lo que es lo mismo: "Yo estoy de acuerdo de boquilla que tú seas libre, pero en el fondo utilizaré una estrategia para ponerte sibilinamente una soga al cuello, seguir oprimiéndote y salirme con la mía".

Éste es el "progre" machirulo que quiere sexo libre... pero solo para los varones. Es el que quiere poder acostarse con todas, pero no tomar responsabilidades. Es el que quiere que las mujeres puedan acostarse con quienes quieran solo para ver si él pilla cacho, pero que llama puta a la que no se acuesta con él, sino con otros. Es el que llama frígida a la que no cede a su presión. Es el que está a favor de que haya métodos anticonceptivos... pero que los sigan tomando las mujeres, porque luchar en favor de métodos anticonceptivos tales como una píldora anticonceptiva masculina, no lo va a hacer nunca (y el día que salga, no la tomará). Y cuando sus artimañas no funcionan, pues recurre a la prostitución (para lo cual le viene bien el sistema capitalista y que la pobreza siga femeneizada).


Está claro que prefieren criticar el machismo en su justa medida, no sea que tengan que empezar a ser personas maduras y responsables.


Truco 3: "El machismo existe, y está mal, pero no en mi país".

La mencionada frase es una de las más repetidas entre ciertos neo-machistas. Porque hay quien niega que el machista exista; pero los hay que afirman su existencia, solo que no es algo que ocurra en sus países.

Así, por ejemplo, cuando leen un artículo sobre una supuesta violación producida en una nación islámica, no tardan en criticar a los musulmanes, llamándoles bestias, violadores, machistas, terroristas... y de todo cuanto se les pasa por la cabeza. Ahora bien, si el artículo habla acerca de una supuesta violación producida en España, Francia, Portugal, Italia, Reino Unido, Argentina, Canadá... entonces consideran que "la chica estaba mintiendo", que "lo que se pretende es quitar el honor y la honradez al género masculino", que "dónde está la presunción de inocencia que el feminazismo ha hecho desaparecer", que "ya hay otra denuncia falsa más y pobrecitos nosotros los varones", y bla, bla, bla, bla.

O también, si ven a una mujer con burka, comentan: "Esto en mi país no pasa. Aquí no controlamos la forma de vestir de nuestras mujeres", con lo cual, para empezar, están diciendo que las mujeres no son de sí mismas, sino de ellos; y para terminar, no ven que en nuestras culturas a las mujeres se las objetiviza sexualmente al mismo tiempo que se fomenta que "si llevaba falda es que iba provocando y quería que la violasen".


Truco 4: "Yo defino qué es el machismo".

Otro truco está en que son los machistas y neo-machistas quienes tratan de definir qué es machista y qué no, de tal modo que solo son criticables las actitudes machistas que ellos permiten criticar, y no todas cuantas se señalan desde el feminismo. Ejemplos de esto:

Ejemplo 1: "Solo es un chiste":

Así pues, si eres mujer y te mandan a fregar o hacen una "gracia" sobre los malos tratos o las violaciones hacia las mujeres, ya no es machismo, según ellos, sino "un chiste, y tú una loca, frígida e histérica que no tiene sentido del humor".

Ejemplo 2: Cursos de violación seducción:

De esto se ha hablado en el truco primero, pero es necesario recalcarlo para este apartado. Si realizan vídeos de "seducción" donde se enseña a violar... te dicen lo de: "Pero si yo no soy machista. Solo enseño a los chicos a ver que las mujeres, las muy tontas, no saben lo que quieren".

Ejemplo 4: Si sigues lo socialmente considerado femenino y eres mujer, entonces no puedes ser feminista:

Ocurre que si eres una mujer feminista y te depilas o te maquillas, o haces algo socialmente considerado como femenino, te señalan: "¿Ves cómo no eres feminista? Te maquillas y maquillarse no es de feministas". Cuando lo feminista no es ni maquillarse ni no maquillarse, sino elegir libremente lo que a cada cual le da la gana hacer.

Ejemplo 4: Nada de favorecer a la igualdad:

Está claro que la discriminación positiva es importante para ayudar a los grupos oprimidos o desfavorecidos, porque contribuye a darles un empujón que les permita empoderarse y vivir libre y felizmente en la sociedad.

