miércoles, 20 de abril de 2011

De un lado al otro...

En numerosas ocasiones he escuchado decir a mi padre, mi madre y a otras personas adultas la expresión: "Si yo le contaba a mi padre o mi madre que el profesor me había pegado, me daban ellos otro guantazo".

Un poco bestia, ¿no? Pero aún más me sorprende la naturalidad con la que cuentan esto, como si fuese lo más normal del mundo. Se tiene esto tan asumido, que muchas familias incluso se asustan ante la idea de que el profesor o la profesora ya no puede (ni debería) levantar la mano a sus educandos.

Y es que, en aquellos tiempos, la objetividad faltaba bastante, y la subjetividad estaba encaminada siempre en beneficio del profesor o la profesora. "El maestro nunca se equivoca. Es quien manda y hay que obedecerle sin rechistar. Y si te pegan, es porque algo habrás hecho y te lo tienes bien merecido", debían pensar por aquel entonces.

Pero, sin ir más lejos, aunque en varios aspectos la educación ha mejorado, no podemos negar que hemos pasado... de un lado al otro.

La objetividad sigue faltando. Mas el punto subjetivo se ha ido al otro extremo: hacia el alumnado. Si hay un suspenso, un castigo, una falta... "es que el maestro o la maestra tiene manía al niño o la niña", se dice actualmente.

¡Vaya! De nuevo con las generalizaciones. Antes todos/as los/as profesores/as eran la crème de la crème, la autoridad y veracidad en persona, y hoy día esto lo son el conjunto del alumnado. No existe niño/a que cometa falta alguna, y no existe educador/a que no yerre constantemente, parece ser que piensan muchas de las familias actuales.

¿Por qué no mejor intentar establecer un diálogo escuela-familia más neutral y objetivo (sé que es difícil), y tratamos que dicha relación muestre en un principio un punto de imparcialidad, yendo con la idea de que la causa puede estar en el equipo docente, en el alumnado o en la propia familia?

Porque, ¿no podría ser más bien, como pienso yo, que en algunos casos el problema reside en la familia; en otros, en los educandos; en otros, en los/as docentes; y en otros (y pienso que en la mayoría de las ocasiones), en la sociedad en su conjunto?

No se trata de proteger siempre a los/as docentes ni siempre a los/as alumnos/as. Se trata de ser justos/as; de  buscar dónde se encuentra el problema y no ir con la idea preconcebida de que la culpa se encuentra en tal o cual punto.

Actuando de este modo, y fomentando el diálogo y la conexión entre la familia y la escuela, pienso que lograremos mejorar el sistema educativo sin necesidad de entrar en conflictos que para nada sirven, y con ello mejoraremos la vida y el futuro de los niños y las niñas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No se que te parecerá a ti , pero creo que ahora vale más lo que diga el alumnado porque hoy en día a los padres se les hiperresponsabiliza de su bienestar .

Kxll

Isamonalisa dijo...

Lo has explicado divinamente. ^^
Se trata de entendernos y buscar soluciones.


Besos!!

laindefensiónaprendida dijo...

¡Cómo me ha gustado este artículo!. YO SÉ que no eres consciente todavía de la razón que tienes.
Lo que se hace en casa BIEN, es prácticamente imposible que una mala escuela lo estropee. Lo que se realiza en casa MAL, ni un colegio, escuela o universidad de primer orden es capaz de enderezar. Para ser ecuanime de verdad hay que ser primero inteligente.
Muchas gracias por tus aportaciones en mi blog.

Euphorbia - Gemma dijo...

La situación actual, en muchos casos, es realmente la que comentas, y las viñetas que incluyes lo dicen todo por ellas mismas.
Mi marido es profesor de bachillerato y tengo bastantes amigos que también lo son, nos reunimos con asiduidad y este tema es recurrente. Se podría escribir libros de los comentarios de muchos padres en las tutorías.
Unos van a discutir notas de un exámen porque "usted lo puso muy difícil", otros les dicen que "tendría que aprobarlo porque se esfuerza mucho", otros "dígale usted que estudie que a mí no me hace caso".
Los profes tienen que tener mucha paciencia, y hoy en día incluso con los padres.
Espero no actuar así con mi hijo, cada uno tiene que asumir sus responsabilidades y él con 3 años y medio ya tiene algunas. Me parece importante que sea así.

Enrique dijo...

Voy una por una:

Kxll:

Yo creo que el problema no está en que se hiperresponsabiliza a la familia. Lo que se está haciendo es pedir a las familias que se responsabilicen, pues es lo que tienen que hacer.

A quienes se les hiperresponsabiliza es al equipo docente, a quienes se les pide que hagan la labor de la familia, en tanto que éstas no hacen su tarea.

