lunes, 11 de abril de 2011

Diez cuestiones acerca del sexismo en el juego.

El siguiente texto es una texto que nos ha dado un profesor a través del Campus Virtual. Espero que les sea de utilidad y de su agrado:

1. ¿Por qué forzar a las niñas a jugar con juguetes (que tradicionalmente se consideran de niños y viceversa)?

No se trata en ningún caso de imponer nada, ni de forzar a nada, ni a nadie y tampoco de prohibir. En realidad el problema estriba en considerar «espontáneo», «innato», «connatural» algo que es «aprendido», «educacional» y «cultural». Nuestros niños/as imitan pautas de conductas observadas en los mayores, asumen los roles vividos en sus casas, en el colegio y en la calle, y los reproducen fielmente. Del mismo modo interiorizan la valoración que estos roles adquieren en la sociedad. Lo importante es ofrecerles nuevos patrones y modelos de relación entre géneros.

No consiste tanto en que los niños deban jugar con muñecas y las niñas con coches, sino en superar la dualidad tradicional «esto es de niños» y «esto es de niñas», y permitir que los juguetes sean empleados por ambos sexos indistintamente; de hecho, si observamos la realidad, aunque tantos niños como niñas juegan con muñecos, es una necesidad. El que unos muñecos sean para niñas y otros para niños es culpa nuestra. Sería conveniente fomentar el deseo en las/os menores de romper barreras o cotos privados así como la curiosidad por lo desconocido, lo nuevo, lo no experimentado y comprobar vivencialmente lo atractivo que pueden resultar estas nuevas actividades.

2. ¿Qué pasa cuando a un niño que intenta jugar a las casitas o a las muñecas le discriminan y le llaman nena?
Cuando a un niño lo llaman «nena» nos tenemos que preocupar por el valor que tiene este insulto para él. Esta burla no tendrá tanta repercusión en un niño que observa que sus modelos referenciales, personas que admira (padre, hermano, un amigo, su profesor) realizan con gusto y satisfacción aquellas actividades por las que a él le llaman nena. Aunque la existencia de estos patrones es primordial, será necesario que además el niño tenga confianza en sí mismo y que reforcemos su auto-aprecio, su autonomía, etc. No olvidemos que la educación para una sociedad no-sexista exige una educación para la resolución de conflictos y esto podrá realizarse de forma positiva, creativa y constructiva en la medida que el niño tenga seguridad en sí mismo y en el medio que le rodea.

Aunque los patrones de comportamiento se buscan en personas del mismo sexo, esto no significa que educadores de otro sexo no puedan realizar una discriminación positiva hacia actitudes y comportamientos tradicionalmente clasificados como del «sexo contrario». Así será muy valiosa su aportación cuando resalten y ensalcen manifestaciones de ternura, de sensibilidad, de tacto, de preocupación por los compañeros y compañeras, etc. por parte de los niños. Fomentar nuevas capacidades psicológicas, manuales, físicas e intelectuales no sólo favorecerá la convivencia entre sexos, sino que además enriquecerá a las niñas y a los niños como personas.
3. Cambiar los juguetes antes de que cambie la sociedad, ¿no es empezar la casa por el tejado?
La realidad que vemos es que nuestra sociedad está en un proceso de cambio, y los juguetes presentan la sociedad de hace 20 años, pero no la de ahora. No es cierto que la mujer esté actualmente totalmente y siempre encerrada en casa y no tenga otra opción profesional. No es cierto que entre todos los hombres no cambien pañales o den de comer. No es cierto que la familia «normal» tenga padre y madre. Y cada día que pasa estas afirmaciones van a ser menos ciertas. El hecho de que los mass-media, la publicidad, los cuentos infantiles sigan dando una imagen del pasado es algo ante el que poco podemos hacer, tan sólo no comprar o no mirar. Pero de los juguetes que compramos somos totalmente responsables. ¿Los juguetes que regalamos a nuestras hijas/os son juguetes para el pasado, o son juguetes para el futuro?
4. Las niñas al integrarse en los juegos de «sólo para chicos» se sienten en inferioridad de condiciones: fuerza, agilidad... ¿No es esto más contraproducente, sobre todo para la autoestima, que el simplemente no jugar?