Es por esto que a los y las estudiantes procedentes de familias pobres se les otorgan becas para el estudio. Es por ello que a las personas extranjeras se les dan cursos especiales para el empleo. Es por este motivo por el cual existe un Día Mundial de la Infancia, pero no de las personas adultas, etc.

Y parece que se ve bien en la sociedad. Pero cuando se trata de ejercer la discriminación positiva en favor de las mujeres... ¡eso ya parece que molesta! De tal modo que los masculinistas (neo-machistas) se quejan de que haya un Día Mundial de la Mujer y no uno del varón; de que no se hable de violencia de género contra los hombres (¡no existe!); de que exista la Historia de las Mujeres; etc.

Ejemplo 5: "Si te molesta el acoso callejero, mátate":

O por ejemplo, ocurre cuando te sueltan un "piropo agradable", les señalas su machismo porque tú no le has pedido su opinión, ni deseas valer únicamente por tu aspecto físico y no quieres que te molesten cuando caminas por la calle, y te responden "que solo es machista un te la meto, chúpamela..., pero no un preciosa, guapa, etc".

Es decir: que tu palabra como mujer, para estos tipos, no vale nada. Parece que solo te queda suicidarte si no les quieres aguantar.

Ejemplo 6: El varón como víctima oprimida del matriarcado

La idea esencial del neo-machismo es darle la vuelta a la tortilla y poner al grupo opresor como oprimido, hasta el punto de que Hitler acaba viéndose como oprimido por la gente a la que mandaba gasear porque le salió muy cara la factura del gas...

Ejemplo 7: "Hay feministas, pero tú no eres feminista":

Es el caso de quienes te argumentan que las y los hay feministas pero también feminazis y que tú no eres feminista, sino feminazi (o lo que es lo mismo: "vale que seas un poco feminista, pero no que quieras radicalmente la igualdad").

Ejemplo 8: La violencia está mal hasta que se agrede a una feminista:

Esto se da cuando critican que un varón agreda a una mujer por ser mujer, pero cuando esa mujer es feminista, entonces "se lo merecía, porque a las sumisas hay que tratarlas con cariño y respeto, pero a las que luchan por bajar a los varones del podio, hay que cargárselas, que los privilegios no hay que perderlos" (véase, por ejemplo, lo que ocurre con Anita Sarkeesian).


Truco 5: Con la ley ya está todo hecho:

Muchas veces los machirulos critican las leyes injustas volcadas en contra de las mujeres. Pero se quedan ahí. Su crítica nunca va dirigida a su modelo de masculinidad, ni a sus privilegios, ni a la desigualdad ejercida no por la ley sino por la ciudadanía. Opinan que con que haya igualdad ante la ley, todo está arreglado y que con ello la desigualdad ha desaparecido, de tal manera que critican algo de machismo para perpetuar el sistema patriarcal.


Truco 6: Defendiendo a las mujeres maltratadas... promoviendo y facilitando que las maltraten.

Como los neo-machistas no tienen argumento alguno para defender su ataque ante una retaíla de denuncias falsas en masa inexistente, ya que ningún estudio corrobora sus afirmaciones, han decidido, muchos de ellos, usar una estrategia para promover el hecho de que se defienda la absurda idea de que muchísimas mujeres son unas brujas malas malísimas que denuncian falsamente a los pobres varones, para salirse con la suya: y este truco consiste en decir que su interés está en defender a las mujeres víctimas de la violencia de género, aunque en realidad con su estrategia están dejando a las mujeres más vulnerables.

¿Cómo hacen esto? Muy sencillo:

Primero saltan con que están en contra de la violencia de género, que hay que erradicar los malos tratos hacia las mujeres cuanto antes y se muestran como fervientes luchadores contra el machismo. Después de esto, alegan que el 894,23 % de las denuncias por malos tratos realizadas por mujeres, son falsas. Y cuando les dices que no hay prueba de ello, que solo son machistas que pretenden hacer que las mujeres queden desprotegidas, con miedo a denunciar por ser tildadas de delincuentes y sin derecho a la presunción de inocencia, te comentan:

"Si no es por hacer mal. Yo lo digo por hacerle bien a las mujeres. Las hay, como te comentaba, que son maltratadas. Y las denuncias falsas perjudican a las que son maltratadas de verdad".