¿Qué es lo que ocurre con la familia? Pienso que tres problemas:

1- Muchos/as padres/madres no tienen tiempo para permanecer junto a sus hijos/as, y les da pena tener que admitir que son sus hijos e hijas quienes fallan a veces, porque "cómo vamos a echarle la bronca a nuestro/a hijo/a si encima no pasamos tiempo con él/ella".

2- Directamente hay padres y madres que no conocen a su hijo/a. Son padres y madres que mandan al niño o la niña al parque a jugar mientras ellos/as se quedan en casa echando la siesta o viendo la telenovela, y que quieren que sus hijos/as lo hagan todo por sí mismos/as, sin control alguno.

3- Hay padres y madres que han recibido una educación tan opresiva o han vivido una época tan dura, que quieren exclusiva libertad para sus hijos/as, y lo que hacen es confundir libertad con libertinaje.

Isamonalisa:

Gracias. :o)

Inde:

Una pregunta: ¿cómo puedo no ser consciente de la razón que tengo pero al mismo tiempo escribir una entrada que, en tu opinión, está bien?

No tengo hijos/as, pero llevo toda mi vida cuidando de mi hermano y de algunos/as niños/as, y mi experiencia no es grande, pero más o menos conozco la situación xD

Euphorbia:

Recuerdo que a mi profesor de ajedrez le vino un día un padre diciendo que por qué no pasaba de nivel en la liga a su hijo (quería que le metiese en el equipo de 2ª división y jugaba de forma mediocre en 3ª...). El caso es que le comentó mi profesor al padre:

-¿Usted a qué se dedica?
-Yo soy arquitecto -respondió el padre.
-¿Y le gustaría que le dijese yo ahora cómo tiene que hacer los planos?
-¡Por supuesto que no! Faltaría más que usted, sin ser arquitecto, viniese a mí a decirme cómo debo trabajar.
-Pues entonces, señor, usted, que no es profesor, no me venga explicando a mí cómo tengo que hacer mi trabajo.

xD

Pienso anotarme este diálogo por si algún día me ocurre a mí lo mismo. jejeej.

Besos a todas.

Anónimo dijo...

Yo me refiero porque hoy en día el triunfo de los hijos es el triunfo de los padres así como un niño mal cuidado es el fracaso de los padres.

Por lo que al sentir los padres que su hijo/a fracasa sienten que ellos fracasan y por eso atacan al profesorado.

Kxll

mamisepa dijo...

Ay, cuánta razón tienes. Mira, hace tiempo que lo pienso y justamente hoy lo hablaba con una conocida mía: Si tuviera que dar clases, preferiría dar clases a adultos, al menos supongo que no vendrán sus padres a echarme una bronca. A ella le pasa igual, da clases a personas en exclusión social, ha trabajado con gente que salía de la prisión, y dice que prefiere eso que adolescentes, porque todos esos adultos se dan cuenta en la situación en que están y son muy agradecidos con cualquier cosa que les enseñes.

Saludos!

madredemellizos dijo...

Totalmente de acuerdo Enrique! Muchos padres no respetan el criterio del maestro a la hora de valorar el comportanimento y el trabajo de sus hijos. Actualmente hay maestros deseperados que chocan repetidas veces con los padres. Yo comprendo que muchas veces las aulas están masificadas de alumnos y que el maestro no pueda dar atencion "personalizada"..pero de ahí a que si tienen mania a cierto niño...
En mi familia tenemos 2 maestros de primaria, se quejan del rollo de los padres, pero se lo toman con bastante humor y se lo echan a la espalda!
Si no enseñamos a nuestros hijos a respetar la figura del maestro educador y la figura de los padres, no sé dónde vamos a ir a parar!

Enrique dijo...

Misteriosa:

Bueno, por favor, no generalicemos... No todos/as los/as adolescentes son desagradecidos/as y lo peor del mundo...

Sé que es difícil tratar con adolescentes. De hecho, creo que nunca tocaré un tema relacionado con adolescentes. Nunca he cogido asignaturas que hablen de ellos/as, y nunca he leído un libro sobre este tema. Ni me atrae ni me veo preparado para ello. Pero he estado en varios centros y hay muchos/as que son de lo mejor (y vamos, yo me recuerdo dar mucha guerra con 15 años xD).

No obstante, sinceramente, prefiero infantes. ¡Son tan monos! xD

Madredemellizos:

Totalmente de acuerdo.

Besos a ambas (y disculpad si he tardado en moderar los comentarios; he estado en mi pueblo de vacaciones).

mamisepa dijo...

Bueno, perdón, no es el generalizar, sé que todos no son así, pero el problema es que basta con que haya unos pocos para que me asuste el tema de que venga un padre a darme un tortazo.

Saludos!

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