No es cierto que las niñas sean menos ágiles que los niños y es muy discutible que sean menos fuertes. Para saltar a la goma de hecho se necesitan habilidades complejas y diversas, tanto o más que para jugar al fútbol. Lo que sucede normalmente cuando una niña intenta jugar al fútbol por primera vez es que argumentarán que juega mal porque «es niña», por el contrario cuando un niño juega por primera vez, le dirán que es novato y patoso; contra ésto podrá luchar e intentar superarse, contra «ser niña» no se puede hacer nada, excepto ser conscientes de que eso no es ninguna limitación real para realizar cualquier tipo de actividad, sino un estereotipo cultural.

No debemos olvidar, no obstante, que si bien las niñas sufren las consecuencias de unos estereotipos que acortan y limitan sus potencialidades, los niños sufren las exigencias impuestas por la sociedad a los «machos», que en muchas ocasiones pueden ser asfixiantes y originar complejos.
5. Puesto que las niñas son las que generalmente se integran dentro de los juegos de los niños y no tanto al contrario, ¿cómo lograr que aparezca interés por parte de los niños hacia juegos considerados de niñas?
Es lógico que para las niñas sea más fácil jugar a juego de «niños» que al revés, ya que existe una actitud generalizada, inmersa en todos los aspectos culturales y sociales, de desvalorizar aquellas tareas, valores y capacidades asignadas a las mujeres. Tendremos que revisar nuestro papel como educadores/as, los valores explícitos e implícitos, y desde un análisis crítico trabajar para la consecución de un verdadero cambio de actitudes.

Aunque los mensajes de discriminación por sexo no dependen tan sólo de nosotros/as (existe multitud de emisires a los cuales son sensibles: familia, medios de comunicación, calle, escuela...) deberemos ir facilitando y potenciando que los juguetes y juegos no reproduzcan roles tradicionales discriminatorios y que puedan ser utilizados del mismo modo por niñas y niños.

Que esta potenciación comience muy pronto, y que todas las personas que intervienen en la educación de un niño/a sean coherentes con esto son las claves del éxito.
6. ¿Negar a los niños y niñas pistolas y juguetes bélicos no les puede frustrar y hacerles desearlos más?
¿Permitimos a nuestros hijos/as poner la mano en una estufa caliente o les dejamos fumar o consumir cocaína porque diciéndoles que no, les haríamos desearlos más? No. Porque nuestro trabajo como padres/madres y profesores/as es educar a nuestros niños/as en un espacio seguro, enseñándoles las normas en que creemos. Si aquí entra restringir los juguetes y las series bélicas, pues entra, simplemente decimos no y explicamos por qué. Sólo podemos desear que entiendan las «normas» que les enseñamos. No necesitamos hacer un drama sobre los juguetes bélicos que pueda convertirlos en un fruto prohibido. Simplemente les hacemos saber cómo nos sentimos y por qué.
7. ¿Si las niñas y niños no tienen pistolas no harán pistolas con sus dedos, palos, plátanos, etc.?
El mayor problema que tenemos al adquirir juguetes bélicos es que al comprarlos les estamos diciendo a los niños/as que nos parece bien que jueguen con ellos y por lo tanto que la guerra y la violencia nos parecen bien como soluciones a los problemas. Que los niños/as utilicen sus dedos como pistolas no quiere decir que haya que proporcionarles juguetes bélicos. No deseamos que nuestros hijas/os hagan gestos que simbolicen pistolas, pero no se lo impedimos a no ser que les lleve a pegarse.
8. ¿Los juguetes bélicos no proporcionan una catarsis para la agresividad de los niños/as?
Dar a los niños/as juguetes bélicos no les elimina la violencia; frecuentemente la crea o la aumenta. No hay que confundir violencia con agresividad, con vitalidad. Necesitamos darles canales para expresar su agresividad de formas útiles. Recomendamos a las personas que tienen niñas/os que juegan con juguetes bélicos que hagan este experimento. Jugad con vuestras niñas/os y sus amigos/as durante un rato con bloques, pelotas, puzzles, pinturas, etc. Tras un rato introducid pistolas, transformables, etc. y ved si cambian el juego y la conducta.
9. ¿Cómo canalizar la agresividad sin darles este tipo de salidas?
Hay muchas formas de permitir que un niño/a esté furioso o utilice su agresividad sin hacer daño o imaginar que hace daño a otros. Opino que la mejor forma es construir la autoestima del niño/a y felicitarle por la conducta positiva, yendo a las raíces de sus problemas e intentándole ayudar a utilizar el lenguaje, a cooperar y a desarrollar formas creativas de resolver los conflictos. Junto a esto, el juego físico ayuda a reducir la agresividad violenta y la tensión.