Lo cual es incierto. Inventarse que hay denuncias falsas que no hay, no ayudará a las mujeres que sufren malos tratos, sino a los maltratadores. Si la sociedad recibe a una mujer víctima de violencia de género con distancia e incredulidad, poniéndose en la posición de que es una bruja embustera, entonces tendrá miedo de denunciar. Y no solo eso, sino que además se cuestionará a si misma su afirmación de estar siendo maltratada, de tal modo que caerá en el tópico de que "quien bien te quiere te hará sufrir" y dudando de sí misma y de sus palabras.


Resumen:

El machismo no se da únicamente por una bofetada, una violación, un insulto o un "en casita y a barrer". El machismo es causado por todo un sistema de dominación patriarcal que afecta a las mujeres de diversas formas y en varias esferas de su vida.

Por lo tanto, estancarnos en lo superficial, en lo más visible o en cuatro puntos contados, sin profundizar en cada uno de los rincones en donde el machismo y la misoginia se esconden, no servirá de nada para acabar con la dominación masculina.

Y pueden venir a prometernos y jurarnos montones de neo-machistas que de machistas no tienen nada solo porque ellos no golpean a sus parejas, lavan dos platos en casa o recogen al niño o la niña en el colegio.

Ser feminista, esto es, buscar la igualdad, no implica cambiar tres actitudes contadas o pensar que lo que se está haciendo bien es un favor que se le hace a las mujeres.

Ser feminista implica un compromiso claro, total y radical con la equidad entre los sexos y la libertad de las mujeres, en tanto que es lo moral y lo justo. Supone ceder privilegios y cambiar el orden social (pre)establecido en detrimento del poder de los varones y en favor de las mujeres, el colectivo dominado.

Supone no criticar machismo para poder perpetuar sibilinamente y con otro discurso el machismo.

E implica no inventarse nuevos movimientos con aires de victimismo misógino cuyo única intención es la de mantener y perpetuar la androcracia, esto es, el fascismo donde quienes mandan, son valorados y tienen el control y el poder... son los varones.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Evaluar de forma positiva.

Ya en su momento expliqué que estoy en contra de las calificaciones; y también mostré en otra entrada que mi postura es totalmente reacia a los exámenes.

Pero eso no quiere decir que me oponga a la evaluación.

Evaluar es importante. Es algo que hacemos constantemente para verificar si algo está bien o si necesita ser modificado. Por ejemplo, si al finalizar esta entrada la releo para comprobar que no hay faltas de ortografía, o para añadir o quitar algo que no me suena bien... estoy evaluando el trabajo desempeñado.

El problema está en que en nuestro Sistema Educativo tenemos la desgracia de que la evaluación no se utiliza de un modo positivo.

La evaluación, en nuestros centros educativos, se emplea prácticamente para medir y calificar, sin aportar ningún dato de interés y útil para el alumnado. Porque... ¿qué quiere decir un 4, un 5, un 7 o un 10? ¿Que se sabe mucho? ¿Qué se sabe poco? ¿Que se conoce mucho o poco respecto a qué? ¿Que se sabe poco o mucho a juicio de quién? ¿Eso que se sabe por cuánto tiempo se va a seguir conociendo; es decir, el aprendizaje es comprensivo o simplemente memorístico y no tardará en olvidarse? ¿Es realmente necesario conocer lo enseñado en ese preciso momento?

Una nota no dice nada. Bien puede calificarse algo como bueno y ser olvidado a los tres días; o que se haya copiado; o que se haya respondido mecánicamente sin haberse comprendido; de tal modo que la calificación no mide lo que se supone que se trata de medir.

A veces la evaluación se utiliza para corregir. Pero... ¿para corregir el qué? ¿Para corregir la actitud de no meterse de memoria todo un temario, para corregir un "mal pensar" o qué?

También se emplea la evaluación para clasificar. "Tú vales, tú no vales. Tú eres una persona muy inteligente y tú muy idiota. Tú te tragas todo cuanto te digo y tú no. Tú aquí, tú allá, tú más lejos y tú fuera". Vamos, que sirve para acostumbrar al personal a un sistema capitalista y jerárquico donde las personas son constantemente clasificadas y posicionadas en un lugar para mantener un orden burgués y dictatorial.