Hay bastantes libros que analizan estos problemas. Es importante comprender las etapas del desarrollo infantil para ayudarles a comprender su propia angustia y los cambios debidos al crecimiento.
10. ¿Cómo puedo ayudar a mi niña o niño a vencer las presiones de sus amigos/as para tener juguetes bélicos y ver series violentas?
Hay mucha presión de los compañeros/as para tener montones de juguetes. Es importante ayudar a los niños/as a tener un sentimiento de auto-valoración como cimiento de su personalidad.
Proporcionarles juguetes y experiencias alternativas que puedan compartir con sus amigas/os, y sobre todo hablar con ellos/as sobre sus sentimientos y los tuyos. Deberían comprender por qué no tienen ciertas cosas y que tener cosas no es una buena base para la amistad o la popularidad. Enséñales a pensar por sí mismos y comparte con ellos/as ejemplos de personas que han hecho esto a lo largo de la historia.

No es sólo la presión de los amigos/as, también está la presión de los/as publicistas. Puedes utilizar esto como una oportunidad para una lección de economía. Tus hijos/as deberían saber que la primera preocupación de los fabricantes de juguetes es el beneficio económico, no hacer buenos juguetes.

15 comentarios:

laindefensiónaprendida dijo...

Sobre tu entrada, muchas gracias por tu comentario en mi blog, y el cuento del elefante:
Uno de los primeros en observar este fenómeno fue un anestesista de la segunda guerra mundial Henry Beecher de Harvard(ya médicos alemanes habían hecho alusión a ello durante la primera querra mundial. A los experimentos que te refieres sobre estudiantes, los primeros se realizaron con ratas por Jay Weiss, que es anterior al estudio y postulado de Martin Seligman y Steven Maier. Hasta pronto.

Nieves dijo...

Tengo una duda juego bélico se refiere a jugar a guerras o el que tenga un escopeta. Lo digo porque para mi antes casi era la mismo.

Pero ahora resulta que en la familia hay cazadores, policias, y bueno estos tiran al plato y esto se considera deporte.

Y algunos de los niños como le pidieron a Papa Noel recibieron eso, escopetas y las utilizan para matar perdices imaginarias o para tirar a alguna diana. En este caso casi se puede considerar juego simbolico.

En el respecto en las diferencias de sexo en el juego es culpa de los adultos. Porque si es por ellos juegan con todo tanto niños como niñas pero claro como siempre hay algun adulto que tiene que soltar "eso es de niños" y "tu no que eso es nenas"

Enrique dijo...

Por juguetes bélicos, concretamente en el texto mi profesor se refiere a tener juguetes que representan armas (como las pistolas de bolas, etc). Pero un juego bélico es aquel que trata sobre guerras, independientemente de si se tienen juguetes bélicos o no.

Entiendo en tu comentario que te refieres a que los/as niños/as utilizan armas de verdad, pero descargadas, a modo de juguete. ¿Es así? ¡Es increíble cómo andan las cosas!

Pero, independientemente de si se tratan de armas de verdad o de juguete, no me gustan para nada ninguna de las dos...

Saludos.

madredemellizos dijo...

Me ha encantado la entrada! Cuando la sociedad evolucionará hacia la igualdad? como dices la publicidad, las franquicias de juguetes son las que manipulan el mercado para enriquecerse, les interesa dos preferencias bien marcadas y sexistas para así vender las dos versiones: Kitty-Pocoyo, Mickey-Minie, Princesas-Héroes,..Creo que estaría bien una normativa respecto a estas empresas a la hora de publicitar por TV, ya estamos cansadas de ver niñas con varitas mágicas o tules, y niños haciendo volar magníficos helicópteros!
Los padres somos responsables de los juguetes que compramos, es cierto, pero que me pasará cuando tengan edad para pedírmelos? Un abrazo.

Enrique dijo...

Marta:

Considero muy interesante tu pregunta: "¿Qué te pasará cuando tengan edad para pedírtelos?