Asimismo, la evaluación se usa como premio o castigo. La consigna es: si haces lo que te digo, te llevarás un aprobado como premio; si no, un suspenso. Si aprendes lo que queremos que aprendas y reproduces lo que queremos que reproduzcas, se te califica positivamente; en caso contrario, negativamente.

Otro uso de la evaluación es la certificación. Si sigues el sendero correcto, te marcaremos como "persona cualificada en reproducir el orden social" y por ende te damos un título; si no, como "ser paleto y/o rebelde que merece la exclusión social" que carece de titulación.

Ahora bien, la evaluación, en lugar de tener estos usos negativos, debería tener un objetivo positivo. Y ese es el de aprender.

La evaluación, usada de forma positiva, debe ser formativa, es decir, servir para que las personas puedan formarse, puedan aprender.

La evaluación formativa es la evaluación que se desempeña durante el proceso de aprendizaje-enseñanza y sirve para tomar decisiones a la hora de mejorar dicho proceso. Tales decisiones han de ser tomadas, por supuesto, conjuntamente entre el profesorado y el alumnado, tratándose no solo de una evaluación dirigida a los y las estudiantes, sino que además al equipo docente, de tal modo que los y las discentes puedan rendir más y el profesorado cambiar su forma de proceder a fin de que su trabajo llegue mejor a las chicas y los chicos.

La evaluación formativa sirve para eso: para formar; para mejorar. Porque lo importante no es una nota final, no es que se te coloque en un lado u otro, ni premiarte o castigarte. Lo importante es que se pueda aprender.

Si yo al escribir una entrada escribo "veso" en lugar de "beso" y alguien, sin hacerme ver el error y hablar conmigo, deja de leerme automáticamente (a modo de suspenso), habré perdido a un lector o una lectora, pero mi falta de ortografía persistirá en el tiempo.

La esencia de la evaluación debería estar en comprender dónde se está fallando y pensar cómo hay que mejorarlo.

Y mientras sigamos poniendo simples calificaciones; mientras la evaluación no sea más que una herramienta confundida con poner exámenes o pasar tests; mientras evaluar sea un ejercicio de calificar y clasificar; mientras que el amor por el aprendizaje se convierta en un sufrimiento a causa del castigo del suspenso... no nos deberá extrañar que ya desde la niñez haya quienes vean al profesorado, a la escuela y al aprendizaje... como si del coco se tratase.

martes, 18 de noviembre de 2014

Si no te importa que aprendan, ¿por qué eres docente?

"En mi clase solo aprueba el 10 %. Es decir, que como sois alrededor de cien, solo aprobaréis diez".

Esto es lo que, orgullosamente, un profesor de mi facultad nos dijo una vez, el primer día de clase. A este profesor le encantaba ver que mucha gente suspendía su asignatura. Lo tomaba como algo fantástico que le enaltecía el ego. Él sentía que un o una buena docente es quien hace que aprobar su asignatura sea misión imposible. 

Si quienes estudiábamos su materia comprendíamos o no los contenidos... le era indiferente. El hecho de que aprendiésemos le importaba un pimiento. Solo quería inspirar temor y regodearse ante el resto del equipo docente de la facultad de lo que nos costaba llegar al 5. 

Y esto es, para mí, bochornoso.

La misión de un profesor o una profesora, no es enseñar, ni complicar o facilitar su asignatura. El trabajo del profesorado consiste, básica y secillamente, en que el alumnado aprenda. Si no consigues que tus discentes aprendan, entonces no puedes considerar que estés enseñando. Y si no enseñas, no te puedes sentir docente. Al menos no buen o buena docente.

Y es que...

- Para enseñar hay que poner el énfasis en el proceso de aprendizaje y no tanto en el proceso de enseñanza.

- Para enseñar hay que esforzarse todo lo que se pueda para que la mayoría de tus alumnas y alumnos comprendan lo que les pretendes transmitir, y no acabar sintiendo empatía por quienes "te lamen el culo" y enemistándote con quienes "no quieren dar un palo al agua". Si a alguien le cuesta más aprender o le parecen tus clases poco interesantes, no le abandones, sino apáñatelas para conseguir llegar al fondo de esa persona.