Si en el aprendizaje previo ha sido más fuerte la enseñanza de la igualdad, o de elegir las cosas en función de sus propios gustos, puede que te pidan juguetes de todo tipo, o que cada uno pida lo que marca la sociedad, pero que posteriormente, como son niño y niña, compartan. O puede ser que la influencia social sea más fuerte y sólo opten por coger los juguetes asignados socialemente a su sexo.

Si hacen lo primero, genial. Si eligen la segunda opción, creo que lo conveniente es aceptarlo y no forzarles a jugar con lo que no quieren. Tal y como se dice en la primera pregunta, no se trata de forzar a que ahora los niños jueguen con muñecas y las niñas con coches, sino que tengan la libertad de elegir.

Ahora bien, a pesar de ello, aunque sigan lo marcado por la sociedad, siempre puedes insistir todos los días en enseñarles que pueden optar por otras cosas, o que por lo menos vean que ellos eligen eso, pero no tienen por qué meterse con otros/as niños/as que no decidan seguir las pautas sociales.

Nunca es tarde para abrir los ojos y aprender.

Besos.

Nieves dijo...

Las escopetas que recibieron eran de juguete, estaba hablando de niños/as entre 2 y 4 años. Aunque si que es verdad que 14 años pueden sacarse permiso de armas con permiso de los padres y un examen.

Y a mi no me gusta el uso de armas pero claro justo en estos niños/as me quedé asombrada de la
ilusión que les hizo el regalo porque asi podian hacer como su papá. Vamos que me entraron dudas existenciales.

Gemma dijo...

Muy interesante este texto. Yo intento no caer en sexismos pero parece que a medida que mi hijo va relacionándose más con otros niños hay una serie de temas que van en aumento, coches, pelotas, robots, monstruos, dinosaurios... sigue jugando con su cocinita pero cada vez menos, pero yo diría que no lo hace porque nadie le esté inculcando que es cosa de niñas sino porque anda muy ocupado haciendo de tiranosaurio todo el santo día. Y la muñeca de las tres mellizas que le compré hace dos años sigue llenándose de polvo la pobre. La verdad es que no influyo demasiado y él acaba jugando con lo que quiere.
Por otra parte, no soporto ese tipo de juguetes que inspiran violencia, esos muñecos horribles con pintas de asesinos, y de las pistolas ya ni hablamos, aunque él las hace con el dedo, algo que no animamos en absoluto. Estas Navidades fueron las primeras que él pidió algo a los Reyes de forma clara: plastelina, un tren, queso (sí, he dicho queso), cuentos... el resto se rellenó con juegos educativos que podríamos llamar unisex. De momento la cosa está controlada pero cuando la sociedad de consumo le vaya impregnando ya veremos por donde nos sale. Eso sí, lo de las pistolas lo tiene difícil.
Buenas noches

Enrique dijo...

Gemma:

Me alegro de que vaya bien el asunto. Aunque en un futuro tienda más hacia lo considerado como "de chico", creo que es importante enseñarle a tomar una postura crítica.

Es posible que, aun teniendo un "espíritu crítico" y deseando jugar a "cosas de chicas", él tienda a las de chicos, por presión de sus amigos/as.

Conozco a un niño a quien le gustan algunas series "de chicas", como las Súper Nenas, y dice que le encantan los bebés y que tal vez le gustaría estudiar magisterio o pedagogía, en caso de no poder estudiar informática, pero cuando se encuentra con sus amigos sólo juega a juegos de luchas y niega que le gusten ciertas cosas que sí le gustan.

Y eso no me gusta. Es fundamental que sepa juzgar, que conozca el sexismo, lo que le conviene y lo que no, y que aprenda a decidir por sí mimo/a. Porque si ya con 11 años un niño o una niña reniega de sus juguetes o sus dibujos favoritos por presión de grupo, cuando tenga 14 podrá acabar en el alcohol y las drogas también por presión de grupo.

Saludos.

laindefensiónaprendida dijo...

Debído al nivel de desarrollo en el que se encuentra a dia de hoy España pueden aceptarse el punto 1 y 2 aún. Si no, difiero totalmente. La maternidad y parir no es un rol, es una realidad biológica. He tenidom ocasión de observar en los años 80 las actividades de niños/as de tres años en Kindergarten alemanes, en donde se impuso, casi a la fuerza, el cambio de juguetes.
Hoy se sabe que, los chicos-OS (desde el jardin de infancia hasta casi la secundaria y más) NO CUENTAN Más que con EJEMPLOS "VORBILDER" FEMENINOS, lo que es tan contraproducente como lo contrario.

laindefensiónaprendida dijo...

Para el nivel de desarrollo en el que se encuentra hoy España puede aceptarse aún el punto 1 y 2. Si no, estoy en desacuerdo con los dos. He tenido la ocasión de observar los resultados de los años 90 en los Kindergarten alemanes en los que se impuso prácticamente ese sistema. Hoy se sabe que los ninos-OS necesitan contacto con "Vorbilder", EJEMPLOS, también MASCULINOS ya que desde el principio, prácticamente, sus únicos contactos desde los 3 años hasta casi los 18 son femeninos.
Al contrario, lo mismo.

Enrique dijo...

Inde:

Me cuesta comprender tus comentarios. ¿Me estás diciendo que los niñoas y las niñas precisan mantener contacto con características de ambos sexos?

Yo lo que pienso es que, a excepción, obviamente, de características biológicas, no hay cosas "masculinas" o "femeninas". Una muñeca no es femenino. Es un juguete sin más. Pero las persnas adultas le damos el valor de femenino.

Quizá el problema no esté en que precisen de eso. Sino que la sociedad crea esa necesidad, al atribuir valores de "masculinidad" o "femeneidad"; y la solución es quitar la idea de lo "masculino" y lo "femenino", en aquellas cosas que no son claramente características de ese tipo.

Saludos.

laindefensiónaprendida dijo...

Totalmente de acuerdo. Pero no son las cosas las que emanan la atribución. Biológicamente y psicológicamente: Una mujer es una mujer. Un hombre es un hombre y un hombre homosexual no es una mujer, es un hombre. Respetemos la realidad biológica de los individuos y de lo que son. Si forzamos la feminización o masculinización "postindustrial" de un ser vivo, ridiculizando una u otra o no valorandola, anulamos una realidad más, por miedo.
Te espero en mi Blog.
Saludos.

Enrique dijo...

Estoy de acuerdo contigo, pero con un matiz. Dices: "Biológicamente y psicológicamente: Una mujer es una mujer".

Es obvio que una mujer es una mujer y un hombre es un hombre. Pero esto, ¿hasta qué punto?

Biológicamente hay cosas que no pueden dudarse. Cromosomas XX frente a XY. Clítoris y vagina frente a testículos y pene. Etc.

Pero, psicológicamente... no estaría de acuerdo. ¿Cómo debe pensar una mujer para ser mujer psicológicamente hablando? ¿Siendo más tranquila que el hombre? ¿Siendo más emotiva? ¿Gustándole A y no B? No estaría de acuerdo.

Opino que si una mujer, por lo general estadísticamente, tiene una psicología tendiente a A, y un hombre tendiente a B, no se debe a que biológicamente son diferentes, sino que desde que nace, los modelos educativos que reciben ambos sexos siguen diferentes caminos, y eso conforma psicologías distintas.

Pero, sin embargo, fíjate que hombres y mujeres hay de todo tipo. Los y las hay que sigue los patrones que indica la sociedad; los y las hay que no ese corresponden en absoluto con lo que está socialmente preestablecido para su sexo; y los y las hay que tienen mezclas más o menos acusadas.

Si quieres, puedes echar un vistazo a la siguiente entrada que hice, para que veas cómo actúa la educación tradicional en ambos sexos, y cómo constituye su forma de ser, pensar y de sentir, diferenciándolos en base a algo preestablecido por la sociedad, y no en base a lo que ellos/as mismos/as realmente son. El gran problema de la psicología y de los/as psicólogos/as es que se rigen por estadísticas; solamente saben tratar a la gente como números. Si "lo normal" es X, quien haga o piense Y está enfermo/a y debe ser tratado/a. Pero lo que ocurre es que a la psicología a "normal" se le cae la "l" final, y se transforma en "la norma".

Pedagogos/as y psicólogos/as nos llevamos muy mal por eso. Porque mientras ellos/as agrupan a la gente y les tratan por estadísticas, nosotros/as tenemos una regla bien metida en la cabeza y que no comprende la psicología: tratar a cada ser humano como un ser único e irrepetible en el mundo, que es bien diferente al resto de personas y que, excepto en algunas similitudes, nada tiene que ver con el resto del mundo.