- Para enseñar hay que tener presente que no solo hay que conocer contenidos. También es preciso saber conseguir que aprendan y aprenderte a tus alumnos y alumnas.

- Para enseñar hay que tener una mente abierta, comprendiendo que tú no vales más que tus aprendices; y que en la tarea de enseñar, también se aprende. El profesorado es alumnado al mismo tiempo; y los educandos, docentes a su vez.

- Para enseñar no basta con saber ser maestra o maestro. También hay que amar la profesión y querer serlo.

Y si no te gusta; si no te interesa el aprendizaje de tu alumnado; si vas a irresponsabilizarte de tus chicos y chicas y a hacer mal tu trabajo... ¿por qué puñetas eres docente?

lunes, 27 de octubre de 2014

El cazo de Lorenzo.

Hoy quiero compartir un cuento con vosotras y vosotros, que es de Isabelle Carrier y se titula El cazo de Lorenzo; cuento del cual más de una persona tendría que aprender... 

Porque construir un mundo en el que quepamos todos y todas, sin exclusiones y sin forzar a nadie a amoldarse a "la normalidad", es posible.


Porque todo el mundo tiene un cazo y lo único que necesitamos es aprender a darle el mejor uso y convivir con él sin que nadie nos moleste por ello.


Porque la inclusión en educación...  ¡es posible!


domingo, 12 de octubre de 2014

Pedagogía libertaria.

En este blog, una de las primeras imágenes que tengo visibles es ésta:

Por una pedagogía libertaria

Queda claro, con ella, que promuevo un modelo educativo no controlado por y al servicio de un Estado-Gobierno; que promuevo una educación laica; y que tengo interés en que todo el mundo pueda tener acceso libre y gratuito a la educación, de tal modo que ésta no se quede en un simple privilegio al que solo pueden optar gentes con mucho dinero.

Pero... ¿qué es la pedagogía libertaria? 

Qué mejor que dejaros con un texto elaborado por la Escuela Libre Paideia, para entenderlo.


¿Qué es la Pedagogía Libertaria?
"La pedagogía libertaria es un modo diferente al que estamos acostumbrados de concebir la educación. Por educación entendemos la asimilación por parte de las personas de una sociedad, de los valores y comportamientos que rigen su funcionamiento. Por tanto las sociedades y sus modelos de funcionamiento dependen de la educación para perpetuarse en el tiempo.
Pedagogia Libertaria. CNT Madrid.Pero la sociedad predominante pretende mantener ciertas estructuras y formas de poder que nosotros creemos injustos ya que no permiten el desarrollo igualitario de las personas, creando clases dominantes tanto política como económicamente. Este autoritarismo lo manifiesta la sociedad desde la educación para crear personas dependientes, autoritarias y competitivas que asumen las injusticias del sistema como algo natural a la humanidad, integrándonos en un sistema insolidario y que mantiene desigualdades, violencia, enfrentamientos y explotación. Buscamos una transformación global de la sociedad. Para ello debemos cambiar muchos de las valores de la sociedad actual, a través de la educación buscando Apoyo mutuo, solidaridad, libertad, igualdad ético colectiva, dignidad y responsabilidad, es decir la dicha y el bienestar del ser humano.
Toda la sociedad influye en la educación por ello no debemos quedarnos sola en la transformación de la escuela ya que la vida es la principal escuela. No tenemos que centrarnos solo una determinada edad la infantil para introducir estas ideas y comportamientos. aunque es la edad más importante para introducir valores cuando todavía la sociedad, la familia, el poder, y las medios de comunicación no han influido negativamente en nosotros. Sino que esta educación debe ser una formo de funcionamiento continua en nuestras vidas.
El anarquismo pretende crear una sociedad justa, solidaria y participativa y es por ello que sus ideas pedagógicas intentan ser acordes con estas máximas. La pedagogía libertaria hay que entenderla unida a todo un movimiento social. La educación esta para reproducir las relaciones sociales y culturales generadas por el sistema capitalista. Basándose en los principios de disciplina y autoridad, haciendo que las personas desde pequeñas se habitúen a pensar y actuar como le conviene al sistema establecido.
Los principios, que en mayor o menor medida, sigue la educación libertaria son:
Libertad del individuo. 
Libertad del individuo pero colectiva es decir teniendo en cuenta a los demás y desde la responsabilidad a vivir en grupo.
En contra de la autoridad. 
Nadie manda a nadie todo se hace por compromisos asumidos y desde la decisión colectiva, abierta y sincera.
Autonomía del individuo. 
En contra de las dependencias jerarquizadas y asumidas, cada individuo tiene derechos y obligaciones asumidas voluntariamente, responsabilidad colectiva y respeto. Las personas afrontan sus propios problemas, crean sus propias convicciones y razonamientos.
El juego como acceso al saber. 
Desde el juego es más fácil desarrollar la solidaridad y el trabajo colectivo, la socialización y el ambiente positivo, alegre y sincero.
Coeducación de sexos y social. 
La educación es igual y conjunta, sin discriminación de ningún tipo por razones de genero o económico sociales. Pero concretando aún más explicaremos algunas de las formas de funcionamiento concreto para lograr que estas ideas se vayan desarrollando día a día en algo estable y asumido por todas las personas.
Para crear personas libres y autogestionada es preciso que cada individuo decida, escoja y trate de aquello que le interesa sin necesidad de las órdenes de nadie, siendo consciente de sus propias limitaciones, que la persona elija qué, cómo, cuándo y dónde quiere trabajar los conceptos, actividades y actitudes necesarios para su educación.
El auto-didactismo es importante en este punto, permitiendo el acceso a la información que permita aprender por uno mismo aquello que se quiere aprender, fomentando además la cooperación didáctica pidiendo ayuda a otras personas.
Creando dinámicas de trabajo colectivo e igualitario, permitiendo el acceso a cuadernos de trabajo, libros, y otros materiales impresos o audiovisuales, que son elegidos por cada uno Además se cuenta con el apoyo de otros compañeros/as o de los educadores que son uno más solo que con más conocimientos y experiencias educativas , pero actuando como meros informadores y consejeros sin ningún poder sobre nadie Cada persona decide cuales son sus compromisos didácticos personales y de grupo que intentará cumplir en un determinado trimestre. Estos compromisos incluyen no solo elementos intelectuales sino también afectivos y de relación con los demás.
La Auto-evaluación con registros de observación y pruebas de madurez comprueba las actitudes internas y con el grupo, además de intereses, necesidades y relaciones tanto intelectuales como afectivas y sociales. Rompiendo con los exámenes como formas represivas y competitivas de saber como esta siendo el proceso educativo. Además se reparten entre todas las personas las treos cotidianas como limpiar, recoger, o administrar materiales y dinero del colectivo, manteniendo responsabilidades acordes con su capacidad y posibilidades de edad.
La Asamblea se convierte en el marco para tomar las decisiones de grupo sin autoritarismo buscando la mejor solución para los problemas, y donde se asumen compromisos y se auto-comprueba su cumplimiento, donde nos comunicamos sinceramente con las demás personas del colectivo y donde generamos muestra participación, nuestra relación con el resto, nuestra crítica nuestra auto evaluación.
Hablando con libertad de nuestras dudas, sentimientos y propuestos. La asamblea se convierte pues en el referente de toma de decisiones por lo que necesita un registro escrito de pareceres y decisiones, además de un sistema claro de toma decisiones colectivas, por consenso si puede ser y si no por votación.
Las asambleas pueden ser de grupos más pequeños para temas puntuales que afecten a un número menor de personas o generales en las que participa todo la colectividad.
La asamblea es la piedra angular de la educación libertaria ya que en ella surge la espontaneidad, la libertad y la comunicación libre entre las personas.
Sí bien estas son algunas Ideas para poner en práctica formas libertarias en la educación, el camino es largo y continuo, siendo muchos los problemas a los que tendremos que enfrentarnos si queremos crear prácticas pedagógicas libertarias. Cada asamblea, cada decisión, cada discusión, y cada intento son un paso más a valorar positivamente. Si no lo intentamos, no lo conseguiremos".

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