Por eso me encanta la Gestalt. Es la única rama de la psicologia que ha comprendido esto. Y en vez de decir, como ese famoso (y, a mi parecer, absurdo libro), "los hombres son de Marte y las mujeres de Venus", dicen, y digo, "los hombres y las mujeres son de todas partes".

Saludos.

http://educacion-enrique.blogspot.com/2010/12/la-educacion-anti-sexista-la-vacuna.html

laindefensiónaprendida dijo...

La teoría del Gestalt propone una naturaleza del pensamiento desde una orientación fenomenológica. La experiencia tiene que describirse tal y como aparece, ya que lo biológico (me gusta más que lo psicológico), posee sus propias leyes. Como consecuencia del punto de vista evolucionista, según el cual el hombre no presenta diferencias absolutas con respecto a las otras especies animales, demuestra que nuestra mente interacciona con el entorno para solucionar problemas.
la experiencia será un campo de la naturaleza en el que las partes interactuarán entre sí y la solución de problemas definirá un camino para la resolución conflictos, no olvidemos, de supervivencia. No partamos, por favor, de actitudes político/económicas duales fuerte/débil, hombre/mujer etc. de paises no desarrollados.
Hombres y mujeres son distintos y, sin embargo, dos caras de una misma moneda.
Gracias por tu aportación en mi Blog.

Enrique dijo...

Desde luego que la especie humana no presenta diferencias absolutas con el resto de las especies animales. Mas mi pregunta es, ¿hasta qué punto compartimos similitudes?

Es indudable que interactuamos con el entorno y que nuestra mente nos permite resolver problemas. No obstante, fíjate que los problemas resueltos por los animales son de procedencia externa e inmediatos. Como ejemplo podemos poner a una leona que pasa hambre. El hambre no lo origina ella, sino su organismo, a causa de la necesidad de obtener sustancias alimenticias. Por ende, el problema es externo. Asimismo, gracias a su intinto, "pauta de comportamiento fija que se encuentra presente en todos los seres de una misma especie", la leona actuará en el momento presente y para el presente. Buscará comida en cuanto comience a sentir hambre (otra cosa es que luego la caceria resulte fallida y tenga que intentarlo de nuevo posteriormente).

Por contra, fijémonos que en el ser humano, aparte de darse ese tipo de problemas, "externos e inmediatos", podemos encontrar problemas creados por la propia persona (internos) y que pueden resolverse en un futuro o que ni siquiera han llegado, sino que llegarán más adelante (por lo que no siempre los problemas en la especie humana son inmediatos). Así pues, dentro de una similitud, nos topamos con una gran diferencia.

Por este motivo, tal y como dije en tu blog, no estoy muy por la labor de realizar experimentos con animales. El motivo principal radica en que no siempre se les trata correctamente. El segundo motivo, porque la variedad de comportamientos en las diversas especies es tan abrumadora, que el rango de correlación entre una especie y otra puede ser nulo. Incluso dentro de los homínidos, si ponemos a las titis en oposición al Homo sapiens, con unas culturas coinciden, por ejemplo, en el cuidado de las crías: los machos titi cuidan a las crías al igual que lo hacen los machos de los pueblos Pigmeos aká y Arapesh. Sin embargo, si tomamos otra cultura e incluso otra época, por ejemplo, España en la Edad Media, no hay correlación alguna entre las titis y los varones en dicha época.

No me cabe dudca de que un hombre y una mujer son diferentes. Mas, ¿cuáles son diferencias naturales y cuáles son producidas por la sociedad? Cuando hablamos de "ser hombre" o "ser mujer", ¿a qué características habríamos de referirnos?

Mientras que las características humanas difieran entre naciones, pueblos, culturas, modelos educativos, épocas, etc, no considero oportuno poner la mano en el fuego al responder a esas preguntas y quedarnos en un punto fijo, tal y como trata de hacer la psicología.

Al fin y al cabo, tengamos en cuenta que las diferencias siempre se dan, como dice un profesor mío, del siguiente modo:

En ocasiones, una variable se da más en un sexo que en otro.
En otras tantas, dicha variable surge de un modo similar en ambos sexos.
Otras veces, hay una mezcla extraña: unos hombres la poseen y otros carecen de ella; unas mujeres la tienen y otras no.
Y sea como sea, finalmente, las diferencias siempre son, sin tocar el plano de lo biológicamente natural, estadísticas. Meras estadísticas.

Hombres y mujeres son diferentes... porque todo ser humano en particular lo es.

Saludos.

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